
Macroeconomía
La OCDE recorta el crecimiento de España para 2025 ante el parón económico y la guerra arancelaria
Sus expertos avisan de que solo se ha conseguido una "leve consolidación fiscal" , muestra sus dudas sobre el gasto en defensa anunciado y creen que los riesgos para España "son elevados"
España tampoco se libra de las tensiones geopolíticas y pese a su menor exposición a la guerra arancelaria, la ralentización económica también incidirá en un menor crecimiento. Así lo prevé la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha revisado dos décimas a la baja su pronóstico de crecimiento para España en 2025, hasta el 2,4%, y para 2026, el 1,9%, con lo que marca un punto de inflexión con respecto a la tendencia desde hacía dos años. Estas proyecciones de la OCDE son inferiores a los cálculos del Gobierno, que espera un crecimiento del 2,6% este año y del 2,2% el que viene.
En concreto, los analistas de la OCDE proyectan que el PIB de España se moderará gradualmente ante la desaceleración de las exportaciones a causa de una menor demanda internacional y por el efecto negativo de los aranceles implementados por la Administración Trump, aunque mantiene que el ritmo de expansión de la economía española seguirá siendo "sólido" y muy por encima del estimado para las demás grandes economías avanzadas. La progresión de las exportaciones se ralentizará del 3,1 % en 2024 al 2,2 % en 2025 y en 2026), mientras que las importaciones se van a acelerar al 2,4 % en 2024 al 3,3 % en 2025, lo que provocará que el comercio exterior reste este año tres décimas al PIB. "Los riesgos a la baja siguen siendo elevados, en particular debido a la escalada de las tensiones geopolíticas y comerciales, que podrían frenar aún más la demanda externa, aumentar la incertidumbre y retrasar las inversiones vinculadas al Plan de Recuperación", avisa la OCDE.
En concreto, se prevé una desaceleración del crecimiento de las exportaciones debido a la débil demanda de los principales socios comerciales de España y al reciente arancel efectivo del 10% impuesto por Estados Unidos a los productos de la UE y a tipos sectoriales de hasta el 25% para la automoción y el acero. La OCDE destaca que la exposición directa de España a esta guerra comercial es "limitada", ya que las exportaciones españolas de productos a Estados Unidos solo representaron alrededor del 1% del PIB en 2024, aunque advierte de que las exportaciones de maquinaria y productos agroalimentarios "aún podrían verse afectadas".
Pese a ello, estiman que el crecimiento de España será superior al de la media de la zona euro, del 1% este año y el 1,2% el que viene. También superará el de Alemania (0,4% en 2025 y 1,2% en 2026), el de Francia (0,6% y 0,9%) y el de Italia (0,6% y 0,7%). El crecimiento español no superará a la media de toda la OCDE, del 2,9% en cada uno de los ejercicios. Así, el crecimiento nacional se verá impulsado principalmente "por la demanda interna, respaldada por un mercado laboral sólido, el aumento de los ingresos reales y un alto nivel de ahorro de los hogares". A ello, la OCDE suma la llegada de nuevos fondos europeos del Plan de Recuperación, que unido a la reducción de los tipos de interés impulsarán la inversión, aunque sí que advierte de que "los retrasos en la ejecución y las condiciones financieras globales más restrictivas podrían limitar la recuperación".
En cuanto a la inflación, la OCDE prevé que baje una décima este año respecto a las anteriores proyecciones, hasta el 2,4%, y dos décimas el que viene, para quedarse en el 1,9%. El organismo explica el descenso por la bajada de los precios de los alimentos y la energía y la limitación de las presiones salariales. La inflación 'core' -excluyendo alimentos, energía, alcohol y tabaco- se situará en el 2,3% este año y el 2% el que viene. La tasa de paro seguirá en dos dígitos -el único país de la UE en estas cifras- y se situará en el 10,7% este año y el 10,1% el que viene, marchando una tendencia a la baja respecto a los años inmediatamente precedentes.
Respecto al déficit público, este se situará en el 2,8% del PIB este año, desde el 3,2% de 2024, y bajará hasta el 2,3% en 2026. Los economistas de la Organización advierten de que la reducción del déficit se sustenta mayoritariamente "en mayores ingresos por la creación de empleo y por el aumento de la presión fiscal", además de por la desactivación de la mayoría de las medidas temporales de ayuda por el repunte de la inflación y la disminución del gasto asociado a la DANA y a la crisis energética, que solo han conseguido "una leve consolidación fiscal". También apunta que la mejora de las cuentas públicas debería traducirse en que la deuda pública pasará por debajo del listón simbólico del 100 % del PIB en 2026.
Las proyecciones de la OCDE también muestran su preocupación sobre el anuncio del presidente del Gobierno de aumentar gradualmente el gasto en defensa en 2025 y 2026, con unos 11.000 millones, y por las iniciativas gubernamentales para ayudar a los sectores afectados por las tensiones comerciales, por un total de 14.000 millones de euros (0,9% del PIB), canalizándose la mayor parte del apoyo a través de planes de garantía y préstamos.
El economista jefe de la OCDE, Álvaro Pereira, ha indicado que pese a que "España continúa teniendo un gran crecimiento por el consumo, por el turismo y por el aumento muy fuerte de la población por la inmigración", también ha afeado al Gobierno que, al mismo tiempo, la evolución de la renta per cápita de los españoles "no está creciendo mucho". Además, reclama que el Ejecutivo de Pedro Sánchez que tiene que hacer más esfuerzos para equilibrar sus cuentas públicas porque "la deuda es alta y está bajando poco", sobre todo teniendo en cuenta que "hay muchas presiones para incrementar el gasto en defensa y afrontar el envejecimiento de la población y la transición energética y climática". España es el quinto país entre los miembros de la organización en los que más van a crecer las necesidades de financiación por el envejecimiento demográfico, por los gastos en pensiones, sanidad o dependencia, sólo por detrás de Austria, Eslovaquia, Luxemburgo y Polonia. En concreto, la OCDE calcula que entre 2025 y 2050 esas partidas absorberán casi siete puntos del PIB potencial. Asimismo, considera "fundamental" que España mejore su productividad, ya que su fuerte crecimiento de la actividad de los últimos años se debe en buena medida al aumento de la población y no tanto a un incremento económico por habitante.
"Es fundamental aumentar la productividad y hacer reformas importantes para que España pueda continuar creciendo. Pero no solo en términos absolutos, sino también en términos relativos, en términos de PIB por persona. Eso es muy importante", ha subrayado Pereira a la prensa española tras la presentación del informe de Perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Pese a las advertencias de la OCDE, el Ministerio de Economía mantiene su optimismo porque la española será la economía desarrollada que más crezca este año "a pesar del impacto del shock comercial. En un contexto internacional marcado por la revisión a la baja de las previsiones económicas a nivel mundial por la incertidumbre y el impacto del nuevo entorno comercial internacional, España seguirá liderando el crecimiento entre las principales economías europeas".
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