Jubilación
La receta para salvar las pensiones
La AIReF pronostica que con tres décimas adicionales de crecimiento sostenido se lograría reducir en 29 puntos la deuda a mitad de siglo. Advierte de que el envejecimiento reducirá la recaudación tributaria
La reforma de las pensiones elaborada por el Gobierno no ha dejado satisfecho a casi nadie. Especialmente a los guardianes de las cuentas del Estado, el Banco de España y la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), muy críticos con las cuentas de ingresos elaboradas por el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá.
Ambas instituciones consideran que Escrivá ha sobredimensionado, por no decir inflado, el efecto de las medidas adoptadas y minusvalorado el impacto de las variables más costosas, como la revisión de las pensiones con el IPC o el desembarco de cinco millones de pensionistas en el sistema en un lapso de algo más de un decenio.
En concreto, el informe de la AIReF sobre la reforma de las pensiones fue demoledor: no cubre los gastos por el envejecimiento, aumentará el déficit y disparará el gasto en pensiones al máximo del 16,3% del PIB con una deuda de hasta el 186% en 2070. En definitiva, Escrivá ha agravado el problema por no introducir medidas dolorosas.
Sin embargo, la presidenta de la AIReF, Cristina Herrero, ha indicado que con sólo tres décimas más de crecimiento adicional y sostenido de la economía reducirían en 1,3 puntos el gasto en pensiones y en 29 puntos la deuda del Estado sobre el escenario base que maneja el organismo para 2050.
En su intervención en un foro organizado por Mapfre, Herrero ha subrayado que la inacción podría elevar la deuda al 150% ya en 2050, no sólo como consecuencia del gasto en pensiones sino del mayor coste sanitario por la presión del envejecimiento de la población, lo que pondría en serio riesgo de colapso a las finanzas públicas.
A pesar del planteamiento positivo de la AIReF -que plantea un escenario con un flujo migratorio elevado, una tasa de paro del 7% en 2050, una mayor tasa de participación femenina en el empleo y de los trabajadores de más edad-, el supervisor señala que el descenso de la población en edad de trabajar a partir de 2030 y el consiguiente aumento de la tasa de dependencia reducen la capacidad de crecimiento vinculada al trabajo. En este sentido, la AIReF proyecta un crecimiento medio del 1,3% entre 2022 y 2070.
Por su parte, los ingresos tributarios elevarán su peso sobre el PIB desde un 36% en 2026 hasta un 38,2% en 2050 por la progresividad del IRPF y las medidas de incremento de las cotizaciones sociales en los últimos meses. Pero Herrero ha advertido que el envejecimiento puede también influir en el la capacidad recaudatoria de Hacienda pues impacta en el consumo, en la composición de las rentas y en la riqueza general.
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