Manuel Giménez Abad

«Ata» dice al juez que el día que ETA asesinó a Giménez Abad estaba de camarero en una «fiesta»

El ex “jefe militar” de la banda terrorista asegura que no tiene “nada que ver» con el asesinato del senador del PP en 2001 y que no tiene «ni idea» de quién participó ni ordenó el atentado

El exdirigente de ETA Mikel Carrera Sarobe, "Ata", en un juicio en la Audiencia Nacional
El exdirigente de ETA Mikel Carrera Sarobe, "Ata", en un juicio en la Audiencia NacionallarazonLa Razón

El ex «jefe militar» de ETA Mikel Carrera Sarobe, «Ata», aseguró ayer al juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz que no tiene «nada que ver» con el asesinato en 2001 del presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad y que tampoco tiene «ni idea» de quién participó en el asesinato o dio la orden.

El etarra –a quien el magistrado español comunicó por videoconferencia su procesamiento como presunto autor de los disparos a bocajarro que terminaron con la vida del senador del PP– explicó desde la cárcel francesa de Lannemezan que ese 6 de mayo de 2011 se encontraba «en Senpere (Saint-Pée-sur-Nivelle), un pequeño pueblo del País Vasco francés (situado a escasos kilómetros de San Juan de Luz), en una fiesta por las ikastolas de Euskal Herria». Así consta en el acta de la declaración indagatoria de Carrera Sarobe –a la que ha tenido acceso LA RAZÓN–, en donde se reseñan las respuestas de «Ata» a las preguntas que su letrada, Jaione Carrera le hacía desde la sede de la Audiencia Nacional. El procesado contó que tiene «unos pocos recuerdos de ese día», en el que según él acudió a la fiesta de las ikastolas que, desde principios de los años 80, se celebra en la citada localidad.

Esta diligencia despeja el camino para que el instructor cierre la investigación y remita la causa a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que será la encargada de juzgar los hechos y sentar en el banquillo al supuesto autor material de uno de los más de 300 atentados de ETA sin resolver.

«Ese año, como casi todos fuimos a Senpere mis amigos del pueblo donde vivía», Arantza, en Navarra, en el que «vivía solo» trabajando «en bares» o «de carpintero». «Me acuerdo de ese año porque nos tocó trabajar en una especia de bar, una “txosna”. Por la mañana estuvimos dando vueltas y por la tarde estuvimos haciendo turnos en la “txosna”».

«Esa fiesta por las ikastolas dura todo el día?», le preguntó su letrada. «Dura todo el día. Empieza por la mañana muy pronto, hasta el anochecer. A veces más», aseguró.

«¿Estuvo durante todo el día?», le inquirió su defensa. «Sí, la mayor parte». Y aunque explicó que «en una fiesta de esas encuentras a mucha gente», dijo recordar a algunas con las que afirma haber estado: además de sus amigos «David» y «Gervasio», explicó que «en la barra estuvo otra gente» como «Carmenchu y Encarna».

Menos locuaz se mostró, sin embargo, cuando las preguntas se referían a su relación con la banda terrorista. «Ata» se negó a contestar tanto a la fiscal Ángela Gómez Rodulfo como a la abogada de la familia de la víctima, la letrada Carmen Ladrón de Guevara. A preguntas del juez Pedraz solo dijo que no tuvo «ninguna participación en esa acción armada» y que no iba a contestar a nada relativo a los «comandos» de la banda terrorista.

Igualmente, afirmó no conocer al etarra Gurutz Agirresarobe, condenado a 32 años de prisión por el asesinato en 2003 del policía municipal de Andoain Joseba Pagazaurtundua, que fue abatido con la misma pistola que acabó con la vida de Giménez Abad.