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Industria ferroviaria

La plantilla de Talgo, un polvorín

La incertidumbre se apodera de los trabajadores ante la inconcreción de la operación de Sidenor auspiciada por Óscar Puente

Instalaciones fabriles de Talgo ADRIAN RUIZ HIERROEFE

La incertidumbre se ha apoderado de la plantilla de Talgo, que se ha convertido en un polvorín. La inconcreción de la compra del 29,7% del capital que controla el fondo Trilantic por parte de Sidenor ha desatado el nerviosismo entre los trabajadores del fabricante de material ferroviario que, además, no reciben tampoco explicaciones de la dirección que les tranquilicen.

Según ha podido saber LA RAZÓN, el pasado martes se celebró un encuentro entre los sindicatos y la empresa que, lejos que apaciguar los ánimos, contribuyó a aumentar la sensación de incertidumbre de los empleados. En el encuentro, los representantes de los trabajadores requirieron a la compañía información respecto al proceso de compra del paquete mayoritario de las acciones de Talgo por parte del consorcio vasco liderado por Sidenor. A mediados de febrero, se anunció un preacuerdo entre ambas partes que, según aseguró el Gobierno vasco, miembro del consorcio comprador, se iba a sustanciar en un par de semanas. Pero casi tres meses después, la operación auspiciada por el ministro de Transporte, Óscar Puente, tras vetar la OPA lanzada por la húngara Ganz Magav Europe; sigue en el aire por los obstáculos que representan la sanción de 116 millones impuesta por Renfe a Talgo por el retraso en la entrega de los trenes de alta velocidad Avril y la deuda bancaria de la compañía.

Respecto a este punto, la dirección no aportó a los sindicatos dato alguno a pesar del malestar que hay entre la plantilla por la opacidad de las negociaciones.

Al hilo de la penalización, tampoco se aclaró a los representantes de los trabajadores si podrán finalmente percibir la compensación que negociaron en sustitución de la paga de beneficios de 2024, que la empresa no va a abonar dado que está ligada a que sus resultados sean positivos, algo que impidió la multa impuesta por la operadora pública. Talgo y los sindicatos acordaron en lugar de esta paga una compensación económica extraordinaria para los empleados del fabricante ligada al resultado de las negociaciones que mantiene ahora mismo con Renfe para reclamarle una serie de compensaciones sobre las que no ofreció más detalles pero que podrían tener que ver también con el contrato de los Avril.

Reclamaciones y pedidos

En una reciente carta enviada por el presidente de Talgo, Carlos Palacio, al de Renfe, Álvaro Fernández Heredia; para que reconsidere el asunto de la penalización, Palacio le reitera a Heredia la necesidad de resolver unas reclamaciones que efectuó el fabricante a la operadora por el incremento de los costes de los materiales y la aplicación de un "autodescuento" por parte de la operadora ferroviaria pública, que alegó que los trenes que pidió eran iguales, "cuando la realidad demostrable es que no fue así".

En el encuentro también se abordaron otros asuntos delicados de la compañía, como el de su capacidad de fabricación. Desde Talgo se transmitió que sus centros de Madrid y Álava tienen capacidad suficiente para asumir los contratos pendientes y que, con las incidencias típicas, se están abordando con normalidad, si bien, según ha podido saber este periódico, entre los trabajadores no existe la misma percepción. Talgo tiene ahora mismo su cartera de pedidos en máximos, con más de 4.000 millones de euros. Y como aseguran fuentes de la misma, le urgen aumentar su potencia fabril no sólo para cumplir en plazo con los encargos que ahora tiene sino para optar a otros nuevos. La oferta vetada de Ganz Magav Europe incluía varias miles de metros cuadrados de instalaciones fabriles para aumentar la capacidad de fabricación de Talgo. El consorcio que lidera Sidenor, sin embargo, se ha limitado a comunicar que una vez que se cierre la operación, será cuando aborden un plan industrial para la compañía.