Opinión

El legado envenenado del peronismo en Argentina: 140% de inflación, 40% de pobreza, el banco central sin reservas y una economía hundida

Milei debe acabar con una política fiscal confiscatoria con empresas y hogares, reducir los 165 impuestos porque las pymes pagan hasta un 100% de sus ventas y controlar el déficit estructural

Simpatizante de Javier Milei ALVAREZ JULIAN - TÉLAM 19/11/2023
Simpatizante de Javier MileiALVAREZ JULIAN - TÉLAMEuropa Press

Sánchez se ha negado a felicitar al ganador de las elecciones argentinas, Javier Milei, y Yolanda Diaz ha afirmado que «el pueblo argentino siente miedo e incertidumbre». Curioso, porque con el peronismo no había incertidumbre y miedo, sino certeza y pánico a los que han hundido el peso, creado un 140% de inflación, 40% de pobreza, dejado el banco central con reservas negativas y una economía hundida. La demostración más clara de que la izquierda no busca el bienestar del pueblo ni la democracia o el progreso, sino el control, es su apoyo entusiasta al peronismo que ha hundido a Argentina en la miseria y la inflación desbocada, y su defensa de todos los regímenes dictatoriales comunistas.

El agujero monumental que Massa y Fernández han dejado a Javier Milei es difícil de replicar. El propio Mauricio Macri explicaba que la herencia recibida es «peor» que la que él recibió de Cristina Fernández de Kirchner. Es la demostración del mal que es el peronismo, dejar el país arruinado y con una bomba de relojería al siguiente.

Conviene detallar el desastre que deja el peronismo: un déficit fiscal primario del 3% del PIB y un déficit total (intereses incluidos) que supera el 5% del PIB. Además, es un déficit estructural que no se puede reducir a menos que se rebaje el gasto público, que ya supone el 40% del PIB y se ha duplicado en la época del kirchnerismo. Del presupuesto, hasta un 20% es difícil de conocer dónde va y el gasto político se ha mantenido con Alberto Fernández, mientras el «ajuste» que anunció se hizo en más de la mitad a costa de las pensiones, según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal

La deuda del Gobierno supera los 400.000 millones de dólares, un máximo histórico, con el Riesgo País por encima de los 2.400 puntos básicos.

Massa y Fernández dejaron escasez de carne y gasolina en un país rico en petróleo y ganadería, lo que demuestra de nuevo lo que decía Milton Friedman: «Si el socialismo gestionara el desierto, se quedaría sin arena».

No podemos olvidar una inflación anual de 140%, completamente fuera de control por la política fiscal y monetaria extractiva y confiscatoria, y un aumento de la base monetaria de más de 493% en cinco años, según el Banco Central de Argentina.

Tampoco podemos olvidar el desastre de las reservas del banco central. El peronismo deja un banco central quebrado, con reservas netas negativas (-12.000 millones de dólares) y una bomba de relojería en los pasivos remunerados (Leliqs), que superan el 12% del PIB y suponen mucha más emisión monetaria a futuro y, con ello, más inflación. Todo ello además deja una pobreza en la sociedad superior al 40% de la población. Y ese Gobierno con esas políticas es lo que defendía y apoyaba la izquierda española.

Sergio Massa, al reconocer la derrota, dijo: «Mañana todo es responsabilidad del ganador». Pues no lo es. Milei ahora debe enfrentarse a este legado envenenado con decisión y valentía. Macri, que sufrió el error del gradualismo, afirmaba que no cabe lugar para medidas graduales, y tiene razón.

Primero, hay que acabar con el déficit. Y eso requiere un ajuste que cercene el gasto político sin destruir las pensiones, que es lo que hizo Fernández. Segundo, hay que acabar con el ridículo déficit comercial. Argentina debe abrirse al mundo y exportar como merece. Para ello hay que acabar con el estúpido cepo cambiario, los 15 tipos de cambio falsos que usaba el Gobierno para expropiar dólares a los ciudadanos y exportadores con tipos injustos y confiscatorios. Hay que bajar los impuestos en un país que tiene 165 impuestos y la cuña fiscal más alta de la región, en el que las pequeñas y medianas empresas pagan hasta un 100% de sus ventas. Un Estado confiscatorio y depredador. Hay que eliminar las trabas burocráticas, las medidas proteccionistas y las subvenciones políticas a los grupos cercanos al peronismo. Hay que atraer inversión, garantizando la seguridad jurídica y un marco regulatorio que sea atractivo y confiable, en el que no vuelva el fantasma de las expropiaciones y el robo institucional.

Los retos de Milei son muchos y se va a encontrar la oposición de los que quieren volver a convertir Argentina en Venezuela. Por ello Milei necesitará el apoyo y la ayuda de todos los países libres. Para que Argentina vuelva a ser una nación rica y próspera, no un erial de clientelismo peronista. En Argentina sobra socialismo y falta libertad. En España, también. Y otro legado envenenado de deuda y desequilibrios estructurales es lo que va a dejar Sánchez al siguiente Ejecutivo. Menos mal que no tenemos moneda propia y banco central que emita dinero porque, si no, hoy estaríamos como Argentina.