Energía

El proyecto de mina de uranio de Salamanca despierta ante la expectativa de una cambio de Gobierno en las elecciones generales

Los títulos de la compañía se calientan en bolsa más de un 16% desde el viernes

Oficinas de Berkeley en Retortillo.
Oficinas de Berkeley en Retortillo.BERKELEYBERKELEY

El proyecto de mina de uranio de Retortillo (Salamanca) ha vuelto a tomar fuerza... al menos en el parqué. Las acciones de la compañía australiana que pelea desde hace años por ponerlo en marcha, Berkeley, han experimentado una importante subida, por encima del 16% con respecto a su cotización del pasado viernes, no tanto por la victoria electoral del PP en las elecciones municipales y autonómicas del pasado domingo sino ante la expectativa de un cambio de gobierno en las generales que se van a celebrar el próximo 23 de julio.

Los títulos de Berkeley cerraron la sesión del viernes en 0,25 euros y abrieron la del lunes en 0,26. Sin embargo, pasadas las once de la mañana, comenzaron a subir con fuerza coincidiendo con el anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, del adelanto electoral para finales de julio. En su escalada llegaron a tocar los 0,30 euros. Hoy se han estabilizado en los 0,29 euros. No es la primera vez que las acciones de Berkeley suben con fuerza tras una cita electoral. Ya ocurrió también en las pasadas municipales y autonómicas.

Un cambio de inquilino en Moncloa, una posibilidad ahora mismo real a tenor de lo que dicen los sondeos, abriría a Berkeley, al menos sobre el papel, una ventana de oportunidad para poner en marcha la mina de Retortillo. El proyecto ha sido vetado por el Ministerio para la Transición Ecológica, de quién depende la última autorización que la minera necesita para arrancarlo. El departamento de Teresa Ribera amparó su negativa en un informe del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que, en opinión de Berkeley, no justifica la posición del Gobierno. La minera considera que el documento del CSN alega "incertidumbres" que, según la minera, podrían haberse resuelto, tal y como le transmitieron a Transición Ecológica durante el trámite de audiencia que se celebró en el proceso por el que la minera recurrió la denegación del permiso en diciembre de 2021.

Desde el ministerio, sin embargo, se hicieron oídos sordos a estas peticiones de la compañía y se desestimó su recurso el pasado mes de febrero. En respuesta a esta notificación formal, Berkeley ha presentado un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional. En opinión de la compañía, el Ministerio ha desestimado la solicitud de su proyecto para Retortillo y el recurso administrativo "sin seguir el procedimiento legalmente establecido", sin tener en cuenta los distintos 'Informes de Mejora' que complementaron la solicitud inicial, lo que implica, según la empresa, que el rechazo "no es legal".

Pero la Audiencia puede no ser la última parada judicial del contencioso legal iniciado por Berkeley. La compañía también sopesa la opción de recurrir a un arbitraje internacional para defender sus derechos en un proyecto en el que asegura que ha invertido ya más de 100 millones de euros.

Pese a estos movimientos en los tribunales para defender sus intereses, la minera ha reiterado que sigue abierta a negociar con el Gobierno una solución. Según ha insistido recientemente, la compañía tiene "el potencial de construir sus instalaciones en Retortillo en menos de 24 meses y, en este corto periodo, la mina supliría totalmente la importación de uranio procedente de Rusia e incluso de otros países con gran inseguridad jurídica". Nuestro país, según datos de 2021 publicados por la Empresa Nacional de Uranio (Enusa) citados por Berkeley, importa un 29,1% de uranio de Rusia, un 34,4% de Kazajistán y un 14,6% de Uzbekistán, además de un 12,6% de Canadá y un 9,3% de Níger.