Gibraltar

Las quejas de Borrell contra Picardo: «Toca todas las capas del gobierno español a mis espaldas»

Un diplomático británico desvela que el ex ministro de Exteriores se quejó en 2018 por el estilo del alcalde del Peñón : “la cosa se pone pegajosa con Gibraltar”

Borrell Picardo
Borrell PicardoFotoLa Razón

La memorias políticas de un hombre del delegado de Boris Johnson en el Foreign Office, publicadas recientemente, proporcionan una interesante ventana al ambiente diplomático en el que se gestaron las tensas negociaciones entre Madrid y Londres sobre el acuerdo de retirada del Reino Unido de la Unión Europea, concretamente sobre el punto más espinoso de la agenda: el eterno contencioso a cuenta de Gibraltar.

Según el ex ministro británico del departamento de exteriores británico y ex diputado conservador Sir Alan Duncan, Borrell expresó su indignación porque Fabian Picardo “iba a sus espaldas” y “tocaba todas las capas del Gobierno español” después de cada reunión. La queja viene consignadas el 27 de octubre de 2018 durante el relato que Duncan hace de las “Tertulias” hispano británicas que aquel tuvieron lugar en Málaga. “La cosa se pone pegajosa con Gibraltar con Borrel quejándose de Picardo”, puede leerse en las memorias del dirigente británico “In The Thick Of It” según una información publicada por el Gibraltar Chronicle.

GRAF9069. MADRID, 28/11/2019.- El ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, y la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera (fuera de plano), ofrecen este jueves una rueda de prensa en Madrid para presentar la Agenda Oficial de la Cumbre del Clima, que se celebra en la capital del 2 al 13 de diciembre. EFE/ David Fernández
GRAF9069. MADRID, 28/11/2019.- El ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell, y la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera (fuera de plano), ofrecen este jueves una rueda de prensa en Madrid para presentar la Agenda Oficial de la Cumbre del Clima, que se celebra en la capital del 2 al 13 de diciembre. EFE/ David FernándezDavid FernándezEFE

David Liddington, Borrell, Duncan y el secretario de Estado para Europa Marco Aguirianodiscutieron durante el desayuno en aquella ocasión la marcha de las negociaciones: «La mayoría de los puntos de un acuerdo de salida están delineados pero los españoles no consienten un acuerdo a tres bandas que incluya a Gibraltar; solo estarán de acuerdo con un apretón de manos entre ellos y nosotros».

Es pertinente recordar que en aquella época Reino Unido estaba llevando a cabo un diálogo con España sobre la inclusión de la colonia militar en el acuerdo después de que Bruselas certificara que Madrid tenía la última palabra en las relaciones de la UE con el Peñón tras el Brexit.

«Aun quedan flecos sobre como diseñar un acuerdo sobre el compromiso en referencia a los precios del tabaco en Gibraltar de manera que no recorte los ingresos fiscales de España; sobre como superar las objeciones españolas al bajo impuesto de sociedades en Gibraltar, sonde tienen temores de que empresas españolas se radiquen en la colonia y, de esa manera, se utilice como un vehículo para reducir sus obligaciones fiscales personales, negando a España sus ingresos también sobre como lograr un compromiso de los gibraltareños para que cesen los vertidos para ganar terreno al mar de tal manera que Fabian [Picardo] no tenga que reconocerlo públicamente y así parezca que se ha vendido”, afirma el funcionario británico.

El ministro David Lidington llega a Downing Street en Londres. (Foto: Efe)
El ministro David Lidington llega a Downing Street en Londres. (Foto: Efe)larazon

Sobre Lidington, quien fuera su ministro, el juicio de Sir Alan Duncan es brutal: “Es un payaso, un egocéntrico, un bufón vergonzante, con una mente desordenada y un juicio diplomático ‘subcero’”, sentencia.

Sobre la postura española durante la etapa de Borrel, Duncan desvela lo siguiente: “Los españoles van a introducir la denominación “colonia” en el intercambio de documentos preparatorios para una posible salida sin pacto. Esto es provocativo pero no son estúpidos. Pueden sentir nuestra debilidad en referencia al Brexit y no van a perder su oportunidad. Dicen que no variaran el lenguaje actual sobre soberanía mientras nos quedemos en le UE pero si salimos sin acuerdo entonces la relación cambiará y por lo tanto también lo hará el lenguaje”.