Desempleo
Los salarios reales de los jóvenes españoles no han aumentado en la última década
La inflación ha provocado que pierdan poder adquisitivo, según la OIT. El desempleo juvenil mundial alcanza su nivel más bajo en 15 años, con una tasa del 13%, pero preocupa el alto porcentaje de "ninis" (20,4%)
Menos paro, pero salarios estancados. El mercado laboral da una de cal y una de arena a los jóvenes del mundo, aunque castiga más a los españoles. La tasa de desempleo juvenil global cayó al 13% en 2023 (equivalente a 64,9 millones de personas), la más baja de los últimos 15 años y 0,8 puntos por debajo de la de 2019 (13,8%), antes de la pandemia, según el informe sobre empleo juvenil presentado hoy por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que, sin embargo, expone la preocupación que genera entre los expertos el elevado porcentaje de "ninis" (personas sin empleo, sin educación y sin formación) y la pérdida de poder adquisitivo de los jóvenes en países como España en la última década. Además, hay que tener en cuenta que, pese a la mejora global en la tasa de desempleo, España lidera el paro juvenil en la UE y la zona euro, con el 25,9% de los jóvenes menores de 25 años desempleados en junio (último dato de Eurostat). Es decir, dobla la media mundial.
La OIT recuerda que el rápido aumento de la inflación en los últimos años, sin aumentos correspondientes en los salarios nominales, provocó una caída de los salarios reales (descontando la inflación) en la mayoría de las economías del G20 y en todos los países de la OCDE, erosionando los niveles de vida de los trabajadores jóvenes y adultos en todo el mundo. A este respecto, según el índice de salarios reales para adultos jóvenes (de 25 a 29 años) y adultos (de 30 años y más) para 12 países con datos disponibles durante el período 2013-2022, algunos países no registraron crecimiento de los salarios reales para los adultos jóvenes e incluso un crecimiento negativo ocasional, mientras que un puñado de mostraron importantes ganancias reales.
Los aumentos más significativos se dieron en los países de ingresos medianos bajos del Sudeste Asiático (Indonesia y Vietnam) y también en Polonia. Por el contrario, los adultos jóvenes asalariados en Australia, Brasil, Colombia, Egipto, México y España "no han visto ningún aumento en sus salarios reales mensuales a lo largo de la década", con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. Todos estos países experimentaron un período de deflación salarial durante el período, con los impactos negativos más fuertes experimentados por los adultos jóvenes en Australia y España.
La brecha salarial que experimentan con los trabajadores mayores de 30 años está relacionada con la sobrerrepresentación de los trabajadores jóvenes en puestos a tiempo parcial y temporal y en la economía informal. También influye el tipo de actividad predominante en cada país. Mientras que en países que han basado su crecimiento en la industria, como Indonesia, Polonia o Vietnam, se ha visto una potente mejora de los salarios reales, en aquellos que basan su PIB en el sector servicios, como Brasil, Colombia, Egipto, México y España, ha sucedido lo contrario. El estudio indica que en países como España los empleos en los que podrían encajar los jóvenes están ocupados por adultos con mayor antigüedad, esto ha dado como resultado "los salarios reales no hayan experimentado incrementos o incluso se hayan deflactado en la última década".
Uno de cada cinco jóvenes es "nini"
La OIT también advierte de que la recuperación del empleo tras la pandemia no ha sido global y jóvenes de ciertas regiones y muchas mujeres jóvenes no están percibiendo los beneficios de la recuperación económica. En los Estados Árabes, Asia Oriental y Asia Sudoriental y el Pacífico, las tasas de desempleo juvenil eran más altas en 2023 que en 2019.
Además, el director general de la OIT, Gilbert Houngbo, lamentó que demasiados jóvenes de todo el mundo sigan siendo "ninis", con uno de cada cinco jóvenes (20,4% del total) que ni estudia, ni cursa formación profesional, ni trabaja. En este sentido, el informe señala que este problema no sólo está provocado por la falta de voluntad de algunos jóvenes, sino que también hay "vientos en contra" para encontrar el éxito en el mundo laboral.
Este panorama, alerta, está provocando una creciente ansiedad entre los jóvenes, que se ven obligados a enfrentarse a un mercado laboral que sienten que les excluye y a un crecimiento insuficiente de empleos decentes, pese a ser "la juventud más formada de la historia", señala el documento.
