El perfil

Cuca Gamarra: Lideresa con cultura de equipo

Organizadora y discreta ha cosido y coordinado el grupo parlamentario en la etapa más complicada. Conoce el partido desde sus eslabones más pequeños, donde se labran y ganan votos

La portavoz del PP, Cuca Gamarra, en el Congreso de los Diputados
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, en el Congreso de los DiputadosJesús G. FeriaLa Razon

Si hay algo en lo que coinciden quienes bien la conocen es en su gran obsesión por crear equipos: «Poco personalismo y mucha participación». Es el lema de esta riojana llevada a ser la número dos del PP, junto al nuevo líder Alberto Núñez Feijóo. Concepción Gamarra Ruiz-Clavijo, Cuca para todos, se enteró de su designación ayer mismo por la mañana, poco antes del Twiter de Feijóo, en el que anunciaba su apuesta por ella como nueva Secretaria General del partido. «¿Estás dispuesta o no?», le dijo el líder gallego, ya a punto de serlo a nivel nacional, en el más puro estilo de su tierra. «Ni dudarlo presidente», le respondió Cuca sabedora de que afronta el reto más difícil de su vida política. Dicen que Feijóo había sondeado en las filas del grupo parlamentario del Congreso, la auténtica cantera de oposición a Pedro Sánchez, y comprobó varias cosas. Una, el grupo estaba zurrado, herido y dividido tras la abrupta salida de Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz. Gamarra heredó ese lastre y se afanó en coser fisuras, aunar voces y sobre todo crear una cultura de equipo. Esto fue el principal acicate para la decisión del nuevo líder del primer partido de la oposición.

Organizadora, discreta y muy mujer de equipos. Así la definen quienes han trabajado en ella en el Ayuntamiento de Logroño, dónde fue la primera mujer Alcaldesa de la ciudad, y después como portavoz en el Congreso. Frente al estilo vibrante y protagonista de su antecesora, Cuca Gamarra aportó serenidad y mucho juego al resto de los diputados. No lo tenía nada fácil, en un grupo disgregado bajo intrigas de todo tipo, y supo jugar sus cartas entre la lealtad a Pablo Casado, quien la nombró en sustitución de Cayetana, y la apuesta de futuro hacia Alberto Núñez Feijóo. Un entramado juego de equilibrios que ella quiso impregnar de su objetivo: el único adversario es Pedro Sánchez. Lo cierto es que en estos meses de transición convulsa Cuca supo ganarse la confianza de un gallego, ya de por sí siempre desconfiado. Su nombre no estaba en las quinielas, pero una vez más se ha demostrado que los nombramientos no se hacen desde los medios de comunicación, sino más bien al contrario, se pinchan cuando hace falta. Gamarra representa, hoy por hoy, ese enlace, ese puente de restañar heridas entre el «casadismo» y el nuevo «feijocismo».

Nacida en Logroño, licenciada en Derecho por la Universidad de Deusto, y colegiada como abogada en Vizcaya, fue la primera mujer alcaldesa de la capital riojana. Muy vinculada a la federación de Municipios y Provincias (FEMP) y al Comité de las Regiones de Europa, asumió en 20019 la coordinación de las elecciones municipales de mayo. Después, Casado la nombró vicesecretaria de Política Social y luego portavoz en el Congreso. Un cambio radical con el estilo de Cayetana Álvarez de Toledo, que produjo un nuevo giro estratégico en el grupo parlamentario del Congreso. En esta etapa ha intentado dar más juego a los diputados del PP, en un estilo sin estridencias que tanto gusta al gallego Núñez Feijóo. Un cargo que ahora dejará vacante, dado que conociendo la historia del PP, es muy difícil compaginar ambos puestos. Ser la número dos de Feijóo es un bicho lo suficientemente gordo como para no dedicarse en «full time» a toda pastilla.

Soltera, muy vinculada a sus padres, y volcada en sus sobrinos, intenta como puede compaginar la vida política con la familiar. «Tengo un puente aéreo entre Madrid y La Rioja», dice esta mujer que se confiesa disciplinada, creyente y emocionalmente de principios. En su casa de Logroño, dónde viven sus padres y acude con frecuencia con sus hermanos y sobrinos, le gusta cocinar unas buenas «migas» y albóndigas al plato, como no, todo regado con un buen vino de Rioja. Pero su gran pasión es el deporte, sobre todo el «running», que practica siempre que el tiempo lo permite. Correr al aire libre le apasiona y en esta etapa como portavoz en el Congreso, al acabar las largas y duras sesiones, salía a caminar por el Jardín Botánico y El Prado para despejar la cabeza. Atleta de fondo, ha participado en varios maratones en Nueva York, Budapest y Berlín, una de sus ciudades favoritas. «Como soy una buena comilona, quemo grasas con el deporte», dice con sorna.

Conoce el partido desde sus eslabones más pequeños, pueblo a pueblo, concejal a conejal, el entramado municipal dónde se labran y ganan los votos. Admiradora de Margaret Thacher, es fiel a su máxima: «Cuando quieras que algo se sepa díselo a un hombre, cuando quieras que algo se haga díselo a una mujer». Si lo sabrá Alberto Núñez Feijóo, que por algo la ha escogido.