En el Congreso
Sánchez rechaza un pleno monográfico sobre Marruecos y comparecerá el día 30
El Gobierno delega en Albares las explicaciones y espera a celebrar el Consejo Europeo para rendir cuentas
El Gobierno mantiene su calendario pese a que los acontecimientos se precipiten. Moncloa tiene como máxima prioridad el Consejo Europeo que se celebrará este jueves y viernes en Bruselas y todos los esfuerzos están concentrados en prepararlo. Esta es la excusa que se da para rechazar una comparecencia inminente –esta misma semana– del presidente Pedro Sánchez para explicar, en un pleno monográfico sobre la cuestión, el giro en la posición española sobre la soberanía del Sáhara y sus relaciones con Marruecos. En el Ejecutivo recurren a una estrategia tradicional, que ya operó durante la pandemia y con la guerra de Ucrania. En un primer momento, se escudan en el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, como primer cortafuegos antes de llegar al presidente. Será Albares quien rinda hoy cuentas en el Congreso de los Diputados sobre el giro de guion alauita y todos los interrogantes se desvían hacia las respuestas que pueda arrojar esta intervención en las Cortes. Incluso anticipando que no ahorrará en detalles, «tendrán toda la información», en una intervención que se dilatará «durante horas».
En segundo término, el Gobierno recurre a una maniobra que ya utilizó durante la crisis sanitaria y que consiste en agrupar en torno a las comparecencias obligadas sobre los consejos europeos, otras cuestiones de política doméstica de gran trascendencia, con un peso que justificarían por sí mismas un pleno monográfico, con el objetivo de diluir el impacto y que el contenido se difumine entre las tradicionales cuitas partidistas. De este modo, desde Moncloa y no sin cierta confusión, ayer se trasladaban mensajes contradictorios sobre el advenimiento de la comparecencia presidencial, ubicándola en distintos momentos de las próximas semanas. Finalmente, la portavoz gubernamental acabó confirmando que será el próximo miércoles cuando Sánchez dé explicaciones en el Congreso sobre el último giro en política internacional.
La fecha del día 30 no es baladí, se produce después de que se celebre el Consejo Europeo y 24 horas después de que el Consejo de Ministros apruebe un ambicioso paquete de medidas para bajar el precio de la energía y de los carburantes. Una panoplia de ayudas con las que el jefe del Ejecutivo buscará sacar pecho ante el Congreso de los Diputados y distraer la atención del cambio de rumbo con Marruecos. En Moncloa se limitan a asegura que se trata de «un buen acuerdo» que permite «recomponer las relaciones» con nuestros vecinos del sur. En el Ejecutivo recuerdan que «velan por el interés general de nuestro país» y garantizan «el respeto mutuo con ausencia de acciones unilaterales». Dejando entrever que ahora se protege la «integridad territorial» de las fronteras de Ceuta y Melilla, que Sánchez visita hoy para trasladar imagen de recién estrenada normalidad.
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