De víctima a gran beneficiada: Maersk dispara sus previsiones por el impacto en las tarifas de la crisis del Mar Rojo

Maersk ha hecho bueno aquello de que toda crisis es una oportunidad. El conglomerado danés AP Moller-Maersk, dueño del segundo mayor operador de transporte marítimo de mercancías, ha pasado de vivir en vilo por la situación desatada por los ataques de las milicias hutíes en el Mar Rojo como respuesta a la operación militar de Israel en Gaza a sacar tajada del encarecimiento de los fletes provocado por las tensiones en la zona. En apenas unos días, la compañía ha revisado dos veces al alza sus previsiones económicas para este año.

Tras elevar a comienzos de mayo su previsión de resultado bruto (Ebitda) de una horquilla de entre 1.000 y 6.000 millones de dólares a otra de entre 4.000 y 6.000 millones, hoy mismo la ha vuelto a incrementar a entre 7.000 y 9.000 millones de dólares, según ha explicado en una nota. Asimismo, la compañía danesa espera ahora que su flujo libre de caja alcance al menos los 1.000 millones de dólares (922 millones de euros), frente a la anterior previsión de una cifra negativa de alrededor 2.000 millones de dólares (1.844 millones de euros).

Perturbaciones

La empresa danesa ha explicado que, debido a la continua y fuerte demanda del mercado de contenedores y a las perturbaciones causadas por la crisis en el mar Rojo, se aprecian signos de nuevas congestiones portuarias, especialmente en Asia y Oriente Próximo, lo que implica un aumento adicional de las tarifas de los fletes de contenedores, lo que se está acumulando gradualmente y Maersk espera que contribuya a que su desempeño económico sea más sólido en la segunda mitad de 2024.

"Si bien la demanda de transporte de contenedores sigue siendo fuerte, la oferta se ha visto afectada negativamente por viajes perdidos, rutas más largas, escasez de equipos y retrasos que han provocado una mayor congestión en varios puertos clave de Asia y Oriente Medio", ha destacado Vicente Clerc, consejero delegado de Maersk, para quien este desequilibrio entre la oferta y la demanda "ha tenido un impacto inmediato y profundo en las tarifas de flete". Estos costes al contado se triplicaron hasta casi 3.500 dólares por contenedor a principios de año, aunque desde entonces han bajado a unos 2.400 dólares.

Maersk y sus competidores se han visto obligados a desviar buques por África desde diciembre para evitar los ataques de los milicianos hutíes a los buques en el mar Rojo, lo que ha provocado un aumento de las tarifas de flete debido a los tiempos de navegación más largos.

La compañía ha explicado que "las continuas amenazas a los buques comerciales en el Mar Rojo y los crecientes cuellos de botella en la cadena de suministro indican que esta situación no mejorará pronto. Se necesitará más capacidad de la esperada para resolver estos problemas y estabilizar la cadena de suministro global. Esto nos ha llevado a reevaluar las perspectivas para el resto del año y mejorar nuestra orientación financiera", ha explicado.