España

Tezanos y la deriva autoritaria

La desfachatez del Gobierno socialcomunista ha llegado a su punto culminante con la última encuesta manipuladora del CIS de Tezanos.

José Felix Tezanos
José Felix Tezanoslarazon

No solo las preguntas llevaban implícitas las respuestas, sino que afectaba a tres cuestiones fundamentales: el poder, la economía y la libertad. El objetivo del estudio del CIS era asentar en la opinión pública la necesidad de tener un Gobierno sin control parlamentario ni judicial, y menos aún de los medios de comunicación social. Para eso los enunciados de las preguntas descalificaban la labor de la oposición, especialmente del PP y de Pablo Casado, y el papel de las autonomías como parte de la campaña de la izquierda contra el Gobierno de Díaz Ayuso.

La estrategia es bien clara: que se identifique al Estado con el Gobierno socialcomunista. De esta manera, criticar y controlar al Ejecutivo, según Pablo Iglesias, Adriana Lastra y otros izquierdistas, es desleal, y por eso piden al PP que “vuelva a la Constitución”. Es la deriva autoritaria de un Gobierno anunciada hace meses, y que ha visto en la pandemia una oportunidad para cambiar el sistema a su conveniencia. Para que esto sea posible necesita una opinión pública bien adoctrinada, de ahí que la encuesta diera al PSOE una subida en la intención del voto, a pesar de la negligente y tardía reacción a la pandemia.

La segunda mentira del estudio de Tezanos se refiere a la economía. Justo cuando se han destruido más de 120.000 empresas y 4 millones de españoles tendrán que sufrir un ERTE, con un desplome del PIB de 10 puntos, con los más de 4 millones de autónomos sin ingresos, y una crisis sin parangón en nuestra historia democrática, resulta que a la mayoría de los españoles les parece que la economía va bien, según Tezanos, claro.

La pregunta más capciosa, y que mejor delató la intención del Gobierno socialcomunista fue la número 6, en la que se preguntó por la necesidad de que el Ejecutivo controle toda la comunicación, o “mantener la libertad total para difusión de noticias e informaciones”. Por supuesto, Tezanos sentenció que el 66,7% de los españoles “cree que habría que restringir y controlar las informaciones, estableciendo sólo una fuente oficial de información”.

Si este deseo del Gobierno se cumpliera y solo fuera admitida su información, ahora creeriamos las mentiras de Pedro Sánchez en sede parlamentaria. Me refiero a cuando dijo el 9 de abril en el Congreso que, según un estudio de la Universidad de Oxford, España tenía la puntuación más alta en cuanto al rigor en la respuesta a la pandemia. Falso. Austria, Ucrania, Italia, Francia o Croacia superan a nuestro país en dicho estudio. Tampoco fue cierto que su Gobierno había sido el más rápido en tomar medidas. Portugal o Grecia lo hicieron antes. Es más; el informe FEDEA deja claro que si lo hubieran hecho el 7 de marzo habría un 65% menos de contagiados. Ni siquiera es verdad, como dijo este 15 de abril, que España había hecho más test que nadie.

El índice de calidad de una democracia se fundamenta en la garantía de la pluralidad y el control del poder político, tanto por parte de otros poderes como de la opinión pública. Sin estas condiciones un régimen se adentra en el terreno del autoritarismo. Un estado de alarma no puede justificar en ningún caso una denigración de los pilares básicos de una democracia. Por eso, las encuestas de Tezanos no son solo un insulto a un país atemorizado y confinado por la pandemia, sino la prueba del mal camino de este Gobierno.