Sector aéreo

Vuelve el lío de los controles en los aeropuertos: las aerolíneas denuncian 4.500 vuelos perdidos por falta de policías e Interior lo niega

Las compañías aseguran que la escasez de efectivos ha afectado a 1.000 personas solo este fin de semana. El ministerio niega que falten funcionarios

Las largas colas para acceder a los controles de documentación y los vuelos perdidos han vuelto a repetirse este fin de semana a la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas y el enfrentamiento entre las aerolíneas y el Ministerio del Interior ha vuelto. Según ha denunciado hoy el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), Javier Gándara, más de 1.000 personas han perdido su conexión sólo entre el sábado y el domingo porque, según ha asegurado, no había suficientes efectivos de la Policía Nacional en los controles de documentación que tienen que pasar aquellos viajeros que llegan procedentes de vuelos de fuera de la Unión Europea.

El presidente de ALA, que asegura que en lo que va de mes las conexiones perdidas por esta causa rondan las 4.500, ha denunciado que "faltan efectivos policiales y cuando llegan vuelos intercontinentales, sobre todo de madrugada, se forman largas colas y se pierden sobre todo vuelos nacionales en conexión".

Para las aerolíneas, es completamente inaceptable que, sin que se haya iniciado la temporada alta y cuando todavía restan tres semanas para la Semana Santa se empiecen ya a dar estos problemas, que también se han detectado, aunque en menor magnitud, en la terminal 1 del aeródromo madrileño.

Gándara ha recordado que el verano pasado todo funcionó bien en el sector turístico español salvo esto y lo que temen es que los problemas en los controles de seguridad se puedan volver a repetir este año de forma generalizada en otros aeropuertos como el Málaga o el de Alicante cuando llegue el gran flujo de pasajeros británicos. "Pedimos los recursos necesarios para atender a la demanda, que se adapten a los vuelos", ha reclamado Gándara. El presidente de ALA ha recordado que, en el caso de España, más del 80% de los turistas llegan por vía aérea. Y que su primera percepción son colas interminables en los controles de seguridad o pérdidas de vuelos, la impresión que se va a dar no va a ser nada buena.

Interior lo niega

Las acusaciones de las aerolíneas han sido rechazadas por el ministro del Interior. Fernando Grande-Marlaska ha negado falta de recursos tras un acto de la Policía Nacional en El Vendrell (Tarragona). "Todo lo contrario. En determinadas fechas del año, en circunstancias concretas que hay mucho movimiento en el aeropuerto, vimos cómo no había falta de personal", ha explicado Marlaska. El ministro ha detallado que el año pasado había 362 funcionarios destinados al control del aeropuerto y que actualmente hay 451, y ha defendido que "la institución presta servicio adecuadamente". "Los retrasos no han sido por falta de efectivos. No ha habido ninguna petición ni queja relativa a la pérdida de vuelos en circunstancias que fueran motivadas por el control de documentación", ha añadido Marlaska. El ministro ha recordado que el pasado año ya se constató que no había falta de personal y que los retrasos en el control de pasaportes eran "casi imperceptibles".

Fuentes de Interior acusaron en un tono más duro a las aerolíneas de difundir "bulos" para encubrir su incapacidad para gestionar los vuelos y añadieron que esto se ha convertido "casi en una tradición" cuando se acercan fechas vacacionales. Respecto a lo ocurrido el fin de semana, estas fuentes explican que el domingo se produjo una concentración de pasajeros "fuera de lo habitual" debido a que en el tramo horario entre las 14.00 y las 17.00 horas hubo adelantos de algunos vuelos procedentes principalmente del continente americano y, a su vez, dos retrasos de otros vuelos. Por esta razón, hubo una aglomeración aproximadamente de 4.000 personas en esa franja horaria debido a once vuelos con el horario alterado desde ciudades como Lima, Dallas, Buenos Aires o México, así como Marrakech, Tánger o Casablanca. Estas colas, precisan, son "muy excepcionales". Desde Interior señalan que estos atrasos o adelantos de vuelos alteraron la dinámica de inspección de fronteras produciendo colas de pasajeros con una espera de unos 50 minutos, un tiempo que consideran que es aceptable en comparación con otros aeropuertos internacionales en situaciones similares.