Consumo

Deoleo atribuye el encarecimiento del aceite de oliva al coste de la materia prima: "No nos estamos forrando"

Hasta el 80% de los costes del fabricante de marcas como Carbonell son por las materias primas

Botellas y garrafas de aceite de oliva.
Garrafas de aceite de olivaJesús G. FeriaLa Razón

El encarecimiento de la materia prima y la caída del rendimiento de los olivos ha provocado la subida de los precios del aceite de oliva, según ha explicado el consejero delegado y presidente de Deoleo, Ignacio Silva, este martes en la sede madrileña de Esade.

Deoleo, propietaria de marcas como Carbonell, Bertolli y Carapelli, facturó 837,6 millones de euros, con pérdidas de 34 millones de euros y un ebitda de 30 millones de euros en 2023.

"No nos estamos forrando", ha señalado Silva ante el encarecimiento del litro de aceite de oliva, que acusa la subida del precio del kilogramo de oliva hasta los 9,4 euros, frente al precio del 2,2 euros en 2019.

Además, Silva ha subrayado que en el sector "se paga al contado" y ha puesto el foco en los márgenes de los productores de oliva, que asumen costes de 0,8 euros por kilogramo frente a los 9,4 euros al que lo venden a compañías como Deoleo, que no posee tierras, sino que se encarga de la mezcla de aceites (el 'blending', en inglés) y de la venta al consumidor.

Hasta el 80% de los costes de Deoleo son por materias primas, en un sector de volumen y de beneficios muy bajos, aunque, a largo plazo, Silva prevé un aumento de la oferta, ya que los olivos, que requieren poca agua, podrían sustituir a los campos de arroces en lugares como Andalucía debido a los efectos del cambio climático.

"El modelo de producción está cambiando", ha destacado Silva ante la pérdida de protagonismo de España en el sector debido a sus producciones pequeñas, familiares, no mecanizadas y dependientes de la lluvia, frente a producciones 'superintensivas' en países con climatología apta para los olivos, como Chile o Argentina.

Refinanciación de Deoleo

Ignacio Silva asumió la dirección de Deoleo en abril de 2019, cuando la compañía estaba hundida en deudas de hasta 574,9 millones de euros, con lo que puso en marcha un plan de refinanciación.

De esta manera, redujo la deuda en 242 millones, capitalizó otros 238 millones (los acreedores se hicieron con el 49% de la compañía) y redujo el capital de la empresa a cero para volver a ampliarlo a 50 millones, cubriendo así otra parte de la deuda.

Silva y su equipo combinaron la refinanciación con un plan estratégico a largo plazo que culminará en 2026, y que se ha centrado en la inversión en marca y el aumento de las ventas.

Internacionalización y sostenibilidad

En el plano internacional, Silva ha destacado que la compañía no tiene el tamaño para globalizarse, y explica que un producto como el aceite de oliva tiene distintos "significados" para el consumidor en función del país, dificultando su expansión.

En países como Colombia y Venezuela, Deoleo ha lanzado con éxito aceites 'híbridos', que combinan aceites de semilla con una menor cantidad de aceite de oliva, ofreciendo al consumidor un producto más barato que el aceite de oliva pero de mayor calidad.

Por último, Silva ha subrayado la apuesta de la empresa por la sostenibilidad, que define como un "valor económico que genera ebitda", a través del sello de sostenibilidad certificado por Intertek o el código QR de sus productos, que permite conocer el origen de la materia prima y sus características.

A pesar del coste añadido que supone la apuesta por producciones sostenibles, Silva asegura que el consumidor está dispuesto a pagar por ello.