Opinión

Desmontar la "ocupación" sanchista del Banco de España será imposible hasta que Escrivá y sus afines acaben su mandato

Si alguna vez cambia el signo político del Gobierno, hecho que se producirá más tarde o temprano, la labor de desmontaje del asalto a las instituciones va a ser ardua y difícil

Economía.- Escrivá afirma que es un "honor inmenso" volver al Banco de España y promete "máxima responsabilidad"
José Luis Escrivá tras prometer su cargo Europa Press

El Gobierno que nos desgobierna ha consumado en las últimas horas el asalto al Banco de España, una de las Instituciones del Estado que había permanecido con independencia. El ministro Bolaños lo justificó ayer en la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados diciendo algo así como que «es necesario para seguir gobernando tres años más». Más claro, agua. Si solo fueran esos tres años, habría que darse con un canto en los dientes, porque el mandato de Escrivá y de la subgobernadora Núñez es bastante más largo (seis años).

Cada día está más claro que el único objetivo del marido de Begoña y su equipo es mantenerse en el poder a toda costa y si, por ejemplo, no hay que hacer leyes ni aprobar decretos-leyes, porque se corre el riesgo de que luego no sean ratificados en las Cortes, pues no se hacen y ya está; que no salen adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2025, único texto legal que tiene obligación de presentar, pues no pasa nada, se prorrogan otra vez los actuales y ya está. El caso es seguir en el poder para, primero disfrutar de las prebendas que ello trae consigo y de la agencia de colocación que supone con cargo de los impuestos de todos; después, para seguir colonizando las Instituciones del Estado en las que todavía no hayan logrado sus objetivos, Y, suma y sigue.

Todo lo anterior es muy grave a corto plazo, pero también a medio plazo. Si alguna vez cambia el signo político del Gobierno, hecho que se producirá más tarde o temprano, la labor de desmontaje de la ocupación actual por los sanchistas va a ser ardua y difícil y, en algunos casos, como el del Banco de España, imposible hasta que los cargos recién nombrados no acaben su mandato. Las derrotas del Gobierno presidido por el esposo de Begoña en el Congreso de los Diputados, como la de ayer, seguirán, lo que sin duda va a erosionar a Pedro Sánchez. Pero dudo mucho que sirvan para que caiga el Gobierno y haya elecciones a corto plazo, porque ya se ocuparán desde Moncloa de «pasar» del poder legislativo, como dijo el propio presidente días atrás. Ellos van a seguir a lo suyo, al tran tran, sin prisa, pero sin pausa.