Banca

Gortázar reclama al Gobierno que vuelva a la "senda de disciplina y estabilidad en las finanzas públicas"

El consejero delegado de CaixaBank espera que el BCE no endurezca más su política monetaria, aunque no descarta que sí lo haga finalmente

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar
El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo GortázarRober SolsonaEuropa Press

El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha asegurado que la desaceleración que experimentará la economía española en los próximos trimestres no se traducirá posteriormente en una crisis, y anticipó que el segundo semestre de 2024 vendrá con una "reaceleración" que reflejará "un aterrizaje suave" tras el endurecimiento de la política monetaria. Así lo aseguró durante su intervención en los desayunos de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), donde reconoció que todas las proyecciones macroeconómicas están definidas por la palabra "cambio". En este contexto de incertidumbre, y en línea con las últimas previsiones, señaló que existen "síntomas de desaceleración" económica para los próximos meses. Esta será mayor en la eurozona, "donde en el tercer trimestre incluso se puede entrar en crecimiento negativo".

Aunque espera que se mantendrá por encima de Europa en crecimiento, las dificultades europeas pueden mermar las expectativas. "El hecho de que hablemos de una desaceleración o de alguna dificultad económica a veces en España nos lleva a pensar que viene una crisis y una situación de máxima dificultad y no es eso en absoluto. Lo que pensamos es que lo lógico es que tengamos un final de año de menor actividad y progresivamente, durante el año 2024, una reaceleración que no se notará al principio, pero que se acabará notando a final del año", expuso Gortázar. "De tal manera", prosiguió, "que el ritmo de crecimiento de la segunda mitad nos haga pensar que, en vez de la posible crisis que se produce cuando hay un endurecimiento tan grande de la política monetaria, pueda haber más bien un aterrizaje suave".

Ante este momento de desaceleración económica en Europa, el consejero delegado de CaixaBank ha apuntado que España presenta mejores cifras que el continente con un crecimiento del 0,5% trimestral pese a que se ven ahora síntomas de una desaceleración mayor marcada por la subida de tipos. "El encarecimiento de la política monetaria va a tener un impacto", ha resumido Gortázar, que ha apuntado que Alemania, con una economía potente pero dependiente de los mercados energéticos, ha pasado de ser la locomotora a actuar como "freno".

También ha reclamado la vuelta a una "senda de disciplina y estabilidad", una vez superada la situación de emergencia que supuso la pandemia y el impacto directo de la invasión de Ucrania, además de las actuaciones extraordinarias que conllevaron. "Se hace claramente imprescindible que las finanzas publicas en general en la eurozona tornen a una senda más ortodoxa", ha agregado Gortázar, que aunque ha dicho entender que situaciones extraordinarias requirieran en su momento "actuaciones extraordinarias", ha considerado necesario volver, tanto en España como en el resto de países europeos, a "niveles de endeudamiento adecuados y a una convergencia de déficit público". Ha incidido en que las medidas tomadas en su momento fue una "reacción clave" si bien ahora, "sin duda, volver a unos niveles de endeudamiento adecuados y a una convergencia del déficit público es necesario en España", y en otros países de Europa como Francia o Italia.

Respecto a la política monetaria del BCE, ha señalado que el mercado "asume" que a final del próximo año "pueden caer" los tipos. "En todo caso, si caen, caerán de los entornos del 4" a no menos del 3, ha valorado, en una alocución en la que se ha mostrado convencido de "que el capitalismo se reforme a sí mismo es imprescindible, es necesario" y a su parecer "está empezando a pasar". En este sentido, el consejero delegado de CaixaBank afirmó que espera que el BCE no endurezca más su política monetaria, aunque no descarta que sí lo haga finalmente.

En cuanto a la situación en España, "tenemos como país un sector financiero sano, sólido" y "bien encaminado", con bancos "rentables", una circunstancia positiva en tanto "el sector financiero es el aparato circulatorio" de la economía por lo que su buen funcionamiento redunda en el de las empresas y los agentes sociales.