Bilateral

Sánchez y Mohamed VI se reunirán en Rabat la próxima semana

En Moncloa valoran la cita como «un paso muy importante» para el restablecimiento de las relaciones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro SánchezJoaquín ReinaEuropa Press

Con un país más preocupado por hacer acopio alimentario en vísperas del Ramadán –que comienza mañana– y en medio de una implacable subida de precios, el rey de Marruecos, Mohamed VI, invitó en la tarde de ayer –de manera inesperada– al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a visitar el país en «días muy próximos». A falta de confirmación oficial, según ha podido saber LA RAZÓN la cita, que servirá para sellar el fin de una crisis bilateral que se ha prolongado durante año y medio, está prevista que se celebre la semana que viene, en plenas celebraciones del mes sagrado de los musulmanes. En esa reunión se pondrá en marcha la hoja de ruta que consolida la nueva relación, «una hoja de ruta ambiciosa, a la altura de dos países vecinos y socios estratégicos», destacan desde el Gobierno español.

La invitación se cursó en el marco de una conversación entre ambos, que se produjo a iniciativa del rey marroquí y que supone el primer contacto desde el restablecimiento de las relaciones. En Moncloa valoraron muy positivamente la cita, que definen como «un paso importante». «Son muy buenas noticias», resumían gráficamente fuentes gubernamentales. El encuentro, que se repetirá cuatro años después, da a Sánchez un balón de oxígeno en una cuestión que le ha generado problemas internos. La unilateralidad del Gobierno en el giro, respecto a la tradicional neutralidad sobre la soberanía del Sáhara, alineándose con las tesis de Marruecos, ha permitido desencallar el conflicto, pero también le ha valido la crítica unánime de toda la Cámara.

Si bien la comunicación real no hacía referencia explícita, lo cierto es que la invitación del monarca suponía la suspensión de la visita prevista para hoy viernes del ministro de ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Rabat. Una cita que, más de ocho meses después de su nombramiento al frente de la diplomacia española, habría sido el primer encuentro oficial con su homólogo marroquí, Nasser Bourita, y la preparación de la ulterior visita de Sánchez. Finalmente, se ha acordado retomarla en el marco del inminente viaje del presidente del Gobierno.

Fuentes gubernamentales señalan que en la conversación entre Sánchez y Mohamed VI abordaron la nueva etapa abierta en las relaciones entre ambos países. «Una etapa basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo, el cumplimiento de los acuerdos firmados por ambas partes, así como la abstención de toda acción unilateral para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y evitar futuras crisis entre nuestros dos países», tal como informó el propio Sánchez en un mensaje en Twitter. Una vocación ya recogida en la misiva dirigida al monarca alauita hace algo más de dos semanas en la que el jefe del Ejecutivo defendía la propuesta de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental como «la base más seria, realista y creíble» para la resolución del diferendo. Desde Moncloa confirman que el Rey Felipe VI ha sido informado de los detalles de la conversación.

Fin de la crisis

La visita de la semana que viene de Sánchez y Albares servirá para poder poner fin a un desencuentro con Marruecos que se prolongaba ya camino del año y medio. Todo había comenzado con el mensaje en apoyo de un referéndum de autodeterminación para el Sáhara del vicepresidente Pablo Iglesias en noviembre de 2020. Días después del tuit de Iglesias y de la cancelación de la Reunión de Alto Nivel España-Marruecos, las cosas se torcieron para España con el reconocimiento por parte de la Administración estadounidense de la marroquinidad del territorio y acabaron de emponzoñarse con la entrada irregular y hospitalización en Logroño del líder del Polisario Brahim Ghali. La crisis migratoria de Ceuta y la retirada de la embajadora marroquí en Madrid el pasado mes de mayo escenificaron la ruptura.