Opinión

Mentiras y deudas autonómicas

Los políticos autonómicos que buscan el perdón de la deuda callan que, aunque lo consigan, la pagarán con todos los ciudadanos, lo mismo que los 1,568 billones de deuda pública

La deuda catalana con el Estado es la mayor
Mentiras y deudas autonómicasPlatón

François Rabelais (1483-1553), escritor, médico y monje más o menos heterodoxo para su época, fue un autor de éxito con sus libros sobre Gargantúa y Pantagruel. Algunos incluso lo ven como un precursor remoto del realismo mágico, ya que hace nacer a Gargantúa a través de la oreja de su madre, a los 11 meses de su gestación, sin que el relato rechine por ello. El autor francés también decía que «las deudas y las mentiras generalmente se mezclan». Cinco siglos después, algunos debates sobre la deuda autonómica hacen proféticas las palabras del creador de los dos gigantes glotones, con su punto incluso de realismo mágico, eso sí, más difícil de encajar en un discurso económico y también político que aspire al mínimo rigor.

Los «indepes» catalanes –los vascos son más discretos, jesuíticos en el caso de un PNV que ahora quiere parecer de izquierdas– están obcecados con sus peticiones máximas de amnistía y referéndum y plena competencia las huestes de Puigdemont con las de Junqueras. No está claro de hasta dónde le concederá Pedro Sánchez para que apoyen su investidura, pero cuando lo hagan –o incluso antes si creen que pueden rascar más– volverán a pedir la condonación de la deuda autonómica de Cataluña, por lo menos la que la Comunidad tiene con el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómico y que asciende a 71.852 millones de euros, sobre un total de 85.456 millones de euros. Ya lo pusieron encima de la mesa antes del verano, pero en algún momento volverán a la carga y es muy probable que otras Comunidades Autónomas (CCAA) intenten sumarse al carro, como la Valenciana, por mucho que ahora la presida el popular Mazón, y que también debe al Estado la friolera de 46.274 millones. Por supuesto, el presidente andaluz, Moreno Bonilla, con 25.276 millones de deuda con el FLA, también se apuntará si hay perdón y olvido para la deuda catalana. El resto de Comunidades tienen pendientes cantidades menores, aunque en algunos casos, como Castilla la Mancha y Murcia, los importes son elevados para sus respectivos tamaños. Sólo Madrid, el País Vasco y Navarra no tienen números rojos con el Estado porque cuando lo han necesitado, siempre han podido acudir a los mercados de capitales. El importe total de la deuda autonómica con el Estado es de 187.026 millones de euros, pero la deuda total de las Comunidades asciende a 322.209 millones, con Cataluña y Valencia otra vez al frente del pelotón de los deudores. Son cantidades en algunos casos, de difícil pago porque, por ejemplo, el presupuesto de ingresos no financieros de todas las CCAA para 2023 apenas llega a los 203.500 millones de euros y no cubre sus gastos.

La teórica condonación de la deuda autonómica encierra una mentira importante. En el caso de que se aplicara, pasaría al Estado, y entonces sería deuda de todos, también de los ciudadanos de las Comunidades a las que se les hubiera perdonado. Sus políticos podrían presumir de habérsela quitado de en medio, pero sería todo un engaño político y moral.

La deuda a la que tienen que hacer frente los ciudadanos de cada Comunidad es muy superior, porque también tienen que pagar –con sus impuestos–la de todas las Administraciones Públicas y que, según los últimos datos del Banco de España, que gobierna Pablo Hernández de Cos, ronda ya los 1,568 billones, con «b» de barbaridad de euros. En esa cifra, según el criterio más extendido y el que aplica la Unión Europea –el llamado Protocolo de Déficit Excesivo, PDE– incluye ya toda la deuda autonómica. Significa, sí, que puede considerarse deuda del país y su pago corresponde a todos. Por otra parte, la deuda de cada Comunidad –quizá sería más correcto decir, la de los habitantes de cada una de ella– es muy superior a la que figura en las estadísticas autonómicas. Los 1,568 billones de deuda total, igual que a veces se calcula cuanto correspondería a cada español, también podrían adjudicarse según la población o el PIB de cada Comunidad. Si, por ejemplo, se utiliza este último criterio, Madrid tendría una deuda repercutida de 305.011 millones de euros, seguida de Cataluña, con 298.224 millones; Andalucía, 208.958 millones; Valencia, 146.375 millones y País Vasco, 93.212 millones. Es decir, por su peso en la economía, los madrileños soportarían hasta diez veces más de la deuda solo autonómica, pero la de los catalanes aumentaría más de 3,5 veces, al pasar de los 85.456 a los 298.224 millones de euros. La cuenta también se puede hacer sobre la población de cada Comunidad y hay algunas diferencia, pero demasiadas. Es un asunto del que casi nadie habla, quizá porque «las deudas y las mentiras generalmente se mezclan», como advertía Rabelais.