Caso ERE
Dopaje electoral por la corrupción
Los socialistas cosecharon dos mayorías absolutas en Andalucía en la etapa en la que se estaban repartiendo de forma fraudulenta las ayudas que debieron ir a los parados
El de los ERE de Andalucía es uno de lo grandes casos de corrupción de la democracia española. Lo es por la cantidad de millones que han sido estafados a las arcas públicas y también por el número de investigados y posteriormente condenados en la trama. El veredicto castigó de forma severa y dejó tocada la imagen de un socialismo que se acostumbró a las mieles del éxito en las urnas y a las mayorías durante los nueve años de ayudas a parados y a empresas que indirectamente buscaban el voto a cambio. Durante décadas, la pregunta más repetida en los más de 40 años de hegemonía andaluza era la misma: ¿cuál es la formula mágica de los socialistas? ¿por qué pese tener todo en contra, continúan cosechando éxito? El mantra más repetido entre la oposición y que se ha instalado entre el colectivo es que el PSOE gana en Andalucía gracias clientelismo político, identificado con las famosas ayudas PER (Plan Ayuda Empleo Rural) y el dinero de los ERE que consistió en un uso indebido de 690 millones de euros de ayudas que sin control se destinaron a prejubilaciones y empresas en quiebra. Si analizamos los resultados electorales que los socialistas obtuvieron durante aquellos años, los datos reflejan que entre en las tres convocatorias generales celebradas durante ese periodos, el PSOE cosechó muy buenos resultado, solo mejorados por Felipe González en 1982. Los primeros comicios que se celebraron en el siglo XXI auparon al popular José María Aznar como presidente por segunda vez consecutiva. Fue el año de la mayoría absoluta del madrileño que le permitiría gobernar sin necesidad de apoyo. Mientras toda España se tenía de azul, en el sur, el PSOE seguía siendo la fuerza hegemónica en Andalucía, aunque reducía ligeramente el granero de votos que mantenía desde la transición. Los socialistas ganaron con el 44,32% de los votos frente al 38,02% de los populares. Coincidiendo con las generales, los andaluces celebraron los sextos comicios autonómicos que dieron la victoria a Manuel Chaves por cuarto mandato. Logró el 44,32% de los votos por lo que necesitó a los andalucistas para gobernar. Fue entonces cuando la trama de los ERE empezó a rodar. La premisa era simple. La Junta de Andalucía empezó a repartir millones de euros en partidas discrecionales para asegurar una red clientelar a lo largo de la comunidad. Cuando una empresa entraba en crisis, la Junta regaba sus procesos de despido con ayudas a los trabajadores. Sin embargo, también incluía partidas para «intrusos» que jamás habían puesto pie en la empresa, y que se beneficiaban de partidas socioeconómicas ilegales. Ese esfuerzo obtuvo premio en la siguiente convocatoria electoral. Las generales de 2004 se celebraron en medio de la conmoción del 11-M. A nivel nacional se produjo un inesperado vuelvo electoral que dio la victoria al socialista José Luis Rodríguez Zapatero, pese a que todas las encuestas daban como vencedor a Aznar. En clave autonómica, los socialistas andaluces recuperaron la mayoría absoluta y Chaves asumió su quinto y penúltimo mandato al frente de la Junta. En las urnas obtuvieron el apoyo de 469.892 andaluces que se tradujo en nueve escaños más que en la cita anterior, lo que les permitió gobernar con mayoría absoluta. Es más, este resultado fue el segundo mejor de la historia de la formación, solo por detrás del alcanzado en 1982. La tercera de las citas electorales que tuvo lugar durante los años de los ERE fue la del año 2008. A nivel nacional, el PSOE de Zapatero volvió a revalidar su victoria. En la comunidad andaluza, Chaves fue elegido por sexta y última vez como presidente andaluz, pero no llegó a completar el mandato, pues en abril de 2009 se marchó como ministro y vicepresidente tercero al Gobierno de Zapatero. Llevaba ya casi 19 años al frente de la Junta y se convirtió en el segundo presidente autonómico más longevo de la historia tras Jordi Pujol, que estuvo 23 en la Generalitat catalana. Fue sustituido por el hasta entonces vicepresidente de la Junta, José Antonio Griñán. Dos años después, la magistrada de Sevilla Mercedes Alaya inició las investigaciones de los ERE en 2011.
La sentencia, tras el 10-N
Cuatro fueron las ocasiones en las que se retrasó el veredicto de los ERE por el mismo motivo: la coincidencia con citas electorales. Primero fueron las andaluzas de 2 de diciembre de 2018; luego las generales de 28 de abril; posteriormente los comicios municipales, autonómicos y europeos de mayo de 2019 y por último, la cita del pasado 10 de noviembre. Los politólogos consultados por LARAZÓN no se ponen de acuerdo en cómo habría influido el veredicto de los ERE en los comicios. Por un lado, opinan que el carácter mediterráneo de los españoles nos hace más permisivos ante la corrupción, y por otro, que en caso de haberse conocido la sentencia antes de las elecciones sí que hubiera tenido repercusión en el resultado electoral. En lo que sí están de acuerdo es que si el gobierno estuviera en plenas funciones se hubiera utilizado la sentencia como arma de desgaste parlamentario en el hemiciclo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar