Tensión

El PSOE avisa de que no le «agrada» la oposición de Podemos en Moncloa

Las discrepancias se hacen cada vez más evidentes y los morados se ven «arrinconados» en el Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, interviene durante la sesión de control al Gobierno en el Congreso de los DiputadosEmilio NaranjoAgencia EFE

PSOE y Unidas Podemos se han dado una tregua en esta Semana Santa, después de que la tempestad en el Consejo de Ministros llegara de la mano del cambio de posición del presidente del Gobierno respecto a la autonomía del Sáhara. De hecho, Pedro Sánchez viajó a Marruecos sin el respaldo de su principal socio, como tampoco lo recibió por parte de sus aliados en el Congreso de los Diputados o de los partidos de la oposición. Las discrepancias por el modo de actuar respecto a la guerra en Ucrania también han dividido a la coalición y se han sucedido en las últimas semanas manifestaciones bajo el lema del «no a la guerra» o de la defensa del pueblo saharaui que han contado con el respaldo de los morados, partido minoritario de Gobierno, contra el PSOE.

Estos hechos no gustan ni en Moncloa ni tampoco en el PSOE. Ambos ven como sus acciones, de las que aseguran sacan éxito, son rebatidas constantemente por el ala morada, lo cual ofrece una imagen de desunión en el Consejo de Ministros. Así, la fotografía que sacan es la de un Gobierno de coalición dividido y que ofrece la posibilidad a los partidos de la oposición de anotarse tantos y de cargar contra la acción gubernamental. Ante esto, y también ante las predicciones demoscópicas que ya apuntan un notorio descenso de los partidos de Gobierno, tras la entrada en el tablero del nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el PSOE ya avisan directamente a su socio de que la convivencia se hace difícil y que no gusta la posición de Podemos en Moncloa. El propio portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Héctor Gómez, ha hecho evidente estas críticas. En una entrevista en Ep, reconoció que, el hecho de que Unidas Podemos participe en manifestaciones contra el Gobierno, como ha hecho en las últimas semanas en asuntos como el cambio climático, el Sáhara o la vivienda, «evidentemente claro que no agrada ver posiciones contrarias a medidas de éxito» del Ejecutivo, como la política medioambiental, la excepción ibérica en energía o la política exterior. También se advierte, de cara a la próxima batalla en materia fiscal, que es el ministerio de Hacienda quien marca «la línea», en relación a las recetas de los morados en materia fiscal o la iniciativa de ley para un impuesto a las grandes fortunas que todavía no ha sido debatida en el Parlamento.

En Unidas Podemos, ante las últimas diferencias con el PSOE, admiten que se ven «arrinconados» en Moncloa al ver que sus principales iniciativas deben ser examinadas al milímetro por los ministros socialistas o al comprobar que muchas de las decisiones de Gobierno no son consensuadas con ellos. Si bien entienden que ellos son la fuerza minoritaria, creen que deben conocer todos los pasos del Gobierno, como el cambio en política exterior al acercarse a Marruecos, entre otras cuestiones.

A pesar de las discordancias entre ambos, las dos partes del Ejecutivo comparten la idea de agotar la Legislatura hasta 2024. Los morados ensalzan que sin ellos no habrían llegado políticas sociales como el escudo social de medidas contra las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. Descartan además, su salida del Ejecutivo de manera anticipada aunque reconocen que perciben que es algo que «el PSOE intenta», pero avisan, que continuarán denunciando públicamente, siempre que noten que el PSOE «no cumple con el acuerdo de Gobierno».

En el PSOE tratan de rebajar las tensiones. En palabras del portavoz socialista, el objetivo es «seguir fortaleciendo la coalición, consolidar el Gobierno y agotar la legislatura, dotar de estabilidad a las instituciones y tomar decisiones y legislar», «independientemente» de que haya puntos en los que los dos partidos no coincidan.