¿Dónde está el dinero europeo?

La pregunta es muy fácil:¿dónde esta el dinero del Fondo de Recuperación de la UE que ya ha llegado a España?Sin embargo, y por lo que se ve, la respuesta es muy difícil, complicada y puede que no esté al alcance del ciudadano medio, del pequeño o mediano empresario y del autónomo, que, además, tampoco han logrado ver un solo euro de esos fondos. Bueno, matizo: yo no conozco todavía a un solo agraciado con lo que podríamos calificar de lotería gubernamental. Por más que he buscado, indagado y preguntado, no he logrado contactar con alguien que haya percibido un euro. Y mira que pregunto y pregunto. De ahí la cuestión clave: si es verdad que ha llegado el dinero, ¿dónde está? Y me parece que los miembros de la Comisión de Control Presupuestario del Parlamento Europeo que han estado por aquí las últimas cuarenta y ocho horas, a la búsqueda de ese «dinerín», tampoco han dado con «la pasta». O eso es al menos lo que se desprende de lo que algunos de ellos contaron poco antes de volverse a Bruselas y sus países de origen. Claro que si los eurodiputados llegaron a Madrid pensando que en dos días iban a dar con «el botín», la verdad es que son bastante ilusos.

Pero, volviendo al meollo de la cuestión, la clave está en dar con esos fondos, en saber los motivos por los que no están llegando a la economía realy, luego, adoptar las medidas necesarias para que así sea. Hace poco asistimos a la «pantomima», porque no se puede llamar de otra manera, de nombrar a varios comisionados de diferentes Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) y dar la impresión de que se está haciendo algo para agilizar la llegada de los fondos. Además de suponer más gasto para el erario público, esos nombramientos servirán para muy poco si no tienen los medios adecuados para realizar su trabajo y puede que supongan otro engorro burocrático.

El tiempo lo dirá. Pero por el momento, la principal tarea de esos comisionados debería ser hacerse una idea de dónde está el dinero y, después, dar a conocer esa información clave. A continuación, tendrán que ponerse manos a la obra para desatacar la ejecución de sus respectivos programas. ¿Serán capaces?