Pablo Iglesias

Cerco a Iglesias por el caso de los abusos a menores en Baleares

PP y Vox critican la inacción de la izquierda con las niñas tuteladas y el líder de Podemos califica de «repugnante» y «fascista» la labor de la oposición

Si el estreno de Pablo Iglesias en una sesión de control al Gobierno dejó la semana pasada su versión más moderado, el vicepresidente segundo del Gobierno cambió ayer de registro. Endureció su tono contra el Partido Popular y Vox. Lo hizo con motivo de las preguntas que los de Pablo Casado y Santiago Abascal le dirigieron en torno al caso de las menores tuteladas que han sido objeto de abusos en Baleares. Dos diputadas de estos grupos cercaron a Iglesias con sendas preguntas y con duras críticas al hecho de que, al menos en la arena política, los partidos que sostienen al Gobierno balear –integrado por socialistas y morados– se hayan negado a investigar este caso, en el que 16 menores tutelados en Mallorca y otros dos en Menorca hayan sufrido explotación sexual.

La primera de esas preguntas fue formulada por la diputada del PP Margarita Prohens. En su réplica, Iglesias cargó duramente contra la bancada popular: «Creo que hay cuestiones que por salud democrática, sería saludable que no se produjera una disputa política. Que estemos hablando de niñas prostituidas en Baleares y ustedes se descojonen en la cámara revela muchos elementos a nivel moral». A juicio de Iglesias, «ni uno solo de los 350 diputados» debe tener «la más mínima duda de que hay que intervenir para evitar esa situación vergonzosa». Por ello, aseguró el vicepresidente, los votantes de derechas «se indignan» cuando sus partidos utilizan «un asunto como éste para hacer la más baja política. Saben que hay una investigación de la Fiscalía y que la primera iniciativa de esta Vicepresidencia será aprobar una ley sobre violencia contra los niños y niñas. Creo que en un tema como éste deberíamos trabajar juntos y mantener una mínima dignidad parlamentaria». Prohens, por su parte, acusó a Iglesias de tratar de silenciar este caso por estar bajo la competencia de un Gobierno de izquierdas: «Las diputadas del PP denunciamos estos hechos, las diputadas de izquierdas callan y agachan la cabeza. No hay pancarta que tape tanto silencio y tanto bochorno». En su segundo turno, Iglesias endureció aún más el tono: «Lo que acabamos de ver es muy triste. Ver a la bancada de la derecha y de la extrema derecha aplaudir ufanos mientras usted se ríe cuando de lo que hablamos es de niñas prostituidas es de las cosas más repugnantes que hemos visto en esta cámara. En este tema demuestran su profunda indignidad».

Víctimas de primera y segunda

La diputada de Vox Mireia Borrás también preguntó a Iglesias por esta cuestión. Borrás criticó que para el PSOE y Podemos «haya víctimas de primera y de segunda, como ha demostrado este caso» y cargó contra las «leyes ideológicas» impulsadas por la izquierda. En su turno de réplica, Iglesias volvió a mostrar su perfil más duro: «Que estemos hablando de niñas prostituidas y que usted diga que en este país se criminaliza a los hombres cuando estamos hablando de malnacidos varones que han estado prostituyendo a esas niñas, quizá es que usted está desubicada». Y concluyó Iglesias con otra reflexión a modo de ataque: «Creo que sus votantes son mejores que ustedes. Intentar sacar rédito político de que niñas hayan sido violadas es repugnante, incluso para un fascista».

Tras el Pleno, el secretario general del Grupo Popular en el Congreso, Guillermo Mariscal, acusó a Iglesias de «perder las formas» en el debate sobre los abusos a menores «al no tener una respuesta» en este tema. Y añadió: «Denunciamos y reprochamos el silencio del máximo responsable del Gobierno en esta materia y su cinismo en la respuesta. Ésta parece vergonzosa por parecer un silencio cómplice al tratarse de responsables públicos de ideología de izquierdas los implicados por negligencia en este proceso». Desde el PP balear también criticaron la actitud de Iglesias: «Ha pasado todos los límites de la dignidad y la decencia política al responder con insultos y mentiras».