"Caso niñera"
Vox pide al juez que cite como testigo a la empleada de Podemos que cuidó de los hijos de Irene Montero
Reclama también que la ex escolta de la ministra aporte los mensajes en los que le encargó supuestas tareas personales al margen de su cometido
El juez del “caso niñera”, Juan José Escalonilla, tendrá que decidir si llama a declarar a una empleada de prensa de Podemos a la que una ex escolta de Irene Montero señaló ayer como la persona que se encargaba de cuidar de sus hijos en el domicilio familiar. Tras la declaración de Elena González, Vox ha solicitado ya por escrito al titular del Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid que la cite a declarar como testigo, como también anunció que hará otra de las acusaciones populares, la que ejerce la Asociación de Juristas Pro Lege.
En el escrito al que ha tenido acceso LA RAZÓN, la abogada de Vox, Marta Castro, solicita también al juez que reclame a la ex escolta de la actual ministra de Igualdad una copia de los chats de Telegram en los que recibía las instrucciones, “en concreto aquellos mensajes en los que se le encargaba recoger a otras personas distintas” de Irene Montero, un documento que -señala- “ha sido ofrecido por la testigo”.
El partido de Santiago Abascal considera que la declaración de Elena González, la ex escolta de Montero, ha puesto de manifiesto “circunstancias y cuestiones sobre las que, para dilucidar la posible comisión de los delitos investigados en esta pieza” resulta necesario en su opinión la comparecencia de la empleada de prensa de Podemos a la que se refirió la testigo con el nombre de “Gara”, que Vox identifica con Gara Santana.
Documentación a Podemos
En esa línea, solicita a Escalonilla que requiera a Podemos para “aporte la documentación relativa a su contratación, bien por el partido bien por el grupo parlamentario en el Congreso, vinculado al partido, desde 2018″.
En su declaración como testigo, la ex escolta de Irene Montero contó al juez que otra trabajadora de Podemos -Gara Santana- se encargaba de cuidar a los hijos de la ahora ministra y de Pablo Iglesias en el domicilio familiar pese a que está adscrita al equipo de prensa de la formación morada. Según explicó, ella se encargaba de trasladarla y durante esos desplazamientos le habría contado que estaba “un poco cansada de hacer ese trabajo de cuidadora” dado que, además, a sus compañeros les afectaba porque el trabajo que no realizaba lo tenían que asumir ellos.
Además, refirió al instructor que cuando llevó a cabo esas labores de seguridad para Montero ésta le encargó, de forma excepcional, realizar tareas estrictamente personales, como “gestiones del padre” o ir a recoger a otros miembros del equipo, unos cometidos que excedían de las funciones propias de seguridad y que ahora Vox quiere constatar a través del chat de Telegram que utilizaban para comunicarse entre ellas.
Encender la calefacción y comida para los perros
La ex escolta de Podemos presentó en agosto de 2019 una demanda contra la formación por despido improcedente, en la que aseguraba que Montero la obligaba a realizar tareas ajenas a su labor, más propias de una asistenta personal, como hacer de chófer “de la empleada doméstica y de la niñera”, de “familiares” e “invitados”, e incluso le pedía que comprara la “comida de los perros” o le llevara la cena fuera del horario laboral, impidiéndole disfrutar del descanso obligatorio entre jornada y jornada. Según relataba, en alguna ocasión Montero le hizo adelantar su jornada laboral para encender la calefacción del coche para que “estuviera caliente” antes de que ella llegara e incluso le encomendó supuestamente que gestionara unas obras “en una de sus propiedades”.
Esa demanda, sin embargo, se zanjó con un acuerdo extrajudicial -coincidiendo con el nombramiento de Irene Montero como ministra- por el que la ex empleada de Podemos se comprometía a respetar el acuerdo de confidencialidad sobre su relación laboral con la formación morada.
Escalonilla investiga en el “caso niñera” si Montero (a la que en todo caso no podría imputar al estar aforada ante el Tribunal Supremo) pudo cometer un delito de administración desleal al utilizar supuestamente como niñera a una trabajadora del partido, Teresa Arévalo, durante un mitin en Alicante en la campaña electoral de las elecciones generales de 2019. Arévalo negó al juez que ejerciera de niñera para la hija de Irene Montero durante la campaña electoral de las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019 y explicó que solo la tuvo en sus brazos “unos segundos”, como hicieron otros miembros del equipo de campaña.
Según aseguró ayer Elena González al instructor, a ella no le consta que Arévalo ejerciera de niñera de la hija de Montero en esa campaña, pues cuando coincidió con ella en algún viaje la ahora ministra y Pablo Iglesias aún no tenían hijos.
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