Investidura de Pedro Sánchez
Pedro Sánchez, investido presidente del Gobierno gracias a ERC y Bildu
El candidato socialista consigue 167 votos a favor, la mayoría simple requerida, frente a 165 votos en contra y 18 abstenciones
No hubo sorpresas ni “tamayazo”. Pedro Sánchez ha sido investido hoy presidente del Gobierno 58 días después de las elecciones del 10 de noviembre y tras más de 8 meses en funciones. A la sexta votación y a la tercera investidura fue la vencida. El líder socialista consigue, por primera vez, superar este proceso en el Congreso, ya que su llegada al poder en 2018 se produjo gracias a una moción de censura. El líder del PSOE obtuvo 167 apoyos, suficientes para superar los 165 del bloque del “no”, gracias a las 18 abstenciones de ERC y Bildu. Le avalaron los diputados socialistas, los de Unidas Podemos, del PNV, de Más País, de BNG y el de Teruel Existe, sobreponiéndose a las presiones que recibieron en las últimas horas. Enfrente, los grupos de PP, Vox, Ciudadanos, Junts per Catalunya, la CUP, Navarra Suma, Foro Asturias y PRC y Coalición Canaria que cambiaron el sentido del voto en las últimas horas, haciendo cundir el nerviosismo en las filas socialistas.
En concreto, el PSOE se aseguró de que sus diputados durmieran ayer ya en Madrid y ha establecido esta mañana un control de firmas a su llegada al Congreso, un mecanismo habitual en las reuniones de grupo, para controlar que no faltara nadie. No obstante, también había un “plan B”: que algunos diputados de Bildu y ERC pasaran del “sí” a la “abstención”, si se percibía que faltaba algún voto, ante el escaso margen de maniobra. Durante la votación Adriana Lastra, Rafael Simancas, Irene Montero e Irene Belarra fueron comprobando los votos que emitía cada diputado, por si fuera necesario hacer alguna modificación. Horas antes, Sánchez subió a la tribuna del Congreso consciente de que su investidura saldría adelante y así se lo hizo saber a la oposición. “Han tensionado la situación para ver si aparecía alguna oportunidad. Pues ya está, no lo han conseguido, va a gobernar una coalición progresista porque así lo han decidido las urnas”, señaló, apuntando que esta coalición era “la única mayoría posible”. “Van a perder la votación. Pueden seguir en el berrinche o aceptar los resultados. No se puede construir nada positivo desde la frustración y la amargura”, espetó a los partidos de la derecha, a quienes también dirigió su “confianza” de que “superado este trámite de la investidura, sea posible superar el clima de crispación y que alcancemos los acuerdos que necesita nuestro país”.
Por su parte, Casado empezó su intervención con una muestra de lealtad y respeto al Rey que puso en pie a toda su bancada y arrancó los aplausos incluso de Vox; además de resonantes gritos de “¡Viva el Rey!”. Su segunda alusión fue a las víctimas del terrorismo “que fueron ultrajadas” por los socios del candidato socialista y, a partir de ahí, el líder del PP se embarcó en una crítica al pacto que ha desembocado en esta investidura. “La democracia ha tenido dos grandes enemigos, los terroristas y los golpistas y usted les ha puesto el poder en las manos” dijo tras acusar a Sánchez de ser el “Caballo de Troya que ha dejado entrar a los que quieren destruir a España” debido a su “patológica ambición personal”. El “engaño masivo a los votantes españoles” es el “mayor estigma del Gobierno que nace hoy, el más extremista de nuestra historia”.
