ETA

“Josu Ternera” teme que la “derecha española” atente contra él en París

Pide que se le cambie de piso y que no se comunique a nadie su nueva dirección

Jose Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", en una de sus visitas al Tribunal de Apelaciones de París, encargado de decidir sobre su entrega a España
Jose Antonio Urrutikoetxea, "Josu Ternera", en una de sus visitas al Tribunal de Apelaciones de París, encargado de decidir sobre su entrega a EspañaCHRISTOPHE PETIT TESSONEFE

José Antonio Urruticoechea, “Josu Ternera”, el gudari entre los guradis para los suyos, ante cuyo nombre temblaban los presos díscolos con las órdenes de ETA, tiene miedo de que la derecha española le ataque en París, donde vive plácidamente en libertad a la espera de que los tribunales decidan sobre su definitiva entrega a España. Así lo manifestó en la vista que se celebró para resolver su entrega a la Justicia de nuestro país sobre el caso de las Herriko Tabernas, fallado en su contra.

Según las informaciones que han trascendido, el cabecilla etarra, que cuenta entre sus abogados con el letrado Gonzalo Boyé, un chileno que colaboró con la banda en el secuestro de Emiliano Revilla, manifestó que no se siente seguro en el piso en el que vive, cuya propietaria es una profesora universitaria.

“Ternera”, como ha acreditado en sus años de clandestinidad, en los que logró eludir en varias ocasiones la acción policial, está pendiente de forma permanente de su seguridad. No era extraño ver a los etarras que se escondían en algún país de Sudamérica en actitud de vigilancia en la puerta de su casa, con el fin de detectar algín indicio de que estaban siendo vigilados. Era una de las normas de seguridad de la banda criminal.

Al parecer, ha detectado cerca de la vivienda que ocupa la presencia de “informadores”, aunque no las debe tener todas consigo ya que si realmente pensara que se trata de periodistas que buscan noticias sobre la estancia del terrorista en la capital francesa, no debería preocuparse.

“No me encuentro en una situación de seguridad”, señaló. Apostilló que cuando salió en libertad se hizo pública la dirección del referido piso. Lo que, en su concepto de clandestinidad, le colocaba en una situación vulnerable.

Con todo, se vio obligado a reconocer que no ha recibido ningún tipo de amenazas, aunque si había visto a informadores rondando en las proximidades de la casa y, cuando la presidenta le indicó que cada vez que comparece también la prensa está presente, replicó que “hay periodistas y periodistas”, informa Efe.

Sin embargo, una de sus abogadas dijo que sufría amenazas muy serias hasta el punto de que se concluyó, a petición de sus letrados, que teme “represalias de la derecha española”. El nuevo alojamiento al que querría mudarse , del que no se divulgó su ubicación, sería el de “una comunidad” en la que pudiera tener “serenidad”.

Por otra parte, según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, no se tiene constancia de las visitas que recibe Urruticoechea ya que las Fuerzas de Seguridad galas se limitan a controlarle a través de una pulsera telemática.

Por su parte, EHBildu ha considerado que la aprobación de la euroorden (para que sea entregado a España) está basada n viejos esquemas, “porque expresa su voluntad de mantener encadenada a Euskal Herria en el pasado y en la lógica basada en la venganza” y exige " una vez más a los gobiernos español y francés que den pasos a favor del proceso de paz que se vive en Euskal Herria. Así, han insistido en que no es aceptable que se niegue a dar nuevos pasos en el marco de una solución global a la situación de las y los presos políticos vascos. Los gobiernos francés y español tienen que dar pasos para acabar con esta situación insostenible. Es hora de vaciar las cárceles y de no cumplirlas. La euroorden contra Urrutikoetxea es inaceptable y la Justicia francesa no debe tramitar todas las peticiones de extradición que estudia".