Devoluciones

Un retorno a cuentagotas que vigila la Fiscalía

El Ministerio Público exige a Interior datos detallados del operativo para devolver a Marruecos a los 700 menores atrapados en Ceuta

La devolución ayer a Marruecos desde Ceuta de un segundo grupo de 30 menores no acompañados –de los más de 700 que aguardan en pabellones en distintos lugares de la ciudad– augura que será un proceso lento, pues la intención es que cada día retornen al país vecino grupos de no más de una treintena de niños. Un proceso, por tanto, a cuentagotas, que podría prolongarse más de un mes y que, de momento, vigila e investiga oficialmente la Fiscalía, que exigió al Interior que explique cómo está garantizando los derechos de los menores, pues apenas conoce detalles del plan y ni siquiera sabe la cifra exacta de menores que serán repatriados.

El operativo empezó el viernes con los 15 primeros y ayer mismo la Policía Nacional ya tuvo que actuar por alteración del orden en el pabellón deportivo de Santa Amelia, del que partieron a territorio marroquí los dos primeros grupos de menores y en el que había alojados 234 muchachos. Del albergue de Piniers, donde están acogidos unos 400 menores, se fugaron unos 60 muchachos. Al margen de los más de 700 repartidos entre el polideportivo Santa Amelia, el albergue de Piniers y el Centro de Realojo Temporal de La Esperanza, varios centenares de menores más se hallan vagando por otros puntos del territorio de la ciudad autónoma. .

El temor de las autoridades ceutíes ahora es que el rechazo de los menores que permanecen en Ceuta a regresar a Marruecos derive en más fugas y en problemas de orden público. De acuerdo con el Ministerio del Interior, se ha priorizado la «vulnerabilidad» de los chicos a la hora de seleccionar quiénes deben regresar a Marruecos y quiénes permanecerán en suelo español, aunque no se han hecho públicos los criterios para determinar aquella.

Por su parte, las autoridades marroquíes no han ofrecido ninguna información pública sobre el operativo pactado con el Gobierno español. Se conoce que los primeros menores han llegado al centro de asistencia social de Martil –que cuenta con 70 camas y funciona desde 2019–, una localidad cercana a Tetuán y situada a unos 40 kilómetros de Ceuta. Según la carta remitida por el Ministerio del Interior a la Delegación del Gobierno en Ceuta y al Ejecutivo local, «Marruecos se compromete a velar por los intereses de los menores». De acuerdo con fuentes presentes en el dispositivo marroquí, «todos los niños se están devolviendo a sus familias de manera rigurosa, ordenada y en un proceso que cuenta con todas las garantías».

Sin embargo, el socio del Gobierno en la Coalición, Unidas Podemos, ya denunció el primer día estas devoluciones y ayer insistió. De hecho, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, avisó por carta al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de que podría suponer «un incumplimiento de los derechos de las niñas y niños extranjeros en España». Desde el PSOE las defendieron.

El proceso de repatriación, que supone el cumplimiento por primera vez del acuerdo bilateral de 2007 sobre la cooperación en relación a la emigración ilegal de menores no acompañados, su protección y su retorno concertado, había comenzado a fraguarse en plena crisis bilateral, concretamente el 1 de junio. Entonces, el Rey Mohamed VI daba instrucciones a su Gobierno para que comenzara el proceso de regreso de los menores marroquíes no acompañados repartidos por la UE, la mayoría de ellos en España. La ministra marroquí de Solidaridad, Desarrollo Social, Igualdad y Familia, Jamila El Moussali, avanzaba días después que en los casos en que los menores no tuvieran familias a las que regresar, serían atendidos en centros especiales del Estado.

Los colectivos en defensa de los derechos humanos de un lado y otro del Estrecho –también el Defensor del Pueblo español– censuran los procedimientos seguidos por Rabat y Madrid y piden que cesen las devoluciones de inmediato. «Es vergonzoso lo que está ocurriendo, máxime viniendo de un Gobierno que se dice progresista. Se han saltado toda la jurisprudencia para recuperar las relaciones con Marruecos, con los menores como moneda de cambio. Está claro que ni España ni Marruecos ni la UE priorizan el interés superior de estos menores. Nos sentimos muy decepcionados», afirmó a LA RAZÓN el especialista en integración de menores no acompañados y representante de Voluntarios por Otro Mundo Michel Bustillo.

«Dudamos que estos chicos vayan a estar ahora en las mejores manos y se respeten sus derechos en Marruecos», avisa el educador. «Los niños no quieren volver y aun así han ejecutado la devolución. Lamentable», zanja Bustillo.

Por su parte, del otro lado del Estrecho, el marroquí Omar Naji, militante de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos –principal colectivo de esta naturaleza en el país magrebí–, denuncia a este periódico la «grave violación de los derechos de los niños». «Esta represión de los menores muestra una vez más que cuando se trata de violar los derechos fundamentales las políticas migratorias españolas y marroquíes se reencuentran y asocian para golpear el principio del interés supremo de los menores y la prioridad de su protección», lamenta.