Cataluña

Sánchez garantiza a ERC que irá a la Mesa de Diálogo

No confirmará su presencia hasta última hora para evitar el desgaste de PP y Vox

Sánchez acudió ayer al Palacio Real para el almuerzo organizado por Felipe VI para el presidente de Chile
Sánchez acudió ayer al Palacio Real para el almuerzo organizado por Felipe VI para el presidente de ChileEmilio NaranjoAgencia EFE

A una semana de la convocatoria de la Mesa de Diálogo todo son incertidumbres. El independentismo anda a la gresca y la frágil unidad se resquebraja por momentos. Junts per Catalunaya, la CUP y la Asamblea Nacional Catalana están utilizando la Mesa de Diálogo para erosionar a Esquerra Republicana y al presidente Aragonés. De hecho, hasta la secretaria general de ERC, Marta Rovira critica a la Mesa porque se llama de «Diálogo» y no de «Negociación».

En las últimas horas, el oscuro objeto de deseo ha sido la presencia del presidente Sánchez. El Gobierno mantiene la incógnita sobre su asistencia a la Mesa lo que provocado polvareda en el mundo independentista. Mientras Junts ahora considera vital que Pedro Sánchez acuda a Barcelona, Esquerra se escuda en que el presidente le ha garantizado a Aragonés que estaría presente, aunque no lo formalizará hasta el último minuto para evitar la presión de la oposición del PP, VOX y Ciudadanos.

Esta polémica lo que oculta es la fuerte división que existe en el independentismo ante el 11 de septiembre. En la calle, la manifestación será toda una OPA hostil a Esquerra Republicana, que sus rivales quieren repetir en la Mesa de Diálogo.

Pere Aragonés tiene claro que esté Sánchez o no, él estará presente, entre otras razones, porque no quiere que la delegación catalana esté presidida por Jordi Puigneró, su vicepresidente, que se ha mostrado contrario a la Mesa y es partidario junto con Carles Puigdemont de forzar la confrontación con el Estado.

La delegación catalana estará formada por seis personas. Por Esquerra Republicana Pere Aragonés, presidente, Laura Vilagrà, consellera de Presidencia y persona de confianza de Oriol Junqueras, y Roger Torrent, expresident del Parlament y actual conseller de Empresa. La presencia de Torrent es lo que provocará un cierto retraso en la Mesa que no se convocará hasta que el ex president de la cámara catalana declare en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por presunta desobediencia al Tribunal Constitucional al tramitar propuestas de resolución relacionadas con el proceso independentista, una que reclamaba la autodeterminación y otra que reiteraba la reprobación al Rey. El alto tribunal admitió a trámite la querella solicitada por la fiscalía pero en su resolución no asumía ni daba por supuestas las valoraciones del organismo fiscal.

Por parte de Junts per Catalunya solo está claro un nombre, el de Jordi Puigneró. A partir de ahí todo es una incógnita. Se barajan los nombres de Jaume Giró, Economia, y Gemma Geis -Universidades-, pero su designación final depende de las negociaciones entre las diferentes tendencias de Junts per Catalunya, un partido que no augura ningún recorrido a la Mesa, es más quiere dinamitarla. Giró tiene un perfil más ponderado, mientras que Geis es una persona muy afín a Puigdemont. Ambos configurarían un equilibrio.

Si el presidente Sánchez no acude a la reunión en Barcelona se dará una paradoja. Si no acude la vicepresidenta Nadia Calviño, la delegación del Gobierno sería presidida por la vicepresidenta Yolanda Díaz, que no es del PSOE, es de Podemos. Se da por descontado en las fuentes consultadas la presencia de Félix Bolaños, Presidencia, Isabel Rodríguez, Administración Territorial, y a la «espera que lo confirme el presidente», el todavía primer secretario del PSC, Miquel Iceta. El entorno de Iceta da por segura su presencia, algo que a mediados de agosto se ponía en duda en Moncloa, aunque en el PSC se prefiere la cautela. «Lo que está claro es que el socialismo catalán tendrá voz en la Mesa». Otro interrogante es si formará parte de la Mesa algún otro ministro de Podemos. En esta segunda reunión de la Mesa todos los presentes serán miembros de los gobiernos, a diferencia de la primera reunión dónde se sentaron miembros del PSC, de ERC y de Junts.

La fecha de la cita se sitúa en los días 16 y 17 de septiembre, tras la declaración de Torrent y antes del viaje del presidente a Estados Unidos donde tiene prevista una intervención en la ONU. Si este tema es una incógnita más lo es el temario de la reunión. Según fuentes de Moncloa «los independentistas no han entregado ningún papel sobre el contenido de la Mesa y los criterios de funcionamiento». Desde el independentismo no se mueve pieza máss allá de reclamar «el derecho de autodeterminación y la amnistia». Y de ahí no se moverán hasta que pase la Diada del próximo sábado. La manifestación es una edición descafeinada de pasadas celebraciones, pero en ERC se temen una bronca por parte de los sectores más radicales cercanos a la ANC, Junts y la CUP. Puigdemont ayer llamó a la confrontación con el Estado, Elisenda Pulizié, la presidenta de la ANC, pidió la aparición de nuevos partidos y el propio Puigneró dijo hace unos días que siempre tienen que tener preparada una DUI. Algo muy diferente de lo que defiende ERC.