Manuel Giménez Abad
El juez envía a prisión a la ex etarra Zaldua y la procesa por el asesinato de Giménez Abad
Pedraz la encuadra en 2001 junto a "Ata", considerado el autor material de los disparos, en el "comando Basajaun" y mantiene que al menos fue colaboradora en el atentado
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado el ingreso en prisión incondicional y el procesamiento de Itxaso Zaldua, “Sahatsa”, detenida ayer en Hernani (Guipúzcoa) por un delito de asesinato terrorista por el atentado que costó la vida en Zaragoza, el 6 de mayo de 2001, al senador y presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad.
Pedraz mantiene que en la investigación existen indicios de la participación de Zaldua, al menos como colaboradora, en el asesinato del político, y se refiere al reconocimiento fotográfico y a la declaración efectuada por un testigo protegido a principios de mes. De ahí que esgrima la gravedad de los hechos que se le imputan y el riesgo de fuga para acordar su prisión provisional, tal y como había solicitado la Fiscalía.
Unos indicios, añade, que se ven reforzados por las conclusiones de un informe del pasado 10 de marzo del Servicio de Información de la Guardia Civil y de los informes de Inteligencia de la Comisaría General de Información de 5 de diciembre de 2019 y 25 de junio de 2020, que trazan un perfil de la estructura, componentes y atentados presuntamente cometidos por el “comando Basajaun” de ETA “que pudieran corresponderse con el autor material del asesinato”, supuestamente Mikel Carrera Sarobe, “Ata”, procesado en julio del pasado año, “y su colaboradora”, Itxaso Zaldúa, “cuya integración en la organización criminal era desconocida para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el momento de la comisión de la acción terrorista”.
De ahí, continúa Pedraz, que su fotografía no habría formado parte de las que se mostraron a los testigos del atentado en un primer momento, haciendo además hincapié en que la instantánea reconocida por el testigo protegido “nunca había sido difundida” por los medios de comunicación escritos o digitales y nunca había sido vista con anterioridad por el testigo, “lo que refuerza el valor del reconocimiento”.
El relato de hechos del auto de procesamiento mantiene que entre las seis y las seis y media de la tarde del 6 de mayo de 2001, Giménez Abad se dirigía con su hijo Borja al estadio de La Romareda de Zaragoza cuando, al llegar a la calle Princesa, “Ata” le abordó por la espalda y le disparó tres veces en la cabeza, que le produjeron la muerte en el acto. A continuación, el autor de los disparos huyó corriendo del lugar de los hechos, cruzándose por el camino con varios testigos a los que apuntaba con la pistola, mientras el hijo de Giménez Abad le increpaba al grito de: “¡Cabrón me has jodido la vida! ¡ETA asesina!”.
Durante su huida, continúa el auto de procesamiento, en un determinado momento “Ata” se cruzó con una mujer “bajita, de mofletes rollizos, ojos negros” que vestía de color oscuro y con gorro tipo bombín y abrigo largo a pesar del mes de mayo, que daba seguridad a cierta distancia al autor de los disparos (disparos realizados con el mismo arma que sirvió para asesinar a Joseba Pagazaurtundua) y a la que entregó un objeto que no se puede precisar, tras lo cual “Ata” y la mujer huyeron en direcciones opuestas, el primer corriendo y la segunda con paso ligero.
“De las actuaciones practicadas y reconocimientos habidos durante esta instrucción se puede concluir que la mujer que se cruzó con el autor de los disparos es Miren Itxaso Zaldua”, según señala la resolución judicial.
El magistrado apunta que en la fecha en la que se cometió el atentado, ambos formaban parte de un “comando” armado de ETA denominado Basajaun, lo que se deriva del examen de la documentación intervenida en el registro efectuado en 2002 en la residencia de Tarbes (Francia) donde residía Juan Fernández Iradi , “Susper”, y de la que se infiere que dicho “comando” se hallaba operativo en octubre de 2000 hasta, al menos, el verano de 2002. Además, existen metadatos en un fichero informático, de febrero de 2001, justificativos de una cita entre “Ata” y la dirección de ETA para recibir instrucciones de “cometer acciones” contra “objetivos concretos” en Zaragoza o Fraga, entre los que se incluiría el atentado objeto de esta investigación.
La comunicación y periodicidad de los contactos directos e indirectos entre los responsables del comando Basajaun (un hombre y una mujer) y la dirección de ETA en los meses previos a mayo de 2001 no pudo conocerse hasta la operación policía de Tarbes en diciembre de 2002, lo que justifica el desconocimiento de la vinculación de “ata” y “Sahatsa” con ETA en la fecha del atentado contra Giménez Abad y que en los días posteriores al asesinato no se pudiera haber confirmado su reconocimiento por los testigos”, concluye el juez.
Zaldua fue detenida el 23 de abril de 2005 en Lannemezan (Francia) en compañía de José Segurola Querejeta, considerado el lugarteniente de “Txeroki”. Ambos estaban encuadrados entonces en la subestructura Ataka, siendo ella su máxima responsable, además de formar parte del núcleo dirigente del “aparato militar” de ETA. Hasta ese momento no se conocía la militancia de Zaldua en la organización terrorista ni, por tanto, las actividades que había venido realizando tanto en Francia como en España en su condición de activista de ETA.
La Justicia francesa condenó a la etarra a 18 años de prisión y, tras cumplir la pena, fue puesta en libertad y expulsada del país vecino en agosto de 2017, regresando a España, donde no tenía entonces ninguna reclamación judicial pendiente.
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