Seguridad
La policía detiene a dos “groomers” que acosaban a decenas de menores
Las víctimas eran niñas que vivían en Estados Unidos y Canadá y una en España
Agentes de la Policía Nacional han detenido a dos groomers que acosaron a decenas de menores a través de las redes sociales, en dos operaciones recientemente culminadas contra el fenómeno conocido como “child grooming”. Los arrestados, de manera independiente, rastreaban las diferentes redes sociales utilizadas habitualmente por menores de edad en busca de víctimas a las que poder acosar, intimidar y solicitar material pornográfico.
Para captar la atención inicial de las niñas hacían uso de técnicas de ingeniería social; se hacían pasar por chicas de edad similar mediante la utilización de decenas de perfiles falsos en las principales plataformas y redes sociales. Los presuntos responsables son dos varones, de 27 y 30 años de edad, arrestados en las localidades de Marbella (Málaga) y Cartegena (Murcia). Se ha identificado a una víctima en España y a otras 37 en Estados Unidos y Canadá
Los agentes de Unidad Central de Ciberdelincuencia hicieron uso de información operativa procedente del Homeland Security Investigations (HSI), fruto de la colaboración policial internacional. La policía norteamericana informó, a través de la Embajada de Estados Unidos en España, que dos niñas estadounidenses habían denunciado a un acosador sexual que podría localizarse en nuestro país, si bien este extremo no estaba confirmado.
El presunto acosador adoptaba férreas medidas de seguridad, hacía uso de herramientas de anonimización y adoptaba diferentes personalidades virtuales. Además, captaba a sus víctimas, principalmente niñas norteamericanas, a través de un sitio web gratuito que permite a los usuarios chatear con otras personas, niñas a las que posteriormente extorsionaba a través de una conocida red social. Durante el proceso de ciberacoso, el investigado mostraba una elevadísima agresividad hacia las menores, sometiéndolas a una gran presión y amenazándolas con difundir entre sus contactos las fotografías íntimas que había obtenido previamente de sus víctimas.
El transcurso de la investigación permitió identificar a treinta y seis víctimas en Estados Unidos y una en Canadá. Las primeras gestiones se centraron en la localidad de Marbella y, dado que el investigado exhibía un alto nivel de inglés; se barajó la posibilidad de que podría ser algún residente extranjero de larga duración de esta ciudad. No obstante, según avanzaba la investigación, y se localizaban nuevas personalidades que el investigado habría asumido en Internet, esta hipótesis fue perdiendo fuerza. Finalmente, las pesquisas se centraron en una familia española, residente en esta localidad, cuyos miembros contaban con extraordinarios conocimientos en informática y robótica además de gran dominio del idioma anglosajón.
Durante la realización de la entrada y registro en el domicilio se comprobó el uso de elevadas medidas de seguridad en los dispositivos informáticos analizados. Las evidencias encontradas apuntaban al hijo de la familia como el presunto responsable de los hechos; fueron halladas nuevas conversaciones en las que acosaba a menores e identificando a nuevas víctimas. Del análisis realizado en el material intervenido se ha logrado identificar a 36 víctimas en EEUU y una más en Canadá. Además, se localizó una elevada cantidad de archivos sexuales de menores. Una vez puesto a disposición judicial ingresó en prisión.
La investigación sobre el otro groomer se inició tras la denuncia de una mujer; su hija, de doce años de edad, estaba sufriendo acoso a través de las redes sociales. El presunto autor de los hechos habría abordado a la menor a través de una conocida plataforma, adoptando la identidad de otra menor de trece años. Una vez ganada su confianza, le habría confesado que realmente se trataba de un varón mayor de edad; le envió fotografías de sus genitales y pidiói material sexual explícito de la menor.
Tras un complejo proceso de identificación el presunto acosador resultó ser un individuo de treinta años, residente en Cartagena. El registro en su domicilio permitió acreditar que tenía una gran cantidad de material de abuso sexual infantil y que había llegado a utilizar hasta diez personalidades distintas en la red, en función de las niñas con las que contactaba.
✕
Accede a tu cuenta para comentar