Una borrasca amenaza Nochevieja y Año Nuevo: ¿tengo derecho a indemnización si cancelan mi vuelo por el mal tiempo?

El mal tiempo marcará el cierre de 2023. Los pronósticos meteorológicos vaticinan la llegada de una borrasca subtropical, frente a la irrupción de aire polar inicialmente prevista, que traerá lluvia, frío, nieve en el Norte y niebla para la semana de Nochevieja y Año Nuevo, una estampa propia del invierno que podría truncar los viajes y desplazamientos de muchos españoles. Los viajeros que tengan previsto un vuelo para reencontrarse con familiares o pasar el Fin de Año en otro destino deben saber que, en caso de cancelación por el mal tiempo, no tendrán derecho a indemnización aunque sí a reembolso y asistencia. Pero hay matices.

Según la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), estas fiestas habrá un 12,8% más de asientos programados que en 2018, la última campaña navideña antes de la pandemia. Sin embargo, al coincidir con el invierno, coger un vuelo en estos días tan señalados podría suponer quedarse en tierra debido al mal tiempo. El aeropuerto de Múnich, donde el fuerte temporal y la lluvia helada paralizaron los despegues y los aterrizajes a principios de mes, es un claro ejemplo de cómo se puede ir al traste una escapada navideña.

"Al tratarse de un suceso imprevisto sobre el que la aerolínea no tiene control, sería un caso de fuerza mayor", indica Estel Romero, abogada del despacho Sanahuja Miranda Abogados, añadiendo que "las condiciones meteorológicas incompatibles con la realización del vuelo constituyen circunstancias extraordinarias a las que una compañía aérea se puede acoger para quedar exenta de indemnizar a los pasajeros". Así lo recoge el el Reglamento Europeo Nº 261/2004.

No obstante, las inclemencias que impidan la operativa aérea "deben estar debidamente justificadas a través de un informe de un organismo oficial", argumenta Romero. Si otros vuelos similares despegan con normalidad, podrían ser una señal de que la cancelación se debe a un problema de la aerolínea y no a una circunstancia extraordinaria, por lo que se puede estudiar con un experto la solicitud de la indemnización, que puede oscilar entre los 250 y los 600 euros, en función de la distancia del viaje.

Ejemplo de ello es el caso de Ryanair en 2018, cuando la compañía irlandesa justificó la cancelación de un vuelo en Vigo por niebla con un recorte de periódico y el pantallazo de una web: "El juez dio la razón al viajero, obligando a la compañía a indemnizar al viajero con 250 euros y a pagar las costas del juicio", comenta Romero.

Derecho a atención

Independientemente de ello, la aerolínea siempre "debe prestar a los viajeros afectados toda la asistencia necesaria, desde comida y bebida hasta alojamiento y transporte entre el hotel y el aeropuerto", señala la letrada. Igualmente, "la compañía deberá facilitar la posibilidad de realizar llamadas telefónicas o mandar emails para que los viajeros se pongan en contacto con sus familiares y amigos", apunta.

Reembolso sí, bono no

Otra de las cuestiones que debe conocer cualquier viajero a la que le cancelen un vuelo debido al mal tiempo, es que "la aerolínea debe asegurarle una plaza en el primer vuelo disponible, y si es desde un aeropuerto diferente, situado en otra ciudad, deberá correr con los gastos del traslado", explica la portavoz de Sanahuja Miranda, que también señala que el "el viajero está en su derecho de negarse y solicitar un reembolso".

La devolución del importe del billete, además de realizarse en un plazo máximo de siete días, no puede efectuarse de cualquier forma. "El pasajero deberá recibir el reintegro en metálico, transferencia bancaria o cheque", asegura Romero. Muchas compañías tratan de realizar el reembolso por medio de un bono, algo que, "si bien es perfectamente legal, no puede imponerse por obligación".

Por último, la abogada recomienda que "en caso de que la compañía no cumpla, lo mejor es acudir a un profesional para reclamar los derechos vulnerados".