Empleo

Crisis entre los autónomos

Los trabajadores por cuenta propia son una de las principales fuentes de creación de empleo que no han recibido la atención ni el apoyo que requieren por parte de los sucesivos gobiernos

La mayoría de autónomos no prevé una mejoría del negocio en 2023
La mayoría de autónomos no prevé una mejoría del negocio en 2023EUROPA PRESSEUROPA PRESS

Si se mantiene la tendencia de julio, hoy habrá 219 autónomos menos que ayer, y, a la vez, 219 más que mañana. Ese es uno de los datos del paro que se conocieron el miércoles. La verdad es que no es una buena manera de comenzar el mes. Hay que tener en cuenta que los autónomos son una de las principales fuentes de creación de empleo por sí mismo y por los que contratan. Son muchos pocos. Y los sucesivos gobiernos no han prestado ni la atención, primero, ni el apoyo, después, que requiere este importante colectivo.

El otro punto que merece la pena destacar es que la mayor parte del empleo que se creó en julio es de lo que se podría denominar de «mala calidad». Y es que el 80% de los contratos registrados el pasado mes fueron de carácter temporal, indefinidos a tiempo parcial o fijos discontinuos y, además, las horas trabajadas no suben. En resumidas cuentas, y según dicen los expertos, que el mercado laboral comienza a dar síntomas de agotamiento.

Este mes recién estrenado suele pillar al «personal», hablando en líneas generales, con la guardia baja debido a las vacaciones. Sin embargo, durante los últimos años, salvo el pasado, que fue relativamente tranquilo desde el punto de vista económico y financiero, la verdad es que no hemos ganado para sustos. Basta recordar lo sucedido en 2007 con la crisis de las hipotecas basura en Estados Unidos y en 2008 con el estallido de la crisis financiera, de la que no me atrevería a afirmar que nos hayamos recuperado todavía. Después llegaron veranos nefastos desde el punto de vista económico, con tormentas monetarias, otras crisis financieras, problemas de índole comercial y cierres de algunas fronteras, escalada de los precios de los alimentos… Vamos, que hubo de todo, menos tranquilidad. De ahí la necesidad de no bajar la guardia, aunque el calendario no invite a ello. Y, este año, en España, con más motivo, debido a los resultados electorales y a la situación de inseguridad política, que se traduce en incertidumbre económica. Mucho me temo que lo de ayer, con los datos de empleo, por muy favorables que se quieran presentar, sea solo el comienzo de una mala temporada. ¡Ojalá me equivoque!