Derecho laboral

Yolanda Díaz pacta con los sindicatos la jornada de 37,5 horas en 2025: "Los jóvenes no quieren más salarios, sino más tiempo libre"

"Es un avance que se estudiará en las universidades", afirma la ministra de Trabajo. La Inspección de Trabajo accederá en tiempo real a la jornada de los trabajadores

El país con el mayor número de desempleados de Europa y de todas las grandes economías de la OCDE (con un 11,21%) y con la mayor tasa de paro juvenil (26,7% de menores de 25 años sin trabajo) se permite lujos de pleno empleo.

«Spain is different», el viejo lema sigue vigente. Sólo así se entienden las prisas de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por rebajar la jornada laboral a 37,5 horas sin reducción salarial y en un año, pese a tener 3,2 millones de parados reales, según Randstad Research, una diferencia de más de 700.000 personas respecto al paro oficial que enmascara con la figura de los fijos-discontinuos, el paro discontinuo de toda la vida.

Tras un tira y afloja con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha pisado el acelerador para lograr un acuerdo con CC OO y UGT para reducir la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales en un pacto que de nuevo deja fuera a quien paga esta reducción: los empresarios. La patronal CEOE rechaza la medida, después de que no se contemplara ninguna de sus propuestas.

En el acto de firma, en el Ministerio de Trabajo, Díaz ha remarcado que no se trata de un acuerdo más. "Hace progresar a nuestro país. Es una gran conquista que se va a estudiar en todas las universidades del mundo", ha dicho junto a los secretarios generales de CC OO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente.

Díaz ha incluso agradecido a la patronal CEOE que haya estado presente en las "tediosas" reuniones sostenidas durante 11 meses, pese a que no se ha sumado.

De este modo, a finales de 2025 estará vigente para todos los trabajadores la jornada de 37,5 horas, en virtud de lo establecido en el acuerdo de gobierno entre PSOE y Sumar. El ministro Cuerpo apuesta por una aplicación gradual que podría irse más allá de 2025, según reconoció ayer la propia ministra.

Movilizaciones si no se aprueba en el Parlamento

En cualquier caso, este acuerdo no implica que la reducción salga adelante en los parámetros firmados. Trabajo tendrá que llevar al Parlamento las 37,5 horas para su aprobación, con la duda de qué harán formaciones como Junts, más proclive a las tesis que defienden los empresarios y el propio Cuerpo, y con los reparos del PNV, que ve complicada la aplicación de la norma a las pymes.

Por si acaso, tanto Sordo como Álvarez han advertido sobre la tentación de que la CEOE o los grupos parlamentarios "diluyan" la norma durante su paso por el Congreso e incluso han amenazado con movilizaciones si no sale adelante. "No es imposible que acabe bloqueada en las Cortes", ha admitido Sordo.

Díaz ha justificado la medida porque "es el momento de repartir la productividad" ya que no se reducía la jornada desde hace 40 años "pese a que se produce más y mejor que en 1983". "En estos 40 años la productividad por hora trabajada ha crecido por encima del 50% y esa productividad no ha llegado a las personas trabajadoras", ha incidido.

"Trabajar menos no puede ser una prerrogativa de la gente de la banca, de las consultorías de 3 millones de empleados públicos o de las grandes empresas. Se acabó que haya trabajadores de primera y de segunda".

Y es que, según Díaz, las nuevas generaciones no quieren "ganar más salarios, sino más tiempo de vida". En un tono casi peronista, Díaz ha asegurado que no se trata de una medida económica, sino de construir un país mejor. "No nos da la vida. Vamos a cuidarnos más y disfrutar un poco más de la vida, para esto vale la política. De esto va la cosa pública", ha añadido en coincidencia con Pepe Álvarez, para quien "el ocio es una de las principales fuentes de riqueza" de España.

Además, la vicepresidenta ha afirmado que la reducción de la jornada, en contra de quienes auguran una "hecatombe", "mejora la productividad, la economía crecerá".

Por su parte, Sordo ha manifestado que es consciente de que la reducción de jornada es más una reivindicación de quienes tienen sueldos medios y medios-altos. "España tiene un problema de bajos salarios. Por eso este acuerdo es de reducción de jornada sin reducción de salarios. No se puede absorber con la reducción de pluses. Sabemos que entre quienes tienen salarios bajos o muy bajos es una reivindicación difusa porque priorizan la subida de sus salarios".

Desconexión y registro horario

Junto a la rebaja de jornada sin recorte salarial, esta reforma del tiempo de trabajo contemplará además el derecho a la desconexión digital de los trabajadores, mayores costes en las sanciones al incumplimiento de los horarios -con un coste individualizado que desincentivará el uso fraudulento del tiempo de trabajo- y la mejora del registro horario.

El acuerdo propone establecer es un registro horario telemático, al que pueda acceder en remoto la Inspección de Trabajo, para garantizar que se cumplen las jornadas establecidas. En este sentido, Díaz ha declarado que la Inspección de Trabajo sabrá en tiempo real la jornada laboral de todos los trabajadores.

En este sentido, Sordo ha apostillado que "necesitamos garantizar que hay un acceso fiable, directo e inmediato a los datos de registro del horario. En el siglo de la IA, no es de recibo que sepamos si hay una piedra en Marte y no sepamos evaluar si una empresa que trabaja de cara al público cumple con los horarios de trabajo".

Objetivo: 32 horas, 4 días a la semana

Pepe Álvarez también ha incidido en la importancia "clave" del control horario. "Espero escuchar a la CEOE defender lo que defendían, que para ellos el control horario era fundamental para acabar con la competencia desleal. Vamos a por ello. Vamos a hacer un control horario serio. Sabemos que hay empresas que necesitan una flexibilidad. Que no tengan problemas, no va a ser una regulación arcaica. Eso es una cuestión y otras es irse de las horas pactadas", ha concluido, advirtiendo antes que UGT seguirá "trabajando por una jornada de 32 horas semanales en cuatro días a la semana".