Elecciones Galicia

Rajoy pide el voto en Vigo entre muestras de cariño y buen humor

El expresidente da un paseo por la ciudad olívica tirando de ironía cuando le desean suerte -“hay que tenerla, porque si no viene Puigdemont a Gobernar aquí”-, o cuando se despide de una pareja de emigrantes venezolanos: “Vamos a ver si le damos a Maduro, ¿eh?”

Rajoy saluda a un joven durante el paseo de esta mañana.
Rajoy saluda a un joven durante el paseo de esta mañana. larazon

Sonaban de fondo las métricas campanadas de las doce cuando Mariano Rajoy volvía a Vigo para uno de esos paseos en los que las muestras de cariño recibidas se entremezclan con el sentido del humor que nunca le ha faltado.

Ese que le permite pedir el voto para el Partido Popular sin dejar de lado su sonrisa afable en un rostro bien medido, por el que apenas pasan los años, menos ahora alejado del mundanal ruido de la política. Ese que le recuerda una vecina que, al clásico “¿Qué tal todo?” formulado por Rajoy, responde con un práctico: “Todo bien menos la política”.

No pierde el gesto Rajoy mientras que camina por la céntrica Príncipe, la calle peatonal por excelencia de Vigo, que une la Farola de Urzaiz con la Puerta del Sol, y que a esas horas presenta una afluencia digna, propia de un mediodía primaveral en pleno invierno. Uno más.

Saluda a todos y con todos se fotografía. Y, como puede ser de otra manera, para todos tiene el mismo cariño que recibe, la misma fina sutil ironía tan gallega. Esa que le lleva a despedirse de una pareja de emigrantes venezolanos con un finísimo “vamos a ver si le damos a Maduro, ¿eh?”.

Rajoy bromeando con una vecina.
Rajoy bromeando con una vecina. larazon

Un sentido del humor que nunca falta, como en la respuesta a otro hombre que se acerca para decirle que sus años al frente del Ejecutivo central fueron “los mejores de su vida”. A puerta vacía, el propio Rajoy responde entre risas evitadas: “Es usted un hombre con mucho sentido del humor”.

El paseo transcurre tranquilo y agradable, acompañado Rajoy de la secretaria general del PPdeG, Paula Prado, y de la presidenta del PP de Vigo, Marta Ferández-Tapias.

Un caminar fluido en el que el presidente de honor del PPdeG no pierde ocasión de recordar que, cuando le desean suerte, que hay “hay que tenerla, porque si no viene Puigdemont a Gobernar aquí”.

Ya se despide Rajoy después de haber perdido el voto para los suyos, para Rueda; un petición de hombre casi siempre afable, siempre atento, capaz de pararse en el último suspiro para estrechar la mano, uno a uno, a todos los medios que habían cubierto su paseo.