La reforma de Escrivá no cubre la mitad de las pensiones del "baby boom"

El gasto mensual en pensiones ha vuelto a batir un récord. Sin contar a las clases pasivas funcionariales, la nómina de las pensiones contributivas de marzo ronda los 12.000 millones de euros. En concreto,el gasto ascendió a 11.945,6 millones de euros, el 11,7% del PIB en los últimos doce meses y un 10,8% más que en marzo de 2022. Con estos desembolsos, la cuantía total en pensiones contributivas rondará los 170.000 millones de euros a final de año.

Hace apenas diez años, el gasto mensual en marzo era de 7.883 millones de euros con 5,5 millones de jubilados y 9,1 millones de pensiones contributivas totales. Hoy ese gasto está en esos casi 12.000 millones mensuales para 800.000 jubilados más y 10 millones de pensiones totales. El impacto de esos 800.000 jubilados ha supuesto un desembolso adicional –como consecuencia de la revalorización de las pensiones con el coste de la vida y otras medidas de gasto expansivas– de más de 3.300 millones de euros cada mes en pensiones de jubilación.

Sin remontarnos un decenio, esas políticas expansivas han supuesto que solo en los tres primeros meses del año el coste de las pensiones contributivas haya supuesto casi 3.500 millones de euros más que en los tres primeros meses de 2022. Con estos datos, teniendo en cuenta que las proyecciones apuntan a que antes de mediados de siglo se «ganarán» al menos cinco millones de nuevos jubilados netos, procedentes de las cohortes del «baby boom», aquellas nacidas en pleno «desarrollismo», cuando entre 1957 y 1977 vinieron al mundo en España 14 millones de niños, el gasto se multiplicará.

Esa contingencia, que los millones de nuevos jubilados proceden del «desarrollismo», hace que la cuantía de sus derechos adquiridos sean muy superiores a los de las generaciones anteriores. La pensión media de los nuevos jubilados está en los 1.524 euros con datos de febrero, el último avanzado ayer por la Seguridad Social.

Según el último informe de la Autoridad Fiscal, que ha supuesto un varapalo a la reforma de sostenibilidad del ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, el gasto en pensiones empezará a acelerarse en 2035, con un máximo del 16,3% del PIB en 2049. De hecho, la Airef advirtió de que las reformas aprobadas entre 2021 y 2023 suponen un incremento del déficit de 1,1 puntos de PIB en 2050 y de un punto en 2070.

Según el organismo, al final del periodo transitorio de cada medida, la reforma supondrá 0,9 puntos de PIB de impuestos adicionales, es decir, unos 12.000 millones tomando la cifra del Producto Interior Bruto de 2022. El Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) –un aumento de las cotizaciones sociales de 1,2 puntos para todos– supondrá un aumento de la recaudación de 4 décimas de PIB. El incremento de las bases máximas de cotización generará ingresos por otras 4 décimas de PIB y la cuota de solidaridad (cotización de entre 5,5% y el 7% a las rentas que excedan la base máxima) aumentará los impuestos al trabajo en 1 décima. La reforma al sistema de cotizaciones de autónomos recaudará 5 décimas de PIB.