El PSOE se olvida del diálogo con Cataluña en su programa

El PSOE ha dado por superado el «conflicto político» en Cataluña o, al menos, su resolución no está ya entre las prioridades que se marca da cara a la siguiente legislatura. Después de cinco años en los que Pedro Sánchez apostó de manera decidida por la «agenda catalana» o «agenda para el reencuentro» y que asumió –con un importante coste político– desde la concesión de los indultos a los líderes del «procés», a la eliminación del delito de sedición o la reforma de la malversación; ahora, esta cuestión queda excluida en la oferta programática de cara al 23J. Ni una mención a la «mesa de diálogo» en sus 272 páginas.

«España está hoy más cohesionada, unida e integrada que en 2018», sostienen los socialistas en el documento presentado ayer. El quebranto territorial y social que supuso el proceso independentista en Cataluña se considera ya una pantalla pasada. «En estos años», reza el texto, «el Gobierno socialista ha afrontado con valentía el grave conflicto que se generó durante el gobierno del PP en España y ha trabajado para recuperar la convivencia y construir un proyecto de país en el que tengan cabida todos los territorios». El partido se limita a reivindicar su papel en la resolución de la situación de profunda polarización que «heredaron», pero sin ofrecer una hoja de ruta para el futuro.

«Solo el tiempo permitirá valorar con justicia el éxito alcanzado: se ha superado la situación de ruptura que existía hace cinco años y el número de personas contrarias al marco constitucional ha descendido de manera abrupta en Cataluña», aseguran. El PSOE saca pecho y asegura que son los gobiernos socialistas «los que han logrado poner fin a los grandes desafíos independentistas».

El vacío actual contrasta con el programa de hace cuatro años, cuando el PSOE sí recogía en varios epígrafes que «abordaremos el conflicto de convivencia en Cataluña impulsando el diálogo entre catalanes y, también, entre el Gobierno de España y la Generalitat, siempre dentro de la Constitución y del Estatuto de Autonomía». Ahora, no hay una sola frase, en parte porque Sánchez es consciente de que estos pactos con independentistas catalanes y vascos le han pasado factura entre el electorado. Por ello, este capítulo es uno de los que se está ocupando de explicar, en su ejercicio pedagógico por los medios de comunicación, bajo la premisa, eso sí, de que su única posibilidad de seguir en La Moncloa tras el 23J pasa por volver a revalidar estas alianzas.