Vivienda
Contrato del alquiler: ¿puede renovarse automáticamente si el casero no avisa?
Los contratos de alquiler tienen un año de duración, sin embargo estos pueden ir prorrogándose hasta un máximo de cinco
Condenados a vivir de alquiler. Esta es la realidad a la que se enfrentan cada vez más ciudadanos en nuestro país ante la imposibilidad de convertirse en propietarios de una vivienda. Por tanto, dado que la vivienda del alquiler se posiciona como la primera opción residencial para millones de españoles, es imprescindible tener en cuenta una serie de aspectos como el importe de la fianza, la actualización de la renta o incluso la duración del contrato, entre otros, antes de dar el paso de arrendar un inmueble.
Los contratos de alquiler tienen un año de duración, sin embargo estos pueden ir prorrogándose hasta un máximo de cinco años, si quien alquila es una persona física, o hasta los siete en el caso de una empresa. No obstante, este contrato también puede llegar a su fin, y si es el casero el interesado en que finalice, estará obligado a avisar a su inquilino con tiempo suficiente para que pueda buscar otra vivienda, en concreto, cuatro meses antes de su finalización.
Para poder echar al inquilino de la vivienda, deberán haber pasado cinco años desde que se firmó el contrato, aunque existen excepciones que recoge la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Esta normativa establece que el propietario podrá recuperar la vivienda como residencia habitual en el caso de que lo necesite para él o para algún familiar de primer grado de consanguinidad, como padre o hijos. Sin embargo, para ello, desde el portal inmobiliario de Fotocasa explican que deberá haber pasado el plazo de duración firmado inicialmente y avisar al inquilino con dos meses de antelación.
El contrato también podrá llegar a su fin en el caso de que el inquilino no cumpla sus obligaciones. No obstante, si ninguno de los dos casos previamente mencionados ocurren, el inquilino podrá vivir en el inmueble durante cinco años, según la LAU, ya que todos los contratos firmados desde marzo de 2019 tendrán esta duración mínima.
¿Qué ocurre si el casero no comunica esta decisión?
Si el casero no nos avisa de que quiere finalizar el contrato de alquiler, el arrendamiento se renovará automáticamente hasta tres años más. Además, si el inquilino no comunica con dos meses de antelación, como mínimo, que quiere dejar la vivienda alquilada, también se estará quebrantando la normativa, por lo que estará obligado a pagar una anualidad completa o incluso pagar una penalización al casero.
En el caso de que ninguno de las dos partes comunique su deseo de finalización de contrato, se entra en una prórroga tacita, por lo que que el arrendatario podrá estar hasta 3 años más en la vivienda en cuestión, renovándose el contrato año a año. Tras agotar ambas prórrogas, el contrato entra en tácita reconducción, es decir, que este se va prorrogando según figure en el contrato, bien mes a mes en el caso de un alquiler mensual o por años al fijarse uno anual.
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