Yolanda Díaz diseña una campaña sin ataduras para no depender de Podemos

Sumar ya deja atrás el proceso más sucio. El de la negociación por el poder. Con la presentación de listas que tuvo lugar ayer, la vicepresidenta Yolanda Díaz dejó claro que la batalla ya ha caducado. «No les unen los carnets ni las siglas, sino algo más importante, un compromiso de largo aliento con su país», dijo la líder gallega sobre los candidatos que concurren en Sumar y que proceden de una quincena de partidos, rivales en las últimas elecciones autonómicas.

Enterrada la polémica –al menos por parte de Sumar–, el equipo de campaña está centrado ya en el 23-J, un camino para el que la vicepresidenta tendrá las manos libres y total capacidad de actuación y decisión respecto al resto de partidos. La vicepresidenta asume el liderazgo para diseñar la campaña y sus ejes principales, a pesar de tratarse de una coalición con distintas formaciones y singularidades políticas. Según explican en el partido de la vicepresidenta todos los partidos aceptan que sea Díaz quien cuente con ese rol principal. De hecho, varios parti los de la alianza reconocen que ahora debe ser Díaz quien fije los hitos y los movimientos en campaña electoral. Se ponen a las «órdenes» de Sumar, en palabras de un dirigente morado consultado. Un discurso que se alinea con la decisión tomada por la dirección de Podemos este sábado de tener un «papel modesto» en esta ocasión, después de haber perdido su particular batalla y a la ministra Irene Montero por el camino.

Será en los próximos días cuando el equipo de Díaz anuncie sus principales «hitos» para el 23-J, así como el eslogan de campaña elegido, –en manos también exclusivamente de Sumar–. El programa electoral es uno de los asuntos que ocupa ahora al equipo que encabeza la eurodiputada morada María Eugenia Rodríguez Palop y que todavía no está terminado.

En cuanto al diseño de campaña, en el partido se han fijado en las estrategias que el resto de formaciones de izquierda han desplegado para las elecciones autonómicas y municipales. Prevén, dicen, hacer todo lo contrario. Una campaña en «positivo» lejos de la «confrontación» y «crispación», según definen en el partido, en referencia a los ejes de campaña por los que Podemos apostó; mostrarse como único partido valiente frente al resto de la izquierda, referirse a Más Madrid como la «izquierda cuqui», entre otros ataques. Díaz apelará también a Sumar como el único partido que puede «cambiar el país», pero con otras formas.

Hay ya unos ejes de campaña claros sobre los que centralizar los discursos electorales: racionalización del tiempo, feminismo y la apuesta ecológica, según explican fuentes de Sumar. A la par, la vicepresidenta quiere hacer una campaña «muy centrada» en la gente, según explican en su equipo. Díaz explicó en la presentación de candidaturas que estas elecciones van «de la vida de los españoles», con el objetivo de que «puedan vivir mejor, tengan más tiempo y puedan pagar la cesta de la compra, la hipoteca y el alquiler». La vicepresidenta asegura que tienen un «plan» para mejorar la vida de la gente y quiere poner por encima la mejora de las condiciones materiales de la vida de la gente.

La vicepresidenta irá desglosando en los próximos días sus propuestas. Hasta ahora, en su equipo han difundido la apuesta por una jornada laboral que termine a las 18:00h para «poder disfrutar de la vida» y un bono de emergencia para costear la subida de las hipotecas. Otro de los objetivos es el de realizar todos los debates posibles y con todos los candidatos. "Nos conviene debatir con todo el mundo", aseguran en la candidatura, donde creen que el tipo de campaña tradicional centrado en mítines electorales es algo del pasado y que no representa al país actual.