Juan Carlos I de España
Emiratos Árabes Unidos... ¿Destino final del Emérito?
Una elección polémica. La izquierda y los nacionalistas utilizan la relación de Don Juan Carlos con las monarquías pérsicas para tratar de debilitar a la institución
El anuncio de la Casa Real este lunes de que el Rey Emérito, Don Juan Carlos, se encontraba en Emiratos Árabes Unidos desde el 3 de agosto puso final a días de especulación sobre el paradero de quien sirvió con lealtad a España durante casi cuatro décadas y trajo la Democracia tras el fallecimiento de Franco. Aunque en un primer momento se dijo que el Rey Emérito había viajado a República Dominicana y, posteriormente, se señaló Portugal como su refugio, el comunicado de Zarzuela despejó la incógnita inicial respecto a su salida, pero no confirmó si el Golfo Pérsico será la residencia final del Rey Emérito.
En un primer momento, la elección de los Emiratos Árabes como destino despertó muchas suspicacias entre el sector republicano por las relaciones estrechas que el Emérito siempre ha cultivado, y nunca ha ocultado, con las monarquías árabes. Sus tres últimos viajes oficiales como Rey, antes de su abdicación en junio de 2014, fueron a esta región. En esa época visitó, entre otros países, los Emiratos Árabes Unidos, y tras su abdicación, también, se dejó ver en varias ocasiones en distintos eventos que se celebraron allí, entre ellos, el Gran Premio de Fórmula 1. De hecho, en 2018 acudió con la infanta Cristina a la carrera en la que el asturiano Fernando Alonso se despedía de la competición reina tras lograr dos campeonatos. Con total transparencia y haciendo, como siempre ha hecho, de adalid de la «Marca España», el Emérito apoyó, como tantas veces, al deporte español.
Su red de amistades en la región es extensa, comparable a la de otras en distintos puntos geográficos. No en vano, durante décadas, Juan Carlos ha sido el mejor embajador de España, independientemente de quien ocupara el sillón de La Moncloa. Fue el primer jefe de Estado que viajó a la URSS; el anfitrión del primer Papa que visitó España; desempeñó un papel fundamental en los acuerdos de Oslo, que lograron lo más parecido a una paz entre israelíes y palestinos; y estrechó la mano de Fidel Castro durante el Gobierno de José María Aznar cuando las relaciones con Isla eran tensas. Sin embargo, el hecho de trasladarse a los Emiratos Árabes Unidos, epicentro de la investigación judicial que motivó su salida de España, es gasolina para quienes quieren derrocar el régimen del 78.
Para Eduardo González Vega, profesor de la Universidad Camilo José Cela y consultor del Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político «la investigación judicial» en la que está envuelto el Emérito –a raíz de las declaraciones de su amiga Corinna Larsen que le involucran en supuestos casos de corrupción– ha llevado a la Institución a una situación «de crisis». Sin embargo, según describe el experto, los hechos no se pueden separar del entorno político en el que se producen. «Cada partido político tiene sus problemas y lo están usando según sus circunstancias. Hay partidos,como Podemos que lo están utilizando para desviar la atención y forzar el debate sobre un asunto –Monarquía versus República– que les fortalece ideológicamente y tratan de sacar rédito», señala. Sin embargo, reconoce, que los escándalos aireados por Corinna dejan en mal lugar a una Institución a la que se le exige decoro y rectitud. «El tema de Corinna se percibe entre la ciudadanía de forma negativa. Socialmente no está aceptado que el comportamiento de la Monarquía no sea intachable e impoluto, independientemente de las circunstancias o la realidad, entonces es una actitud que la mayoría de la sociedad considera reprobable. Y sin duda, está perjudicando al Rey Juan Carlos». En la misma línea, el hecho de elegir los Emiratos Árabes Unidos como destino –dice el experto–, de cara a la opinión pública «da pie a generar noticias y titulares, que desconociendo los motivos de la decisión, no le benefician».
Pese a esta elección inicial, cabe la posibilidad de que el Emérito se traslade a un lugar más próximo de España, quizás Estoril, un lugar históricamente vinculado con Juan Carlos. Y quizás, vuelva a Sanxenxo, donde allí, nadie le molesta.
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