La reunión telemática que Pedro Sánchez y Pablo Casado han mantenido hoy se ha saldado con un principio de acuerdo. El Gobierno consigue atraer al principal partido de la oposición a la mesa de negociación sobre la reconstrucción social y económica y, a cambio, acepta la pretensión de los populares de que este foro se vehicule a través de una comisión parlamentaria. De manera que sea el Congreso de los Diputados y no Moncloa quien dirija los trabajos.

El presidente del Gobierno le ha trasladado al líder del PP un ambicioso plan de actuación que arrancaría mañana mismo y que prevé alumbrar un acuerdo a lo largo del mes de junio, para que este plan de reconstrucción comience operar a partir de julio con el consenso de todos los actores, no solo políticos, sino también sindicatos, patronal y representantes de las comunidades autónomas y ayuntamientos. En el plan inicial de Moncloa está diseñar cuatro grupos de trabajo, en base a los cuatro ejes que el propio Sánchez anticipó el pasado sábado: apoyo al sistema sanitario, reactivación productiva y de la economía, medidas sociales y postura unitaria ante Europa.

La propuesta de Sánchez fija el inicio de la actividad con una primera reunión presidida por él mismo este martes 21 de abril por videoconferencia y con la participación, por parte del Ejecutivo, de los vicepresidentes Carmen Calvo, Pablo Iglesias, Teresa Ribera y Nadia Calviño. La presencia de Iglesias ha generado algunas suspicacias por parte del PP, que deslizó en un primer momento su deseo de que se le apartara. El presidente no está dispuesto a ceder a estas presiones.