Terrorismo
El Estado Islámico opta por la utilización de pateras para introducir yihadistas en España
Las Fuerzas de Seguridad han abortado en los últimos tiempos hasta tres intentos procedentes de Argelia
El yihadismo llega en patera, en este caso desde Argelia, donde la franquicia del Estado Islámico (Isis, Daesh) que opera en la zona, Jun and Kilafah, parece ter un plan para atacar a España y, por ende, a Francia, mediante la introducción en Europa de sus “moujahidines” (combatientes) mezclados entre los inmigrantes ilegales. Hace meses se podía hablar de algún caso aislado, pero la repetición de los hechos demuestra que existe una estrategia preconcebida por parte de Daesh para utilizar la ruta Argelia-España.
A favor cuenta con una serie de factores como que los inmigrantes, por lógicas razones geográficas, no pueden ser sometidos al procedimiento de devolución en frontera, como ocurre con los marroquíes. Además, los terroristas van provistos de documentación falsa y cuentan ya con contactos en la Península para moverse hacia los puntos de destino.
Barcelona, por varios factores, es uno de los preferidos. De un lado, está la “venganza pendiente” de Isis por la muerte de los integrantes de la célula que cometió los atentados de 2017, algunos de los cuales fueron abatidos por agentes de los Mossos D’ Esquadra en evitación de que siguieran asesinando ciudadanos. Y, por el otro, la cercanía de la frontera con Francia.
Ello no quiere decir, que los yihadistas puedan tener otros destinos dentro de España y que, si se da el caso, intenten cometer atentados en nuestro país.
La labor de las Fuerzas de Seguridad, en este caso la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional, ha evitado, hasta en tres ocasiones, que los yihadistas llegados de Argelia se salieran con la suya.
En abril del año pasado fue arrestado en Almería, a donde había llegado en patera,uno de los Foreign Terrorist Fighters-FTF de Daesh más buscados de Europa. Se tratabade un individuo, de nacionalidad egipcia y británica, Abdel-Majed Abdel Bary, que venía acompañado de un “guardaespaldas” y de otro individuo para realizar labores de logística (apellidados Siddiki y Chollouah), todos con documentación falsa y con unas intenciones que están por determinar. Desde luego, no era para trabajar en los camnpos en la recogida de hortalizas o frutas.
En enero de este año, nuevamente la CGI detecta la entrada, también por Levante y en patera, de dos individuos que rápidamente se dirigen a Barcelona. Aunque por los movimientos realizados por un tercero, que pasó a Francia y luego regresó, todo parecía indicar que su destino era el territorio galo, la operación desarrollada esta semana en Cataluña y Madrid pone en cuestión esta hipótesis.
Los arrestados de enero dependían en Argelia de un sheikh, una especie de jeque o emir, que, curiosamente, en marzo de este año, abordó una patera y llegó a España. Los agentes de la CGI lo tenían monitorizado desde el primer momento y pronto se dieron cuenta de que, una vez llegado a Barcelona, donde vivía en un piso compartido, realizaba las funciones necesarias para configurar una célula yihadista.
El peligro era evidente y se acentuó cuando se comprobó que uno de los integrantes del grupo, que eran dinamizados por el emir, se movía en ambientes delincuenciales para tratar de conseguir un fusil de asalto AK-47 Kalashnikov. Las evidencias del peligro inminente no ofrecían dudas y se procedió a la detención de los cuatro integrantes de la célula y el control de un quinto, que participaba desde prisión (¿uno de los arrestados en enero?).
El citado jeque debía ser consciente de que corría un cierto peligro al emprender el viaje a España ya que sus compinches estaban en prisión y, aun así, se metió en la patera, lo que parece demostrar que se resolución de pasar a la acción y cometer actos terroristas era absoluta.
Si se recuerda cómo se formó la célula de Ripoll, autora de los atentados de 2017, en torno al imán Abdelbaki Es Satty, la confluencia de amigos y familiares unidos por el deseo de convertirse en “mártires de Alá”, y la relativa facilidad como se conformó el grupo, no se puede descartar que el ahora desarticulado por la Policía tuviera intenciones similares.
Son miles los inmigrantes ilegales que, mes a mes, llegan a España y los que vienen de Argelia han experimentado un aumento, unos 2.000 más en lo que va de año. La colaboración de las autoridades argelinas con las Fuerzas de Seguridad españolas es excelente en este terreno con el objetivo común de acabar con el terrorismo yihadista. Marruecos es, asimismo, otro gran aliado de España en este campo y el intercambio de información ha permitido que se abortaran acciones terroristas en ambos países. No se puede descartar que esta vía haya podido ser utilizada pòr yihadfistas que ahora están en otros países europeos o permanecen “dormidos” en nuestro país.,
En cualquier caso, como ocurrió con los atentados de París de 2015 y, más recientemente, con el de la Basílica de Niza en octubre del año pasado, las pateras llenas de inmigrantes ilegales fueron el sistema utilizado por los terroristas para entrar en Europa y cometer los atentados. El peligro está ahí y hayque combatirlo.
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