Energía

España explora un mar de hidrógeno blanco, el petróleo del siglo XXI

Los expertos apuntan a que, de concretarse los dos proyectos en Huesca y Málaga, se contaría con un almacén casi perenne de combustible limpio para alimentar las industrias y garantizar la independencia energética

Hidrógeno H2
Depósitos de hidrógeno verdeDreamstime

En el antiguo monte Quimera arden desde tiempos inmemoriales las «llamas eternas de Turquía», las yanartas. En el subsuelo de este lugar cerca del valle de Olimpo y del Parque Nacional Costero de Beydaglari, faro de marineros, está parte del secreto de la energía limpia y barata que el hombre lleva buscando desde el descubrimiento del fuego.

Y es que este fuego perenne lo alimentan emisiones de metano al 87%, pero también de hidrógeno, entre un 7,5% y un 11%.

Y el hidrógeno es el elemento químico más abundante en la Tierra. Se encuentra de forma natural por todas partes, desde el agua hasta las plantas. Y, por supuesto, en cantidades ingentes en el subsuelo, con la ventaja de que este hidrógeno natural o blanco, y también denominado dorado, atendiendo a la paleta de colores con la que se califican sus distintos orígenes y métodos de obtención, se repone continuamente, a diferencia de otros depósitos de combustibles fósiles.

Proyectos de hidrógeno natural
Proyectos de hidrógeno naturalT. Gallardo / M. RosellóLA RAZÓN

Sin embargo, hasta hace poco más de una década se desconocía que pudieran haber grandes cantidades acumuladas de un vector energético que ha pasado a ser clave en la descarbonización, por su capacidad para almacenar energía capaz de ser empleada en un proceso libre de emisiones de dióxido de carbono.

De Mali a Francia

De hecho, el primer descubrimiento de hidrógeno blanco, considerado el petróleo del siglo XXI, no se realizó hasta 2012 y de forma accidental en Mali. Se descubrió que un pozo perforado décadas antes emitía hidrógeno natural casi puro. Mientras se buscaba agua en la aldea de Bourakébougou, al noroeste de Bamako, emanó un gas un misterioso. Un cigarrillo encendido junto al pozo provocó una explosión sin consecuencias graves y una llamarada azul perenne que no provocaba humo. Hoy, la aldea se abastece de hidrógeno limpio y se estima que en los alrededores hay reservas subterráneas ingentes.

Desde entonces, los geólogos de medio mundo –como Belerofonte a lomos de Pegaso– tratan de derrotar a la mitológica Quimera y extraer su fuego limpio, y experimentan cada vez más con la extracción de este gas natural, que se cree que se forma por reacciones agua mineral, de debajo de la superficie terrestre.

Al generarse de forma natural y reponerse solo, el precio de explotación es mucho más barato que el hidrógeno producido con combustibles fósiles o mediante electrólisis, gracias a otras fuentes como la electricidad en red (hidrógeno amarillo), la energía nuclear (hidrógeno rosa o morado) o las renovables (hidrógeno verde).

El problema es que los geólogos y expertos en exploraciones energéticas creen que las mayores reservas del que podría ser el combustible del futuro se encuentran en los mares y océanos.

Pese a todo, se cree que hay suficientes lugares en Tierra para explorar esta posibilidad, como remarca Michael Webber, catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Texas en Austin (Estados Unidos). En este sentido, además del descubrimiento de Mali, se han hallado yacimientos en Australia, Europa oriental, Francia, Omán, Estados Unidos y España.

El hallazgo en 2022 en las minas de carbón de Folschviller, al norte de la región francesa de Lorena, de una reserva de hidrógeno natural cuya concentración crecía a más profundidad marcó un nuevo hito en la exploración de este recurso.

Un equipo de investigadores del Laboratorio de GeoRecursos de la Universidad de Lorena, el Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS) y el productor de energía La Française de l’Energie descubrieron el yacimiento de hidrógeno mientras analizaban los niveles de metano en el suelo.

Los equipos perforan a mayor profundidad para averiguar exactamente cuánto hidrógeno hay. Al parecer, a 1.100 metros bajo tierra la concentración de hidrógeno alcanzaba un 14% y a 1.250 metros, un 20%. Las estimaciones apuntan a que a 3.000 metros la concentración de este gas limpio podría superar el 90%, lo que convertiría al yacimiento francés en una reserva natural casi inagotable y en el mayor conocido hasta ahora.

De hecho, se especula que el yacimiento contiene unas 46 millones de toneladas de este tipo de hidrógeno, lo que equivaldría a cuadruplicar el objetivo de producción de hidrógeno por electrólisis en Europa para 2030 y la mitad de la producción anual de hidrógeno gris del mundo, según el CNRS.

También en Estados Unidos, en la llanura costera de Carolina del Norte, se analiza el potencial de los yacimientos hallados.

España, bien posicionada

¿Y en España? Aquí, el proyecto Monzón, en la provincia de Huesca, es de gran importancia y coloca al país en una posición prestigiosa en el ámbito de la exploración de hidrógeno blanco.

Helios Aragón, una «startup» fundada por dos geólogos, pretende extraer hidrógeno en la localidad oscense y sus alrededores. Se espera que el yacimiento pueda producir hasta 1,1 millones de toneladas anuales de hidrógeno durante 20-30 años, generando un impacto económico más que significativo y numerosos empleos.

Pero este no es el único proyecto. Lejos de los Pirineos, se avanza en otro en la comarca de Ronda (Málaga). Claus Kohfahl, investigador del Centro Nacional IGME-CSIC Sevilla, explicaba recientemente a Efe que España y Andalucía «tienen la suerte» de estar bien posicionadas para contar con potenciales yacimientos de hidrógeno natural.

Además de en Huesca, otra zona de rocas ultramáficas con alto contenido de hierro está en las peridotitas de Ronda. El estudio, liderado por el catedrático de la Universidad de Málaga Iñaki Vadillo, apunta a un yacimiento de suficiente envergadura para hacer rentable su extracción.

Los expertos señalan que, de ser así, sería como contar con un «almacén de petróleo en el subsuelo», lo que daría independencia energética, con la diferencia de que su explotación sería mucho menos contaminante.

Esto daría lugar a un punto de atracción de industrias modernas con una alta demanda de energía y, por tanto, de generación de empleo y riqueza.

Uno de los retos que tendrá en el futuro el hidrógeno natural es que está en forma de gas de poca densidad con muy alto volumen y la reducción de su volumen a estado líquido requiere de una refrigeración que necesita mucha energía. Sin embargo, en principio se podría usar la infraestructura de transporte del gas natural, pero habría que restaurarla para eliminar riesgos. Un reto que se abordará si fructifica la extracción.

Un dólar por cuatro veces más energía que la gasolina

Un kilogramo de hidrógeno libera casi cuatro veces más energía que un kilogramo de gasolina, lo que lo convierte en un combustible muy eficiente. Además, es un vector energético limpio que solo produce agua cuando se utiliza, sin emitir más dióxido de carbono.

A nivel local, el hidrógeno natural podría ser utilizado en la industria y el transporte, siempre que se desarrollen las infraestructuras necesarias y se incentive la inversión en vehículos de hidrógeno. A nivel global, el gasoducto H2Med, un proyecto europeo para transportar hidrógeno verde, pasará cerca del yacimiento de Lorena, lo que plantea su posible distribución a gran escala.

El coste estimado para España es de un dólar por kilogramo, algo superior a los 0,5 dólares en yacimientos menos profundos.