
Opinón
Vacaciones forzosas en las fábricas chinas por los arcanceles de Trump
La fuerte caída de pedidos desde EE UU está provocando lo que algunos ya llaman una crisis laboral silenciosa
La maquinaria industrial china está soportando presiones muy significativas debido a los aranceles de EE UU, lo que está tensando las relaciones entre ambos países, sin perjuicio de lo que sufrirá el resto del mundo. Las fábricas chinas están dando vacaciones temporales a sus empleados dada la caída en la demanda de exportaciones que están sufriendo. No son pocas las fábricas que se dedican a plásticos, electrónica de consumo, electrodomésticos y productos textiles que están llevando a cabo reducciones de turnos de trabajo, suspensiones de planta de producción y obligando a sus trabajadores a tomarse unas vacaciones no remuneradas, que algunos ya llaman una crisis laboral silenciosa.
Todo ello, por la fuerte caída de pedidos desde EEUU, que representa el 15% de las exportaciones de China. No es algo menor y el impacto estimado se podría traducir en una reducción de hasta un 30% de las exportaciones de China hacia EE UU mostrando que la Serpiente de Madera, símbolo de la fuerza y la capacidad de crecimiento, en este año chino, quizás está dormida.
Lo irónico es ver cómo unos aranceles impuestos para proteger las empresas y empleos norteamericanos terminan dejando sin sustento a comunidades de otras partes del mundo, lo que representa todo un guiño a la paradoja de la globalización, pues podría estar desangrando a la fábrica del mundo y obligando a China a reducir su crecimiento y aumentar su endeudamiento debido al incremento esperado de su déficit por la necesidad de aumentar el gasto que permita financiar estímulos que serán necesarios para amortiguar la situación.
Si sigue esta situación, va a obligar a reestructurar las cadenas de suministro globales, lo que conllevará un proceso acelerado de deslocalización industrial hacia otros países como India o Vietnam, con los que existen acuerdos comerciales más estables. Toda una ironía del libre mercado donde China puede que tenga que replantearse su papel como proveedor global pero los efectos del fuego amigo pueden ser devastadores para otras economías, ya que algunas instituciones como el FMI o el Banco Mundial están rebajando sus previsiones de crecimiento mundial durante el presente año.
Juan Carlos Higueras es doctor en Economía y Vicedecano de Estudiantes y Programas en EAE Business School
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