Coronavirus

El Ejército sigue sin pisar las calles de Cataluña, País Vasco y Navarra

En Vitoria sólo se desinfectó el cuartel militar de Araca. Urkullu y Torra lo rechazan pese a las altas cifras de contagios. En el resto de comunidades sí que se han desplegado.

Los 2.600 militares que se han desplegado desde que se decretó el estado de alarma han pisado ya las calles de 14 comunidades y las de las dos ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. Donde todavía no han estado, al menos hasta ayer, es en Navarra, Cataluña y País Vasco. En esta última, eso sí, estuvieron, pero no vigilando o desinfectando sus calles o infraestructuras, sino en el cuartel del Ejército de Tierra de Araca (Vitoria) para formar a su personal y desinfectar la base. Nada más. Inmediatamente se fueron a Burgos. Una situación cuanto menos chocante, ya que la vasca y la catalana son las autonomías más afectadas por el coronavirus tras Madrid.

Y aunque desde el Gobierno (y el Estado Mayor de la Defensa) se ha repetido en infinidad de ocasiones que las Fuerzas Armadas se desplegarán donde hagan falta, la realidad es que los ejecutivos liderados por Íñigo Urkullu y Quim Torra han rechazado hasta ahora la ayuda de los militares, que desde el domingo se dedican sin descanso a vigilar y desinfectar infraestructuras críticas (estaciones, puertos, aeropuertos, hospitales, centros de control de la Dirección General de Tráfico...).

Por mucho que la ministra de Defensa, Margarita Robles, cargase el fin de semana contra el presidente catalán por anteponer sus intereses políticos a la seguridad de los ciudadanos y avisase de que la ayuda de las Fuerzas Armadas «no conoce fronteras ni ideologías», la realidad es que aún no han pisado las calles ni de Cataluña ni del País Vasco.

«Donde entendamos que, por razones de salud pública, la actuación de las Fuerzas Armadas es necesaria, allí estaremos», dijo Robles dando a entender que el Gobierno, como autoridad única en este estado de alarma, podría enviar a los uniformados a Cataluña a reconocer y desinfectar, por ejemplo, el aeropuerto de El Prat o la estación de Sants en Barcelona, sitios donde se producen grandes aglomeraciones de personas y que podrían considerarse focos importantes de propagación del virus. O a la residencia de Vitoria en la que han muerto ocho ancianos y se han infectado otros 45... Sin embargo, no lo han hecho a pesar de las alarmantes cifras de contagios.

«Parece que no tienen valor para entrar. Como no lo hagan, sus palabras se les van a volver en contra, a la ministra y al Gobierno», aseguraban a este periódico algunos militares que participan en el dispositivo puesto en marcha en el marco de la Operación «Balmis».

Y es que en Cataluña se han registrado (hasta ayer) 1.866 casos, han muerto 41 personas y en la UCI hay 33. En el País Vasco, mientras, hay 973 personas contagiadas, 40 fallecidos y 37 enfermos en Cuidados Intensivos. Menos incidencia, que no poca, hay en Navarra, comunidad gobernada por la socialista María Chivite: 386 casos confirmados, tres muertos y 10 pacientes en la UCI.

La realidad es que las Fuerzas Armadas han ido aumentando tanto sus efectivos activados como los lugares de España en los que despliegan cada día desde que comenzó el estado de alarma. De siete ciudades el primer día, con 350 efectivos de la UME, a las 48 y 2.600 uniformados de los dos Ejércitos y la Armada que había ayer. Incluso en Ceuta (un caso y ningún muerto) y Melilla (20 contagiados y sin fallecidos) han sido desplegados. Y todo apunta a que continuará aumentando el número de efectivos en los próximos días. No hay que olvidar que todas las Fuerzas Armadas están disponibles para actuar si el Gobierno lo requiere.