Le siguió en el turno de palabra Santiago Abascal, que comenzó su intervención condenando el asesinato de un hombre a su mujer y su hija y recordó que con una Ley de violencia intrafamiliar “no habría nunca más víctimas y estarían igualmente amparado”. Además, incidió en la propuesta de Vox de mantener la prisión permanente revisable y defendió que “en Vox nos impartan todas las víctimas”. También recordó que “en 20 horas de debate no ha habido un solo segundo para denunciar la plaga de violaciones que se ha cometido en los primeros días del año en manada” y que recordó en un 69% fueron extranjeros. “Esta es una de las razones de nuestro no”. El líder de Vox recordó que “el delincuente Torra no ha sido destituido” mientras el Parlamento Europeo “vuelve a humillarnos”. Criticó a Sánchez, a quien acusó de utilizar las instituciones para mantenerse en el poder. El presidente de Vox dijo que será “un gobierno arrodillado ante diputados que no merecían serlo porque se han conjurado contra España” y la Constitución y que cuenta con el beneplácito de ETA, algo que insistió “solo pueden terminar en el blanqueamiento, la impunidad y el referéndum”. Abascal tildó de “matrimonio de la mentira y la traición al Gobierno de Sánchez, que contará con el apoyo de comunistas, separatistas y golpistas”.
Sin agotar su tiempo, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, instó al candidato socialista a ser firme frente a los grupos de la oposición: “Pedro, no nos van a atacar por lo que hagamos, sino por lo que somos. Te pido que, frente a los intolerantes y los que quieren llevar a España al pasado, tengas el mejor tono y la mayor firmeza democrática”. Aseguró que la próxima coalición de PSOE y Podemos defenderá los derechos y luchará por las “conquistas” de las mujeres, las personas LGTBI, los migrantes, los españoles que tuvieron que emigrar y la gente trabajadora. El futuro vicepresidente segundo ha dedicado parte de sus palabras a las bancadas de PP, Vox y Ciudadanos y a su defensa de Felipe VI: “Si quieren defender a la Monarquía, eviten que la Monarquía se identifique con ustedes. Si algo sabía Juan Carlos I es que sólo alejándose de la derecha, la institución pueda pervivir. Quizá se hayan convertido en la mayor amenaza para la institución”. También ha dado lectura a un mensaje de Rosa Lluch, hija de Ernest Lluch, asesinado por ETA: “No hablen en nombre de las víctimas. Muchas hemos apostado por el diálogo. Basta ya de usar nuestro dolor en su beneficio”.
“Me importa un comino la gobernabilidad de España”
El diputado de Teruel Existe Tomás Guitarte ratificó su “sí” a la investidura de Sánchez para “favorecer la gobernabilidad” y espera que se cumpla lo acordado en la lucha contra la despoblación. No así la diputada de ERC, Montserrat Bassa, que con su “abstención” favoreció la investidura, pero que desde la tribuna aseguró que “le importa un comino” esa gobernabilidad. Por su parte, Ana Oramas, que cambió unilateralmente su voto al “no” respecto a la decisión de Coalición Canarias de abstenerse, pidió perdón a su formación y sus compañeros. El portavoz del PNV con su atino habitual, auguró que “lo verdaderamente difícil empieza mañana", una vez que el Gobierno comience a caminar, algo que aseguró “es la única salida y merece la pena explorarla”.
La portavoz de Cs en el Congreso, Inés Arrimas recordó a Sánchez que no le ha votado ni un solo español para hacer lo que está haciendo. Recriminó al candidato socialista que estuviera impasible mientras “sus socios decían que en este país hay presos políticos” y le recriminó la diferencia de los dos Sánchez: el de la campaña y el de ahora. “Les ha regalado a ERC una consulta solo en Cataluña mientras le dicen en su cara que le importa un comino la gobernabilidad de España” y le advirtió de que inicia con una “gran temeridad” la gobernabilidad. La portavoz de Cs en el Congreso insistió de nuevo en la vía del 221, “un acuerdo en minoría” con grandes acuerdos de Estado que den estabilidad en la legislatura, pero, dijo “Sánchez despreció a los constitucionalistas e hizo la pelota” a ERC. Y volvió a insistir a la bancada socialista en si no hay “un voto valiente” como el de Oramas y les preguntó si ¿Batet hizo un “Tamayazo” cuando votó que sí al referéndum de secesión? “Se saltan muchas veces la disciplina de voto”. “Pactar con Bildu, ERC y Podemos es desigualdad y Sanchismo, no progresismo”. “Sánchez quiere cavar trincheras y lo hará con el dinero público y necesita populismo porque es la gasolina de su proyecto”.
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