Motor

Nissan se retira de la fusión con Honda y sufre fuertes caídas en Bolsa

El fracaso de las negociaciones desvanece el sueño de un tercer gigante automovilístico. Ambas firmas desmienten las alegaciones de desacuerdos irreconciliables filtrados por medios nipones y comunicarán su decisión a mediados de febrero

FILE - Nissan Chief Executive Makoto Uchida, left, and Honda President Toshihiro Mibe attend a joint news conference in Tokyo, Friday, March 15, 2024. (Kyodo News via AP, File)
Makoto Uchida (izq.), presidente y director ejecutivo de Nissan, y Toshihiro Mibe, presidente y director ejecutivo de Honda ASSOCIATED PRESSAgencia AP

El intento de fusión entre Nissan y su rival Honda parece haber fracasado, desmoronando el sueño de crear el tercer grupo automovilístico del mundo. La situación se complicó cuando Honda propuso repentinamente una adquisición total, lo que generó una firme oposición por parte de Nissan y llevó a la finalización de las negociaciones en curso. La decisión de concluir el acuerdo surgió tras la identificación de diferencias significativas en torno a la estructura de la empresa conjunta. Finalmente, según el diario nipón Nikkei, Nissan se retirará del memorándum de entendimiento (MOU) que había estado vigente desde finales de diciembre.

Este desenlace refleja no solo las diferencias estratégicas entre ambas compañías, también las dificultades inherentes a la creación de alianzas en un sector tan competitivo. La ruptura de estas negociaciones deja en el aire las aspiraciones de consolidación en la industria automotriz y plantea interrogantes sobre el futuro de ambos fabricantes en un mercado en constante evolución.

Con todo, ambas automotrices han salido al paso del informe del diario Nikkei, desmintiendo las alegaciones de desacuerdos irreconciliables en sus tratos. Han asegurado que la información filtrada no se basa en hechos comunicados oficialmente y que están trabajando para establecer una dirección clara para su integración, con un anuncio programado para mediados de febrero. Sin embargo, este episodio reaviva preocupaciones sobre la capacidad de Nissan para afrontar su crisis sin apoyo externo. La japonesa se encuentra en medio de una profunda reestructuración, que incluye la eliminación de 9.000 puestos de trabajo y una reducción del 20% en su capacidad de producción global. Unas decisiones drásticas que buscan estabilizar una compañía que ha lidiado con numerosos desafíos en los últimos años.

Este ambicioso proyecto de fusión, que prometía revolucionar el panorama automotriz global, ha tropezado con serias dificultades. Anunciado inicialmente con grandes expectativas, el plan para crear el tercer grupo automovilístico del mundo pareció desvanecerse tras el aplazamiento del anuncio sobre su dirección de integración, previsto para mediados de este mes. Este giro contrasta con el compromiso previo de ambas marcas de desvelar detalles concretos a finales de enero, lo que ya insinuaba una desaceleración en las negociaciones. Con la aspiración de establecer una sociedad conjunta y formalizar su unión para 2026, la integración podría haber catapultado a la nueva entidad al tercer lugar en el ranking mundial de fabricantes por volumen de ventas, superada únicamente por los gigantes Toyota y Volkswagen.

Apenas 40 días después de su audaz comunicado, las negociaciones han alcanzado un estado de tensión crítica. La presión sobre Honda proviene de sus accionistas, quienes exigen un control total sobre Nissan para revitalizar a este fabricante debilitado. Sin embargo, las discrepancias sobre la estructura de la unión se han convertido en un obstáculo insalvable.

Al parecer, la última propuesta se aleja notablemente del plan original de crear un holding de propiedad conjunta, un modelo diseñado para preservar la identidad de la marca Nissan y mantener su autonomía operativa. Este cambio ha alimentado el descontento y las fricciones desde el inicio de las conversaciones, cuando las partes comenzaron a abordar cuestiones delicadas relacionadas con la proporción de capital y la valoración de activos.

Las tensiones inherentes a estos debates reflejan la complejidad del panorama automotriz contemporáneo, y la fragilidad de las alianzas estratégicas en un sector donde la innovación y la competencia son ferozmente intensas.

La semana pasada, Renault instó a Nissan a renegociar con Honda una prima más elevada por su participación, buscando facilitar que la firma japonesa cediera el control a su competidor. Esta presión se enmarca en la preocupación de la automotriz francesa por la prolongación de las discusiones, ya que necesita concentrarse en la reactivación de su propio negocio.

Inicialmente, Nissan presentó el proyecto como una "fusión entre iguales", con el objetivo de convencer a las diversas facciones dentro de su grupo sobre la integración. Sin embargo, fuentes cercanas a Renault han revelado al Financial Times que, en realidad, la propuesta implicaba una asunción de control por parte de Honda sobre su socio japonés.

Los recientes resultados financieros de Nissan han llevado su capitalización bursátil a caer a solo una quinta parte de la de su competidor. Esta situación ha alterado significativamente el equilibrio de poder en las negociaciones entre ambas compañías, generando un contexto en el que la automotriz en apuros se encuentra en una posición vulnerable.

Los inversores han castigado a Nissan por su retirada de la fusión con fuertes caídas en Bolsa. Las acciones de Honda experimentaron un notable aumento del 8,19% en la Bolsa de Tokio al cierre de la sesión del miércoles. Este repunte se produjo en medio de la controversia sobre su posible fusión, que llevó a Nissan a retroceder un 4,87% tras la filtración de que se había retirado.

Antes de concluir la jornada, los títulos de Honda llegaron a experimentar un crecimiento del 12%, aunque este avance se moderó hacia el final de la sesión. Por su parte, Nissan enfrentó una situación crítica, llevando a la compañía a suspender temporalmente sus operaciones a las 14:49h (5:49 GMT) debido a la caída abrupta en el valor de sus acciones.