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Transporte ferroviario

La competencia golpea la rentabilidad de Renfe: S&P calcula que caerá un 50% en los próximos dos años

La agencia de calificación de riesgos cree que, a futuro, la compañía tendrá un sólido desempeño por el incremento de oferta, material rodante y sus nuevas rutas en Francia

Un tren de alta velocidad de Renfe RENFEEUROPAPRESS

Renfe era consciente de que la liberalización de la alta velocidad iba a suponer un reto mayúsculo para las cuentas de la compañía. Aunque la operadora pública ferroviaria ha logrado mantener el tipo en cuanto al número de pasajeros pese a la llegada de iryo y Ouigo con la apertura de nuevas rutas y el incremento de servicios, la guerra de precios desatada por las tres compañías para captar clientes está suponiendo un lastre para la rentabilidad de todas –Ouigo está en números rojos e iryo también lo estaría, si se atiende a los pronunciamientos realizados por el ministro de Transportes, Óscar Puente-. Hoy, la agencia de calificación de riesgos S&P ha puesto números a los efectos de esta feroz competencia en los números de la operadora pública.

La agencia prevé que la rentabilidad de Renfe caiga hasta un 50% en los dos próximos años respecto a la obtenida antes de la pandemia en 2020, y antes de la entrada de la competencia.

Retroceso

S&P calcula que el margen ajustado del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de la operadora pública sea de entre el 10% y el 12% en 2024 y 2025, frente al 20% que registraba en esta misma partida entre los años 2017 y 2018. En concreto, augura que el Ebitda de sus servicios comerciales (entre los que destaca sus productos AVE y Alvia) empezó a caer el año pasado en torno a un 5% respecto a 2022 y hasta un 15% frente a 2019.

No obstante, S&P, mirando a futuro, vaticina que el segmento de servicios comerciales de la operadora ferroviaria mostrará un sólido desempeño respaldado por el aumento de la oferta, el nuevo material rodante y las nuevas líneas abiertas en Francia.

S&P ha asignado a Renfe una nota de inversión -”rating”, en la jerga financiera-, de “BBB” elevando su perspectiva de “negativa” a “estable”, dentro del grado de inversión, destacando que el traspaso de los servicios de cercanías tanto a Cataluña -Rodalies- como al País Vasco tendrá un efecto “neutro” dado que se trata de servicios públicos (OSP) que no aportan beneficios a la compañía dado que sus costes, en caso de no ser cubiertos por la operadora, son sufragados por el Estado. A este respecto, S&P destaca que el apoyo financiero que le aporta el Estado, aunque le garantiza ser el principal actor del sector de cara al futuro, supone también una "debilidad" para la compañía, ya que significa unos márgenes operativos nulos en la actividad de servicios públicos.

En el lado positivo, la agencia destaca la previsión de la agencia de calificación de que Renfe vuelva progresivamente a superar el 5% en la proporción entre los fondos procedentes de sus operaciones (355 millones en 2025) y su deuda (6.919 millones para ese mismo año). No obstante, esta ratio es significativamente inferior al 11,1% que registró en 2019.

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