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Salvador Illa: el ministro “quemado” que salta a candidato

El titular de Sanidad deja el Ministerio en plena tercera ola ante las expectativas de disputarle la Generalitat a ERC

El ministro de Sanidad Salvador Illa durante la rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa.
El ministro de Sanidad Salvador Illa durante la rueda de prensa en el Palacio de la Moncloa.Gonzalo PérezLa Razón/Pool

De manera insistente y hasta el mismo día de ayer, en una entrevista en “La hora de la 1″, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, había negado que fuera a encabezar la candidatura de los socialistas catalanes en los comicios del próximo 14 de febrero. De puertas para adentro se llevaba tiempo gestando un movimiento que de puertas para afuera se tildaba de inverosímil, salvo “terremoto” político. “El candidato va a ser Miquel Iceta, que es la persona que está en mejores condiciones para abanderar este cambio”, valoraba este martes el propio Salvador Illa en TVE. Las condiciones, sin embargo, según los sondeos que baraja el partido colocan al ministro de Sanidad como el puntal de una estrategia que se explica en varios frentes.

En primer lugar, por su buena valoración y posibilidad de mejorar las expectativas electorales del PSC, en condiciones de disputarle la Generalitat a ERC y de, en caso de no hacerlo, tejer una interlocución con los soberanistas que, en el caso de Iceta, se antojaba imposible. No en vano, el último CIS catalán colocaba al ministro de Sanidad como el segundo mejor valorado (45,3%) por detrás de Oriol Junqueras (62,4%), a distancia del primer secretario del PSC (33,9%). Illa se antoja además como un perfil conciliador hacia el independentismo pero, al mismo tiempo, capaz de aglutinar voto de Ciudadanos, el principal caladero electoral en el que quieren “pescar” los socialistas catalanes en estas elecciones.

En Moncloa elogian el perfil “gestor” de Salvador Illa y su proyección tras la crisis del coronavirus, una gestión la de la pandemia, muy controvertida en el pasado y que deja un importante vacío de cara al futuro. El hecho de prescindir del ministro de Sanidad en plena tercera ola, lanza un mensaje negativo a la sociedad, de desautorización, y cumple los pronósticos de la oposición, que le acusaron de hacer campaña para el 14-F desde el ministerio. Desde el Gobierno arguyen que la etapa que se abre a partir de ahora, con la campaña de vacunación, supone un nuevo horizonte que permite ceder las riendas del Ministerio a otros perfiles, aunque el relevo no será inmediato.

Tras hacerse pública la candidatura de Illa, desde el PSOE han emitido un comunicado para desvincularse de la decisión de Miquel Iceta y de “nuestros compañeros del PSC”, expresando su “confianza en la decisión” por ellos adoptada. Se valora como “generoso” el gesto del primer secretario y se le agradece su “inmensa e irremplazable labor”, porque “a buen seguro seguirá desempeñando un papel fundamental”. También se agradece la labor de Illa al frente del Ministerio de Sanidad, “del que como socialistas podemos sentirnos muy orgullosos, en un momento tan difícil marcado por la pandemia”.

La relación entre Salvador Illa y Miquel Iceta es muy estrecha y el ministro de Sanidad tiene un profundo conocimiento del partido de los socialistas catalanes, del que es secretario de Organización, puesto al que llegó en un momento muy complicado de la formación, tras las elecciones de 2015 y que consiguió coser.