Empleo

El mercado laboral envejece a toda velocidad: El número de trabajadores mayores de 55 años se dispara un 78% desde 2008

Además, hay cinco veces más autónomos sénior que jóvenes. Fundación Mapfre alerta de que la participación de jóvenes representa sólo el 16% del total de la población activa

Un obrero durante la construcción de una vivienda
Un obrero durante la construcción de una vivienda Eduardo Parra / Europa

La población española está envejecida y la fuerza laboral es un reflejo de ello. La caída de la natalidad y el aumento de la longevidad han convertido a los trabajadores sénior, de entre 55 y 70 años, en un pilar fundamental para garantizar la buena marcha del tejido laboral español. En concreto, el peso de estos empleados en la población ocupada se ha incrementado un 78% respecto a 2008, pasando de 2,3 millones a 4,1 millones, según el 'III Mapa de Talento Sénior' elaborado por Fundación Mapfre. En contraste, en el mismo periodo, el colectivo júnior ha pasado de 4,6 millones a 2,9 millones, lo que supone una disminución del 37% de jóvenes trabajando.

Además, la participación de los jóvenes en el mercado laboral ha descendido en los últimos años de forma considerable frente a la de los sénior. Actualmente, los jóvenes representan el 16% del total de la población activa y los sénior, el 20%, un fenómeno de "desjuvenización" del mercado laboral que se debe al cambio demográfico, la emigración de trabajadores cualificados, el fracaso escolar y las peores condiciones laborales de este colectivo.

El paro en el colectivo sénior crece

Pese a que estas cifras constatan el envejecimiento del mercado laboral, la discriminación por edad (edadismo) en el trabajo sigue penalizando a los perfiles sénior, cuya tasa de paro está subiendo, frente a la bajada del desempleo juvenil. Y es que, aunque los jóvenes representan el 30% de los desempleados españoles, con cerca de 900.000 parados, una cifra que se sitúa muy por encima de la que corresponde a los sénior (16,4%), que son 489.000, la tendencia es creciente entre los mayores.

Así, en el periodo de 2008 a 2022, se ha visto un incremento de 300.000 sénior desempleados, mientras que el colectivo júnior cuenta con 153.000 jóvenes desempleados menos. Además, el paro de larga duración es más intenso entre los mayores de 55 años, ya que más del 50% de los sénior lleva dos años o más en esta situación, frente a los jóvenes, donde la mitad lleva menos de seis meses.

Estos datos "reflejan las dificultades para trabajar que tiene este colectivo por razones de edad, así como la incidencia, todavía muy presente, del edadismo laboral en España, es decir, una forma de discriminación social en relación a la edad que afecta, especialmente, a las personas mayores", señala el informe.

Si se analiza la tasa de actividad en el total nacional, se puede observar cómo todavía es superior en el colectivo júnior (55,2%) frente al sénior (49,85%). Asimismo, destaca que la tasa de actividad de los sénior españoles es menor que la de los países de referencia en Europa.

Hay cinco veces más autónomos sénior que jóvenes

Si actualmente la cifra de sénior asalariados es un 70% superior a la de los júnior, al hablar de trabajadores autónomos la brecha se agranda. El número de autónomos sénior alcanza los 977.000, una cifra que es cinco veces superior al de jóvenes que trabajan por cuenta propia, que apenas llega a los 189.000. El informe atribuye esta mayor presencia de los sénior en el mercado laboral como autónomos a su apuesta por el emprendimiento como "opción en la que desarrollar sus especiales condiciones y capacidades".

Este emprendimiento se aprecia también en el porcentaje de mayores de 55 años que contrata, que alcanza al 35,4% de estos autónomos, muy por encima del 10,5% de los trabajadores por cuenta propia menores de 30 años que tienen empleados, lo que muestra que no para todos los sénior se trata meramente de "autoempleo".

Fuerte ocupación de los mayores en el sector servicios

En relación al sector de actividad, la "acusada terciarización" de la economía española determina la fuerte concentración de ocupados en el sector servicios, tanto entre los sénior (77%) como entre los júnior (81%). En cuanto al tipo de jornada, predomina el tiempo completo, tanto entre los mayores (89%) como entre los jóvenes (77,8%). Por su parte, la dedicación a tiempo parcial es reducida en ambos grupos, aunque es más habitual entre los jóvenes (22%) por la combinación de trabajo con estudios o por la inexistencia de alternativas mejores. En cambio, solo el 11% de los mayores de 55 años tiene jornada a tiempo parcial, una cifra muy inferior a la de los países europeos referentes en talento sénior como Suecia (32%) y Alemania (35%).

Durante la presentación de informe, la directora general de Personas y Organización de Mapfre, Elena Sanz, destacó que "la generación sénior actual, al venir de una cultura del esfuerzo y del ahorro, es también un verdadero motor económico en términos de consumo e inversión". Por ello, considera que "gobiernos, empresas e instituciones" deben invertir en este sector de la población para "fortalecer la demanda económica" y "la generación de empleo". Juan Fernández Palacios, director del Centro de Investigación Ageingnomics, respaldo esta propuesta para "evitar el derroche de talento sénior que se está produciendo actualmente en España".