#yomequedo en casa: El teletrabajo como medida contra el coronavirus

En unos días #yomequedoencasa aglutina decenas de miles de comentarios de personas que deciden aislarse y trabajar desde sus hogares

«Lo positivo de trabajar en casa es que no pierdes tiempo en desplazarte»

Una de las lecciones que nos llevaremos de la crisis sanitaria derivada de la llegada del Coronavirus a España será el fomento del teletrabajo en muchos sectores. Hasta el momento, cuando decías que trabajabas desde casa era un concepto un tanto exótico, una práctica de otros países. El cierre de colegios y universidades decretado en todo el país envió a sus casa millones de estudiantes y decenas de miles de profesores, que pese a encontrarse en sus hogares siguen recibiendo tutorías y clases de los profesores. Es el caso de José Ramón, profesor de la Universidad de Salamanca que desde hace dos días teletrabaja. Para ello cuenta con milimétrico plan de trabajo. «Me despierto pronto, entre las 6:30/7:00, desayuno y me ducho y me pongo a trabajar hasta la hora de comer. Luego descanso un rato y me pongo otra vez a las 16:30 hasta las 20,30. Ceno, leo, escribo y a la cama». Planear el tiempo de trabajo en casa es fundamental, según los expertos, para ser efectivo y eficiente desde casa. «Esta mañana revisé una solicitud de una beca, hice una tutoría de un trabajo fin de grado, corregí un trabajo de investigación, hablé con un responsable de mi universidad para solicitar una patente, hablé también con un doctorando que va a leer su tesis en un par de meses...», explica José. En su opinión, entre las ventajas de permanecer en casa frente a las de acudir a su centro de trabajo son que «no hay distracciones, ni pierdes tiempo en desplazamientos». En el lado contrario, lo negativo para este biólogo celular es que hay recursos a los que no puedes acceder tales como la biblioteca o el microscopio. No en vano, su actividad laboral le obliga a permanecer constantemente actualizado. Además, destaca la falta de contacto con sus compañeros a los que no puede recurrir «para comentar rápido alguna cosa»– aunque ahora con WhatsApp– reconoce que no es tan complicado. José Ramón adaptó sus contenido a la enseñanza online y, ahora, también está repartiendo consejos en las redes sociales a todo aquel que se la solicita. Al despedirse de sus alumnos, como buen profesor les recomendó que «sacaran libros de la biblioteca»

«Me preocupa la factura de la luz porque mi piso es poco luminoso»

España está a la cola de Europa en lo que a teletrabajo se refiere, solo alrededor del 5% de los trabajadores españoles realiza parte de su jornada laboral desde casa. Ana Serrano, traductora y auxiliar administrativa en una empresa de ingeniería en Madrid, experimentó ayer por primera vez la experiencia de teletrabajar. «No tengo fecha de regreso, porque no sabemos cómo va a ir evolucionando la situación en Madrid y además soy persona de riesgo», cuenta. En su caso en una persona inmunodeprimida, es decir, está incluida en los grupos de riesgo que tienen que tomar medidas especiales para no contagiarse o en caso de hacerlo, seguir un protocolo más severo. «Soy de Canarias, iba a viajar a casa en dos semanas, pero ahora me voy a quedar aquí hasta que todo esto pase para no contribuir a la propagación del virus», asegura. En su caso, desde su empresa «nos han pedido que mantengamos el horario de oficina para que nos sea más fácil coordinarnos porque hay mucho trabajo en equipo», insiste.

Asegura que entre las desventajas de trabajar desde casa está la soledad, el no ver a tus compañeros y estar todo el día en tu casa, aunque también reconoce que, acompañados en el trabajo, también crecen las distracciones. «Creo que voy a ser más productiva», reconoce. Ana vive con dos personas más en su vivienda madrileña y le preocupa mucho la factura de luz. «Mi piso es poco luminoso y ahora que vamos a trabajar los tres vamos a tener un gasto importante», reconoce. En líneas generales, la empresa deber ser la que facilite los medios para teletrabajar tal y como ocurre cuando se realiza la prestación en el centro de trabajo. Pero en una situación como la actual, es posible que muchas empresas tengan que contar con los equipos de los trabajadores para poder realizar su trabajo. En líneas generales, Ana afronta esta nueva etapa con ilusión y energía. En su caso, cree que al contrario que otros trabajadores no asaltará la nevera sino que, incluso, puede que coma menos. «Aunque tengo la nevera llena», al tiempo que subraya la incertidumbre del momento actual.

«El trabajo en remoto te permite vestir informal y colgar el traje»

Vicente es fundador de la empresa Internet Security Auditors (www.isecauditors.com). En su caso, su rutina durante el teletrabajo no difiere en gran manera de la que sigue cuando se encuentra en la oficina. «Me levanto a la misma hora, me ducho y aseo como cualquier otro día, desayuno y me permite comenzar antes mi actividad laboral al no tener que desplazarme». Lo que sí es distinto es su vestimenta: «el trabajo remoto te permite llevar un atuendo más informal y colgar el traje», reconoce. Vicente dispone de un despacho en casa que le permite aislarse y desempeñar su actividad con total normalidad. Además, asegura, cuenta con «un buen ancho de banda y las herramientas necesarias, tanto a nivel de conectividad como de seguridad, permiten conectarme a los servicios de mi empresa de la misma forma y en las mismas condiciones que si estuviera en mi puesto de trabajo en la oficina». Vicente ya realizaba teletrabajo algún día a la semana en función de su agenda. En estos momentos y con motivo del COVID-19, optó por el teletrabajo para todos sus empleados de sus oficinas de Barcelona y Madrid. «Hemos seguido las recomendaciones de las instituciones sanitarias. En Barcelona comenzamos el teletrabajo a partir del jueves 12 de marzo y, en Madrid, se implantó antes. Se hará de forma indefinida en función de la evolución de esta impredecible pandemia que nos ha tocado vivir», subraya. Aunque ya estaba acostumbrado a realizar teletrabajo, reconoce que «no es habitual» tener que realizarlo con los hijos en casa. «Lo importante es saber organizarte y seguir unos horarios, intentando no alejarte de lo que harías en un día de oficina». Asegura que «lo lleva muy bien» pese a que «pasa más tiempo en la cocina», y «marca» mejor su horario de finalización para poder atender a su familia. «Si no estuvieran, mi tiempo se alargaría de forma indefinida, por lo que es algo que debo agradecer». Antes de finalizar nuestra conversación, lanza un mensaje de paciencia porque «nos esperan semanas complicadas».