En todo el mundo, más de la mitad de los trabajadores jóvenes tienen un empleo informal. Sólo en las economías de renta alta y media-alta la mayoría de los trabajadores jóvenes tienen hoy un empleo fijo y seguro. Y tres de cada cuatro trabajadores jóvenes de los países de renta baja sólo conseguirán un empleo por cuenta propia o un trabajo temporal remunerado.
"Ninguno de nosotros puede esperar un futuro estable cuando millones de jóvenes de todo el mundo no tienen un trabajo decente y, en consecuencia, se sienten inseguros e incapaces de construir una vida mejor para ellos y sus familias. Las sociedades pacíficas dependen de tres ingredientes fundamentales: estabilidad, inclusión y justicia social; y el trabajo decente para los jóvenes está en el centro de los tres", explicó Houngbo.
A pesar de este incierto escenario laboral, se espera que la tasa mundial de desempleo juvenil siga disminuyendo en los próximos dos años hasta situarse en el 12,8% este año y el próximo. No obstante, se prevé que las tasas de los Estados Árabes, Asia Oriental y Asia Sudoriental y el Pacífico se mantengan por encima de sus niveles anteriores a la crisis. Además, en los próximos dos años parece que volverán a aumentar las tasas de desempleo juvenil históricamente bajas en América Septentrional y en Europa Septentrional, Meridional y Occidental.
Desigualdades por género
De acuerdo con el informe, que marca el veinte aniversario desde que el organismo de la ONU comenzara a analizar estas tendencias, la tasa de desempleo juvenil aumentó más bruscamente entre las mujeres durante la crisis de la covid-19 y durante el periodo de recuperación las cosas mejoraron menos para ellas que para los hombres, aunque la desigualdad es menor que en los años anteriores a la pandemia. Así, la tasa de desempleo de los hombres jóvenes en 2023 era del 13% y la de las mujeres, del 12,9%.
La brecha de género también se refleja en las estadísticas de los "ninis", ya que la tasa mundial de mujeres jóvenes "ninis" duplicó la de los hombres jóvenes en 2023, con un 28,1% y un 13,1%, respectivamente. Así, dos de cada tres de estos "ninis" eran mujeres. "Esto pone de relieve el impacto desproporcionado de la pandemia en las oportunidades de empleo de las mujeres jóvenes y muestra que algunas se han quedado atrás en el proceso de recuperación", evaluó el director general de la OIT.
Nuevas tendencias en el empleo
El informe de la OIT reflexiona también sobre la manera en que el avance de la robótica, la automatización y la inteligencia artificial están transformando los mercados de trabajo y su incidencia para los jóvenes. En este sentido, revela que los avances tecnológicos han puesto en duda la continuidad de la mano de obra humana en determinados trabajos, con dos de cada tres jóvenes que aseguran tener miedo de perder su trabajo.
Muchos jóvenes "tienen cualificaciones y niveles educativos para trabajos que en realidad ya no existen y, por tanto, la búsqueda de empleo puede ser mucho más larga, lo que les lleva a la desesperación", comentó la subdirectora general de Empleo y Protección Social de la OIT, Mia Seppo.
Según una encuesta de la OIT, la región con mayor proporción de jóvenes "extremadamente" o "muy preocupados" por la estabilidad laboral durante los próximos seis meses fue África, con un 35%, seguida del mundo árabe (31%), las Américas (25%), Asia y el Pacífico (23%) y Europa y Asia central (18%).
Dado que el número de conflictos en todo el mundo se ha duplicado desde 2010, los medios de vida (y las vidas) de 57 millones de jóvenes están en peligro. La falta de perspectivas laborales en las zonas de conflicto puede empujar a los jóvenes a emigrar o conducirlos hacia el extremismo, advierte la OIT.
El informe reclama una inversión mayor y más eficaz, entre otras cosas para impulsar la creación de empleo con un objetivo específico para las mujeres jóvenes, reforzar las instituciones que apoyan a los jóvenes en sus transiciones en el mercado laboral, incluidos los jóvenes "ninis", integrar el empleo y la protección social para los jóvenes, y abordar las desigualdades globales a través de la mejora de la cooperación internacional, las asociaciones público-privadas y la financiación para el desarrollo.
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