Macroeconomía

Madrid le saca ya 7.500 millones de PIB a Cataluña tras el "procés"

La economía madrileña abre la brecha frente a la catalana en otros 1.000 millones de euros y suma ya siete años en primera posición tras el «sorpasso» de 2017 en pleno proceso independentista

Comparativa del PIB
Comparativa del PIBA. CruzLa Razón

Madrid consolida el «sorpasso» económico a Cataluña, creciendo casi el doble desde 2010. Así, mientras la economía madrileña ha aportado un 1,5% al crecimiento nacional en los últimos 13 años, la catalana lo ha hecho un 0,8% –con datos de la Contabilidad Regional del INE con base 2022, el último año completo contabilizado–, consolidando el «sorpasso» que se produjo por primera vez en 2018 y que no se ha revertido. Esto ha propiciado que el PIB per cápita de Madrid lidere el ranking nacional, con 38.435 euros, seguida del País Vasco (35.832 euros), ambos por encima de Cataluña, que con 32.550 euros se situó en la cuarta posición entre Navarra (33.798 euros) y Aragón (31.051 euros). Una situación que cambia poco si la estadística tiene en cuenta las políticas públicas de impuestos y las prestaciones sociales. La región presidida por Isabel Díaz Ayuso también supera a la de Pere Aragonès en renta disponible per cápita, con 20.357 euros, un 25% superior a la media nacional y muy por encima de los 18.369 euros catalanes.

Este «sorpassso» se aceleró durante el año 2023. Según el avance de la Contabilidad Regional del cuarto trimestre, la economía madrileña creció el 2,9% del PIB, lo que supone cuatro décimas más que la media nacional (2,5%), con un aumento relevante en los sectores de la Construcción (+5,2%), Industria (+3,4%), Servicios (+2,7%) y Agricultura (+1%). La consejera de Economía, Hacienda y Empleo madrileña, Rocío Albert, apuntó esta semana que estos datos ponen de manifiesto «la fortaleza y dinamismo de la economía madrileña, hecho fundamental para el desempeño de la española. No podemos olvidar que somos el mayor motor del país, aportando uno de cada cinco euros del PIB estatal, casi el 20%».

Lo mismo ocurre si se toman como referencia los tres últimos meses de 2023, donde el aumento fue de un 0,9% en la región, tres décimas más que el anticipado para el conjunto del país y dos más que en Cataluña. Y en el comienzo de 2024, las cifras se mantienen en similar proporción pese a los síntomas de ralentización de la actividad y la previsión de la Consejería es que se cierre el trimestre con un crecimiento del 1,8%.

En datos anualizados del último ejercicio completo, la brecha del PIB entre ambas comunidades se ha agrandado aún más, en 955 millones –diferencia entre el PIB de 2022 respecto a 2023–, lo que sitúa ya a Madrid a una distancia de 7.514 millones por encima de Cataluña, al cerrar 2023 con un producto interior bruto de 269.302 millones, por los 261.788 de su homóloga del noreste. Un despegue que no ha dejado de crecer desde 2018 y que en 2023 se materializó en que Madrid volvió a crecer tres décimas por encima de Cataluña, 2,9% por 2,6%.

Por tanto, la economía capitalina ha crecido por encima de Cataluña con un millón menos de habitantes, con una capacidad industrial y turística inferior pero con unos servicios cada vez más robustos y una política impositiva más laxa de España, con reducción al mínimo del tramo autonómico y la desaparición o bonificación de la mayoría de impuestos cedidos, como Sucesiones, Donaciones o Patrimonio, además de ser la única región sin impuestos propios. En contraposición, la Generalitat ha convertido su región en un infierno tributario, con la mayor presión fiscal de todo el territorio. Así, Cataluña es la comunidad con más impuestos propios, una veintena, algunos de ellas declarados ya inconstitucionales y que incluye también los tipos de IRPF más elevados para las rentas bajas y medias.

De este modo, según los parámetros de la Tax Foundation sobre competitividad fiscal, la Comunidad de Madrid lidera el ranking con una nota de 7,43 puntos sobre 10, mientras que Cataluña lo cierra con un 4,7, es decir, un 40% de diferencia en presión fiscal.

Si las cifras que se cogen tienen que ver con el sistema común de las autonomías, la región madrileña es la más solidaria y la que más transfiere al régimen común. En concreto, es la que más aportó al Fondo de Garantía, con una contribución de 4.619 millones de euros, por los 1.697 millones que aportó Cataluña, que además fue la comunidad que acumuló un mayor déficit en las pensiones de la Seguridad Social, con un saldo negativo de hasta 4.371 millones de euros, mientras que Madrid tuvo un superávit de 1.536 millones y fue la región que más aportó a la «caja única». Además, la región madrileña aportó al Fondo de Suficiencia un 87% más que la catalana; y en el caso del Fondo de Competitividad, Madrid recibió 288.653 euros frente al 1.111 millones de euros que obtuvo Cataluña, según los datos territorializados aportados por Hacienda en las balanzas fiscales.

De este modo, se ratifica que Cataluña no está infrafinanciada, algo que sí podría decir la Comunidad de Madrid, ya que la región quintuplica su aportación a las arcas del Estado respecto a Cataluña, al contribuir con 5.177 millones de euros, frente al saldo en negativo de 146 millones de la región catalana. Esta cifra total es el resultado de la aportación a los cuatro fondos principales de la balanza fiscal: el fondo de garantía o caja común para financiar los servicios públicos, el fondo de suficiencia, que cubre el gasto autonómico y su capacidad fiscal, el fondo de cooperación y el fondo de competitividad.

Sólo con echar un poco la vista atrás, las cifras dejan en evidencia lo aportado por una región y otra, y desmonta la reclamación de la Generalitat de que su Gobierno está infrafinanciado y con un déficit fiscal de casi 22.000 millones de euros. Madrid ha aportado más de 49.000 millones al sistema de financiación autonómica desde 2009, año en el que se aprobó el modelo vigente. Es, con creces, la región que más ha contribuido a la «caja común» y lo ha hecho aportando 32.000 millones más que los gobiernos catalanes.

Además, Cataluña fue la comunidad autónoma más beneficiada por los fondos transferidos por el Estado durante el año 2023, sin que fuera la que más aportó al sistema común, siendo la que mayor deuda acumula por volumen total, la que mayor deuda per cápita tiene, la que más debe al Fondo de Liquidez Autonómico (FLA) y la tercera con una mayor deuda respecto al PIB.

Tampoco llegan buenas noticias para Cataluña en inversión extranjera, ya que Madrid lidera la captación de fondos procedentes del exterior, con 15.323 millones, más de 54% del total, que fueron 28.214 millones. Cataluña se sitúa en segundo lugar pero a años luz, con un total de 4.643 millones, pese a haber crecido un 17,9% respecto a 2022.

Aunque no hay datos concluyentes sobre la influencia real del proceso soberanista en la economía regional catalana, ya que la actividad ha seguido creciendo al mismo nivel que la media nacional, los analistas reconocen que Cataluña no sólo habría dejado de perder distancia con respecto a Madrid, sino que incluso podría haber recuperado parte de su capacidad de crecimiento. Pese a ello, queda claro que el «sorpasso» se produjo justo con el estallido del «procés» y ya no ha tenido marcha atrás. Como tampoco han vuelto las empresas que se vieron obligadas a salir de la región tras la proclamación fallida de independencia. En 2023, Cataluña volvió a repetir como la región que más empresas perdió por cambios de domicilio social. ¿Y quién ha vuelto a ser la región más beneficiada por ello?: la Comunidad de Madrid. Por algo será.