Porqué los semiconductores son una pieza clave para el avance del futuro digital

El semiconductor siempre ha sobresalido como elemento fundamental del ámbito digital. Pero, no fue sino hasta el año 2020 que la “crisis de los semiconductores” confirmó su importantísimo papel ya que su escasez afectó muchos sectores. En ese contexto, el mercado actual ha cambiado sus dinámicas en cuanto a la oferta y demanda de este material.

Por qué los semiconductores son vitales en el sector digital

El semiconductor, al actuar como conductor y aislante en los microchips, es esencial para una variedad de electrodomésticos y dispositivos de comunicación. La necesidad de este componente incluye la electrónica de consumo, la automoción y más allá, afectando la funcionalidad de aires acondicionados, PCs, móviles y otros. De modo que, es un elemento que está en mucha de nuestra cotidianidad.

El avance del semiconductor ha sido crucial para desarrollar componentes más óptimos en cuanto a velocidad y eficiencia. Con la llegada de los chips miniatura, respaldados por la Ley de Moore, se ha logrado que tengamos procesadores con miles de millones de transistores. Sin embargo, estos avances representan altos los costos de desarrollo y de producción, a diferencia de los procesadores con apenas miles de transistores.

¿Cómo fue la crisis que redujo la oferta de estos componentes?

La crisis de estos chips, que comenzó a hacerse evidente en 2020, fue un fenómeno global que afectó su producción y suministro. Como es evidente, un factor clave para este problema fue la conocida pandemia, aflorando un impacto significativo en la cadena de suministro global. Las restricciones impuestas llevaron al cierre temporal de fábricas e interrupción de las operaciones.

Durante la pandemia, hubo mucha demanda de dispositivos electrónicos que ayudaran al entretenimiento en el hogar. Este aumento sorpresivo generó una mayor necesidad de estos chips. Pero, casi no había fabricas activas o una cadena de suministros efectivas que cubriera tal demanda. Es que, casi todas las operaciones se interrumpieron, fracturando así casi toda esa industria.

La experiencia que dejó esa crisis, resalta la importancia de estos componentes en la economía actual. La consecuencia de este análisis ha llevado a un aumento de las medidas para gestionar las cadenas de suministro mundiales de forma efectiva. Lo que se busca es no depender de un país especifico o de pocas compañías fabricantes, sino ampliar las fuentes de producción y distribución.

El envasado de semiconductores

Los avances no paran, actualmente, la tecnología avanzada de envasado del semiconductor es crucial.La tendencia hacia dispositivos más pequeños, integración compacta y mayor densidad de interconexión nos lleva a los "chiplets", que usan nodos de proceso específico. Este tipo de chips están en las CPU de servidores, y han mejorado en temas como costos y rendimiento.

La relación del semiconductor y la geopolítica

La crisis evidenció la dependencia mundial de las fábricas asiáticas. Ante esto, países como Estados Unidos y miembros de la Unión Europea han creado leyes y planes para impulsar esta industria en sus territorios. Es así como en 2021, Estados Unidos invirtió $52.000 millones en ese sector. Por otro lado, la UE, con la Ley de Chips Europeos, planea lograr el 20% de producción en 2030.

España, cuenta con centenares de empresas dedicadas a la I+D de microchips, con ello se confirma su interés en fortalecer su posición en la industria. Iniciativas como el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica, de 11.000€ millones de inversión, buscan potenciar el país en ese contexto. Por eso, Cisco ha elegido a Barcelona como su centro de diseño de microchips en esta parte del mundo.

Un mercado optimista

A pesar de una caída del 0,5% en las ventas del componente a nivel global en septiembre de 2022, la industria se mantiene optimista. Datos de la Asociación de la Industria de Semiconductores señalan una disminución del 6,3% en los ingresos del tercer trimestre. Sin embargo, se espera una recuperación mientras la demanda de este componente continúe siendo vital para la economía digital.

La evolución constante de la industria de este material no solo responde a las necesidades actuales, sino que también impulsa los proyectos hacia futuro. Desde smartphones hasta vehículos y más, estos chips son la esencia de la vida moderna. La dependencia de ellos no solo afecta la tecnológica, sino también la económica, destacando su importancia en la construcción del entorno hacia un futuro digital.